Existen al menos tres fuerzas opositoras que están haciendo que el gobierno del presidente López Obrador luzca cada vez más ineficiente, poco coordinado y sin resultados.

Las filtraciones de actos de corrupción, deficiencias o la exhibición de las malas decisiones y conflictos al interior del Gabinete, no salen de la oposición malévola, de los gringos o de las fuerzas “neoliberales” o “conservadoras”, no, lo que se conoce, sale del propio Gabinete, de Morena y de sus legisladores.

La oposición es Morena

El primer grupo opositor está en el propio Gabinete, ya sea porque no entienden las órdenes de su jefe o porque muchos ya se percataron de que las cosas se hacen mal o muy mal y no están dispuestos a cargar con las decisiones equivocadas. De ahí la importancia de recordar las renuncias y la forma en que se han presentado.

El segundo grupo lo integran funcionarios que destacan por su corrupción y ambición de poder, son quienes se disputan la atención y cercanía del jefe y cuyos pleitos han trascendido a la esfera pública.

En el tercer grupo están los aspirantes a la presidencia de la República que buscan eliminar a sus posibles adversarios, son los que quieren ser “el elegido” por el dedo del mesías para ser su sucesor y, como Pedro con la iglesia, dar continuidad al proyecto.

Separados

Hay otros que con su renuncia evidenciaron las irregularidades de la 4T, entre ellos Carlos Urzua, quien, al renunciar a la secretaria de Hacienda, en una carta explicó su desacuerdo con AMLO por haber “tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.

“Me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública”, dijo Urzúa, un hecho que “fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”.

Lo sustituyó Arturo Herrera, un funcionario disciplinado y cuidadoso, que desde el principio advirtió que Dos Bocas sería un fracaso y no costaría lo que se dijo, la situación molestó a AMLO y a Rocío Nahle porque querían utilizar el proyecto con fines electorales.

Ahora se rumora que Rogelio Ramírez de la O, quien sustituyó a Herrera, ya quiere renunciar porque no le permiten hacer su trabajo desde Palacio Nacional.

Dos renuncias más, en SEMARNAT, la sobrina de Carlos Salinas de Gortari, Josefa González Blanco Ortiz Mena, supuestamente renunció por un asunto menor, aunque la realidad es que estaba aburrida. AMLO la premió con la Embajada en Reino Unido.

Después, Víctor Manuel Toledo, quien a través de una grabación hizo pública su posición “no estamos en un gobierno totalmente del lado nuestro; hay contradicciones muy fuertes y yo, la verdad, es que veo muy difícil. No debemos idealizar a la 4T”. Al irse señaló actos de corrupción de integrantes del Gabinete y del propio AMLO.

En la secretaria de la Función Pública, primero estuvo al frente Irma Eréndira Sandoval, quien se encargó de tapar la corrupción de funcionarios cercanos a AMLO como Manuel Bartlett con sus casas, contratos a sus hijos y su declaración patrimonial; después Zoe Robledo con todo y sus empresas familiares y contratos, él renunció por oponerse a la candidatura de Félix Salgado Macedonio en Guerrero, no sin antes dejar correr información de corrupción y algunas otras conductas ilícitas del guerrerense.

Otros con su renuncia develaron una serie de irregularidades e imposiciones arbitrarias y poco honestas, como Jaime Cárdenas que denunció al particular de AMLO Alejandro Esquer; Olga Sánchez Cordero por fuertes diferencias con el Consejero Jurídico; el director de la UIF que protagonizó un pleito con el Fiscal General, Alejandro Gertz; el Consejero Julio Scherer quien salió entre denuncias de corrupción, fue responsabilizado de sacar información comprometedora de la familia del presidente, como la “casa gris” y los negocios, tráfico de influencia y millones de dólares depositados en paraísos fiscales por el Fiscal Gertz.

Alfonso Romo, acusado por otros integrantes del Gabinete de actos de corrupción y otros ilícitos e Ignacio Ovalle, quien, al no poder tapar los fraudes descomunales en Sagalmex, salió protegido por un nuevo nombramiento, director del INAFED.

La sucesión presidencial

Los pleitos en el Gabinete por la candidatura, los negocios o por la cercanía con AMLO son enormes, como ejemplo, el protagonizado por Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, cuyo clímax, sería la tragedia en la Línea 12 que, aparte de fundir a ambos, puso en la puerta de la cárcel a la comadre de Andrés, la madrina de bautizo de José Ramón, Florencia Serranía.

Otro pleito más, entre la Marina y la Sedena, que quizás sea uno de los más delicados.

Lamentablemente, gracias a los pleitos, acusaciones y filtraciones entre los miembros del Gabinete, este gobierno acumula los peores resultados, desde José López Portillo, en: inseguridad, crisis económica, colapso del sistema de salud, feminicidios, corrupción e impunidad, avance del narcotráfico y la delincuencia en general, la educación peor que nunca, nula atención a sindicatos y contaminación y destrucción del medio ambiente.

En cuanto a recuperación y crecimiento de la economía, de acuerdo con la OCDE, el PIB per cápita señala que cada día aumentan los pobres en el país.

El mayor opositor de AMLO es AMLO, que ya desde hace tiempo perdió el control de su Gabinete, de sus colaboradores más cercanos y por consiguiente, el control del país que han convertido en un costal.