Diga lo que diga la prensa nacional y extranjera —lamentable una nota del Financial Times—, la consulta de revocación de mandato fue un éxito.

Lo fue porque muchos millones de mexicanos y mexicanas volvieron a votar por Andrés Manuel. Sin duda, este es el político más votado de la historia. Difícilmente alguien igualará sus números en el futuro.

El nombre de AMLO apareció en una boleta electoral por última vez… Un momento, esto no es estrictamente cierto, y no porque el presidente López Obrador tenga intenciones de reelegirse, que no las tiene ni podría tenerlas. Veamos.

En 2024, sin que Andrés Manuel López Obrador esté formalmente en las papeletas de votaciones, la gente votará de nuevo a favor o en contra de un personaje ya histórico. Me explico enseguida.

En las presidenciales de 2024 ya no será AMLO el candidato de Morena. Otra persona representará a este partido en tales elecciones. ¿Quién? Difícil saberlo ahora, pero muy probablemente será uno —o una— de este grupo de cuatro: Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila.

Lo acepten o no, tales personas saben que su futuro en las próximas elecciones presidenciales dependerá de la popularidad del presidente López Obrador. Es decir, aunque su nombre ya no esté en las boletas, la gente votará por el candidato o la candidata que Morena registre, pero también —y sobre todo— otra vez por Andrés Manuel, es decir, por la continuidad de su proyecto.

Grilla y más grilla

En la cultura política mexicana mexicana —la misma en todos los partidos—, antes de decidir la candidatura presidencial a los y las aspirantes se les fijan metas, a veces imposibles de cumplir, para que demuestren sus habilidades. Algo así como los trabajos de Heracles o Hércules, a quien la muy celosa esposa de Zeus condenó a realizar 12 misiones terribles.

El presidente AMLO ha encargado numerosos trabajos complicados a los y las aspirantes a la candidatura presidencial; hacer exitosa la consulta de revocación fue la más reciente, tal vez la última tarea que se les asignó antes de que en Morena se tome la decisión política más importante del sexenio —cualquiera que sea el método tendrá que ser validado por Andrés Manuel—.

¿Cómo les fue ayer domingo, día de revocación, a quienes buscan la candidatura presidencial de Morena?

Según la columna Templo Mayor del diario Reforma, la derrotada fue Claudia Sheinbaum. ¿Ocurrió así? No lo creo. Daré mis razones después de citar lo expresado al respecto en el periódico de Alejandro Junco de la Vega.

Reforma y su juicio lapidario

Cito a Templo Mayor: “Quien no debe estar muy contenta es Claudia Sheinbaum, pues le volvió a fallar al presidente. La votación en la Ciudad de México, con todo y el enorme acarreo, quedó por debajo de lo que se esperaba. Tal vez en Bucareli, en la cancillería y en el Senado alguien esté muy, pero muy divertido”.

Cuando los redactores contratados por Alejandro Junco dicen que “tal vez en Bucareli, en la cancillería y en el Senado alguien esté muy, pero muy divertido”, se refieren a que deben estar celebrando los rivales de Sheinbaum en la disputa por la candidatura de Morena, a saber Adán Augusto (Bucareli), Ebrard (cancillería) y Monreal (Senado).

Antes de analizar cómo le fue en la consulta a la gente que despacha en Bucareli (Gobernación), la cancillería (SRE) y el Senado, veamos con detalle los números de la jefa de gobierno relacionados con la revocación de mandato.

Los números de Claudia

Reforma parte del hecho de que a Sheinbaum se le encargó desde Palacio Nacional que la consulta fuera exitosa en la Ciudad de México. Es verdad, pero, pongamos atención, se le encargó algo más: operar la consulta de revocación en el Estado de México que no es gobernado por Morena. Esto último olvidó mencionarlo la columna Templo Mayor.

Hubo 16 millones 399 mil 922 votos en total. En la lógica del diario conservador, debemos concluir que más del 20% de tales sufragios deben atribuirse a Claudia Sheinbaum — casi 3 millones 500 mil votos, que es la suma de los de Edomex y la CDMX—.

¿Falló la jefa de gobierno? Con tales números, evidentemente no. Más bien, todo lo contrario, cumplió con la complicada tarea, mucho más difícil en las grandes áreas metropolitanas porque iniciaban las vacaciones y por la fuerza que en las mismas tiene la oposición conservadora.

El trabajo de Adán Augusto

Aunque no sea posible evaluarlo cuantitativamente, el otro aspirante presidencial que cumplió fue Adán Augusto López. El secretario de Gobernación arriesgó en la promoción de la consulta de revocación de mandato en numerosos lugares de México y hasta se metió en problemas serios en Coahuila y Sonora. El hecho es que dio resultados su activismo para sacar de la modorra a la militancia de Morena en pocos estados. Le fue bien, sin duda.

¿Cumplieron Ebrard y Monreal?

Empecemos diciendo que el canciller y el senador no fallaron, claro que no... pero tampoco acertaron: ¡¡¡simple y sencillamente no jugaron!!! Excepto algunos tuits sin relevancia, no se les vio haciendo nada por la consulta. No perdieron, desde luego que no, pero no ganaron.

En otros tiempos —los del priismo en el que se formaron Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard— su estrategia de no moverse habría sido considerada genial, pero en la actualidad casi seguramente les perjudicará. Y es que, ni hablar, cuando tuvieron que haberse jugado todo para apoyar a AMLO, voltearon a otro lado, vieron a la Virgen María, platicaron con ella e ignoraron las necesidades del presidente.