Es cierto que vendría bien alguna que otra modificación al marco constitucional en relación al tema electoral. Durante muchos años ha tenido capacidad de organización, pero también negativos en algunas determinaciones extralimitadas que nos hacen pensar que hay un conflicto de interés.

Sin embargo, no podemos negar que, ésta última década, el INE se ha comportado a la altura de las exigencias de la sociedad, al menos en garantizar la voluntad popular en las urnas.

Por esa razón, hay confianza plena de que la votación sea respetada pues se ha ido cerrando la brecha para que ocurran anomalías como la del 2006 donde claramente le robaron la elección presidencial a López Obrador en un ejercicio de estado.

Y ha sido la misma sociedad que ha recobrado la confianza en el órgano electoral. De hecho, más de la mitad de la población civil tiene plena certeza tanto del INE, como en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Sobre la pregunta: ¿Cuánta confianza tiene usted en el INE?, más del 60% mostró su respaldo de acuerdo con una encuesta que publicó el Financiero Bloomberg.

Esto significa que, hoy por hoy, el árbitro de las contiendas para elegir puestos de elección popular mantiene un nivel positivo el cual podemos concluir- de que hay certidumbre para considerarlo en otras dinámicas que se necesiten.

De hecho, el propio INE puede ser un juez en relación al tema de selección que aplicará Morena para el 2024 ya que es evidente que los órganos internos del partido son incapaces de garantizar el verdadero pulso de la sociedad, tanto para perfeccionar el mecanismo, como para transparentar.

El propio Mario Delgado es un ejemplo al poner de manifiesto las limitaciones que no debe tener un partido, sobre todo si se hace llamar democrático- pues el tema de la encuesta sigue acumulando descontento entre las bases del partido- porque simplemente no hay claridad; basta con recordar lo que ha acontecido en los últimos años cuando se acercan los procesos electorales para elegir aspirantes o abanderados.

Por ello, Morena está muy lejos de garantizar ese proceso de transparencia democrática debido a las formas de elegir aspirantes.

Eso de que “el pueblo es quien decide” me genera muchas dudas- pues la narrativa- se asocia más a una propaganda de Marketing que siguen siendo aprovechada- ya que el propio CEN de Morena- le saca utilidad a las propias palabras del presidente que tiene buena voluntad, pero que no puede estar en todos lados ni asumir la responsabilidad de Mario Delgado que, por cierto, ha hecho un pésimo trabajo al frente.

A raíz de ello, surgen propuestas para garantizar mecanismos confiables en el proceso presidencial.

Morena, ya nos demostró la incapacidad organizativa el pasado fin de semana; tendría que ser un órgano autónomo, por coherencia y transparencia, quien organice, cuide y vigile el desarrollo ante cualquier intento de manipulación y, asimismo, evitar las suspicacias y las sospechas de favoritismo que, a la vista de todos, son evidentes al menos hasta que garanticen piso parejo.

Y la decisión está en manos del pueblo quienes han comenzado a exigir condiciones de participación democrática dado el grado de desconfianza que tiene la encuesta.

Por ello, el primer paso sería plantear mecanismos a través de consultas y que sean, los propios espacios, los que tomen el rumbo de las determinaciones del partido después de haberlos tomado en cuenta pues- de acuerdo con la narrativa de Mario Delgado, es la población civil quien decide.

Si es así, que pongan en práctica los mecanismos democráticos al asumir el llamado del propio pueblo considerando la necesidad de darle transparencia a la toma de decisiones. Tratándose de un tema tan primordial, el INE sería un buen árbitro para organizar los procesos internos de Morena.

Notas finales:

Con años de organización sindical la CATEM (Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México) se ha consolidado por su fuerza en todo el territorio nacional, pero también internacional pues ha sido pionera de los derechos laborales en los Estados Unidos dado que, hace más de un mes, se aperturó la primera oficina de enlace para ofrecer servicio de asistencia a miles de familias que viven en el vecino país del norte en la ciudad de Washington, D.C.

De hecho, nos cuentan que ha sido un éxito por la expectativa que levantó desde un principio, especialmente por las política de apoyo que se están trabajando a través de mecanismos y acciones que logren dar mayor certidumbre, máxime cuando se trata de favorecer las condiciones laborales, lo mismo que herramientas eficaces que sean de utilidad en los nuevos conceptos innovadores y tecnológicos.