“Libertad, igualdad y fraternidad”

Lema de Francia como república

Pagó muy caro Francia su decisión de aliarse con Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

La Guerra Fría, planeada por Winston Churchill precisamente para enfriar a Europa después de la Segunda Guerra Mundial, propició la migración islámica a varios países europeos, sobre todo a Inglaterra, a Alemania y a Francia, generando una problemática política, social, y existencial, que se agudizó recientemente en Francia particularmente por el asesinato del joven Nahel, de origen argelino y religión islamista o musulmana, quien huyó de la policía francesa, y que generó toda una serie de manifestaciones en Paris y en toda Francia parecidas a las que antecedieron a la Revolución Francesa por el año 1785.

Por eso sería interesante plantear una resolución al problema del Islamismo en Francia y en Europa, que podría reflejarse como una propuesta para equilibrar al mundo actual, y de alguna manera, lograr la tan anhelada paz universal.

Se trata de un modelo hipotético de desglobalización, que consiste en la repatriación selectiva de todos los seres humanos del planeta tierra, proponiendo que todos los ciudadanos de origen islámico y/o árabes, que viven actualmente en Francia o en cualquier otro país, regresen a vivir a países árabes, que todos los judíos regresen a Israel, que todas las personas de color (para no entrar en controversias sutiles gramaticales), regresen a países africanos, éstas 2 últimas propuestas ya están plasmadas en un artículo de SDP noticias del 2 de Junio del 2021, que todas las personas orientales del mundo retornen a sus países de origen, incluyendo a China, a Japón, a Vietnam y a las 2 Coreas, que todos los ingleses regresen al Reino Unido, incluyendo a los de Sudáfrica y Australia, que todos los mexicanos que viven en los Estados Unidos se trasladen acá al sur esquivando las actuales boyas, que todos los ucranianos regresen a su patria, previa resolución económica del conflicto con Rusia, incluyendo los que están viviendo en Florida, Estados Unidos, que todos los rusos se reincorporen a su gran país, incluyendo a los que migraron a Israel, que todos los latinoamericanos regresen progresivamente a sus países de origen, y así continuamente lograr, en el lapso de un año, antes de las elecciones en los Estados Unidos y en México, ésta desglobalización o repatriación masiva mundial.

Se generará un conflicto de intereses con las familias que se hayan formado con individuos de diferentes orígenes y nacionalidades ancestrales, pero se solucionará muy sencillamente obedeciendo las leyes matriarcales que siempre han preponderado en la civilización humana, y que retornen a sus patrias maternas.

La gran ventaja de ésta desglobalización y repatriación masiva será que todos los seres humanos que regresen a sus países de origen por herencia, genética y/o trascendencia geopolítica, llevarán a esos países de origen todos los avances tecnológicos, científicos y humanos que adquirieron en los países a los que fueron migrando, ellos o sus antecesores familiares, por ejemplo, los italianos de Nueva York llevarán a su patria Italia la edificación de rascacielos y los espectáculos de Broadway, o los judíos de los Estados Unidos llevarán a Israel el manejo de los impuestos tan perfecto que utilizan actualmente en la mayor potencia económica del mundo, y así, sucesivamente en todo el mundo; los países de África, por fin, se modernizarán y terminarían sus diferencias al ser repoblados por todos los descendientes existentes en el mundo, incluyendo a los afroamericanos.

En Francia sólo vivirán franceses, en Israel judíos, en Italia italianos, en Colombia colombianos, en México mexicanos, en China chinos, etcétera, etcétera, etcétera… Y así, fortaleciendo a cada país en todos los sentidos, incluyendo humano y moral, se logrará una paz universal duradera