Salir de fiesta, ir a un bar o convivir con nuestras amistades no debería convertirse en un riesgo para nuestra vida. Pero hoy, lamentablemente, sí lo es. Y no lo digo por exagerar: lo dicen los datos. Tan solo en México, más de 190 personas murieron en un año por consumir bebidas adulteradas, de acuerdo con la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC).

En el Estado de México, esta amenaza ha crecido y afecta principalmente a jóvenes. ¿Te ha pasado que dejas tu bebida en la mesa un momento y, al regresar, dudas si tomarla? Esa desconfianza no es paranoia: es sentido común. La causa tiene nombre y apellido: spiking, o sumisión química, una práctica que consiste en introducir sustancias como LSD, ketamina o éxtasis líquido (GHB) en las bebidas para dejar a la víctima sin capacidad de reacción. ¿Con qué fin? Para cometer robos, agresiones o abusos. Y sí, en la mayoría de los casos, las víctimas son mujeres jóvenes.

Estamos frente a una forma de violencia invisible, silenciosa y brutal. Ocurre en segundos y muchas veces sin consecuencias para los agresores. Pero eso puede y debe cambiar, y puede ser a través de una herramienta sencilla, accesible y vital: la Pulsera Centinela.

Este dispositivo, que ya se distribuye en varios países y en algunos estados de México, permite detectar si una bebida ha sido alterada con sustancias químicas peligrosas. Basta con colocar una gota sobre el sensor de la pulsera y, en segundos, sabrás si tu bebida es segura. Puede parecer un detalle menor, pero marca una diferencia enorme entre estar a salvo o convertirse en víctima.

Desde el Partido Verde propusimos una acción clara y contundente: que los 125 municipios del Estado de México firmen convenios con bares, restaurantes y centros de entretenimiento para que la Pulsera Centinela se distribuya gratuitamente. No estamos pidiendo un favor, estamos exigiendo una medida de salud pública y de seguridad personal. Porque divertirse no debería poner en riesgo tu vida.

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Para quienes creen que esto es exagerado, recordemos algunos casos: en Naucalpan, más de 30 jóvenes fueron intoxicados en un solo bar en 2023. En Toluca, ese mismo año, un joven perdió la vida por consumir alcohol adulterado. ¿Y si hubieran tenido acceso a esta pulsera? Quizás estarían contando otra historia.

Esto, lejos de proponer ser una campaña de miedo, es un llamado a generar conciencia. Se trata de recuperar la tranquilidad en nuestros espacios de convivencia. De exigir corresponsabilidad a los negocios y compromiso a las autoridades.

Desde que tuve la oportunidad de empezar en el servicio público, mi intención y compromiso ha sido, es y será el mismo: impulsar acciones que velen por una vida digna, que todas y todos podamos vivir y, esta no es la excepción.

Hoy hemos empezado con la distribución de este dispositivo, principalmente a mujeres en universidades. El objetivo es claro: generar conciencia de que esta situación es real, latente y se tiene el potencial de frenar. Queremos que el Estado de México cuente con esta herramienta y abone a tu seguridad.

El compromiso es firme: una vida digna y libre para todas y todos.