Se acerca el 15 de mayo y, con esta fecha, se ve inminente la llegada del plazo que le impuso la CNTE al gobierno federal para estallar el paro indefinido de labores. Las demandas centrales, en esta ocasión, es la abrogación de la Ley del ISSSTE del 2007 y democracia sindical de a de veras.
Bajo ninguna circunstancia se puede ocultar que la Ley del ISSSTE del 2007 fue una ley nacida en los años de la más cruda embestida del neoliberalismo en contra de los trabajadores. Fue una forma vil del estado neoliberal, lo prescrito en esta ley, entregar a la banca los dineros de los miles de trabajadores federales. Según la CNTE, son más de 6 billones de pesos que la banca, nacional e internacional, tiene en su poder. Ese dinero es de los trabajadores sin que a ellos les reporte algún beneficio. De ser verdad, ese solo hecho le da un enorme caudal de razón a la disidencia magisterial.
La afrenta no paró ahí. Pues para evitar que el estado desembolsara más dinero en el pago de pensiones, en la ley del 2007, se decidió agregar la edad como requisito de jubilación. Esto significaba que el trabajador debería de laborar más años para que al momento de pensionarse estuviese ya en el ocaso de su existencia y, antes de fallecer, cobrara los menos posible de años. Por donde se le quiera ver, esta ley del 2007, fue agresiva en contra de los trabajadores. Ese es el reclamo actual de la CNTE e, inusitadamente, ese es el tema de la resistencia del Estado actual a dar marcha atrás a esta ley a pesar de que la norma nació dentro de los recodos oscuros del neoliberalismo.
Otro de los efectos de la ley del ISSSTE del 2007 fue que, en todos los institutos locales de seguridad social, se decidió modificar su ley para agregar conceptos de la ley federal.
Hablemos de un caso: del ISSSTEP de Puebla. La ley de este instituto se reformó en el 2011 bajo la promesa de que sus servicios mejorarían sustancialmente. Dentro de los aspectos más relevantes que se incluyeron en esta reforma poblana fue incluir la edad como requisito de jubilación y aumentar sustancialmente la aportación de los activos. Actualmente los activos aportan el 13% del total de su salario. También, en esta ley, el estado poblano se comprometía a aportar dos pesos, en promedio, por cada peso entregado por los activos.
En los años que siguieron al 2011, los servicios que brindó el instituto se fueron deteriorando como si cayeran en un precipicio sin retorno, hasta la fecha. Dentro de este instituto, son 3 los rubros donde los servicios ya están haciendo agua.
Ya tiene mas de 5 años que el fondo de pensiones, técnicamente, quebró y, para que los pensionados y jubilados no se quedaran sin cobrar, fue la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado quien asumió el pago total de esta nómina. En este punto, se ha señalado que, en esta relación de pensionados, existen nombres de muchos ex políticos que cobran sin tener derecho, de ahí que este documento (relación de pensionados y jubilados) está prohibidísimo que lo conozca el público en general. Tal vez sea verdad lo oscuro de la nómina de ahí el secreto de sus nombres que guarda.
En estos momentos la lista de espera para jubilación en el ISSSTEP rebasa los tres mil expedientes y aquellos que apenas están logrando jubilarse, lo están haciendo después de que estuvieron formados 9 años. - después de reunir todos los requisitos, edad y antigüedad, los trabajadores tienen que esperar otros 9 años-.
Otros que no desean estar formados, tienen la opción de demandar al instituto ante los tribunales federales. No obstante, existen bufetes de abogados que cobran hasta 70 mil pesos para realizar este trámite. Esperar o pagar, es el trabajador quien sale perdiendo.
Los medicamentos, después de que hace años era un privilegio pertenecer al ISSSTEP por lo amplio del cuadro básico y por el tipo de medicamentos que se otorgaban, ahora el cuadro básico se redujo a más de la mitad y los medicamentos controlados, prácticamente desaparecieron
De acuerdo a los usuarios, los medicamentos que entrega el ISSSTEP son de dudosa calidad pues son absolutamente ineficaces en contra de las enfermedades que dicen combatir. Según quejas, los derechohabientes prefieren comprar sus propios medicamentos si quieren resolver sus males. Los anaqueles de las farmacias están vacíos pues ni siquiera un paracetamol existe en ellos. Desde hace varios años el instituto ha recurrido a la entrega de vales de medicamentos con el inconveniente de que ninguna farmacia se atreve a surtir esos vales pues alegan que el instituto nunca les cubre los costos.
La compra de medicamentos, mismos que distribuye el ISSSTEP, está a cargo de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado y ellos, sin sensibilidad, se toman su tiempo a pesar de la gravedad de la carencia de medicamentos.
Conseguir una consulta con un médico familiar es todo un calvario. Muchos derechohabientes llevan, en promedio, dos días para conseguirla y cuando son atendidos, resulta que no hay medicamentos, incluso, para enfermedades menores. Cientos de trabajadores que enferman de gripe o infecciones intestinales, mejor prefieren pagar una consulta con médicos particulares y comprar sus propios medicamentos a sufrir el calvario de asistir a consulta con el instituto.
La atención con especialistas es casi imposible. En la mayoría de los casos, cuando se busca ser atendido por un especialista, las citas se están programando a un año de distancia. De ahí que todos aquellos que pueden reunir sus ahorritos, prefieren asistir con un médico particular. Saben los usuarios que, en caso de esperar la consulta a un año, cuando llegue el día, en ese momento empieza otro viacrucis: conseguir los medicamentos.
Hace unos días el gobernador del estado de Puebla, ante la protesta de la disidencia magisterial, ofreció realizar una auditoría al ISSSTEP de Puebla.
Esperemos que el gobernador se atreva a destapar la cloaca que por años ha existido en el ISSSTEP. Si alguien ha lucrado con la compra de los medicamentos, pues que se diga; si alguien ha aprovechado de manera antiética el uso de hospitales subrogados, pues que se diga; si los anteriores gobernantes, sean del color que sean, no aportaron lo que les correspondía, pues que se haga público; si alguien ha sido omiso en sus funciones pues, de igual manera, que se diga quien es o fue.
Por ejemplo, existen decenas de casos de trabajadores que, al momento de culminar su proceso de jubilación, en ese momento se enteran que durante años estuvieron aportando menos de lo que deberían de haber aportado al instituto. Es decir, el patrón del trabajador retuvo un porcentaje mucho menor de lo que marca la ley. Es inconcebible que después de años aparezcan estos problemas. O es una chicanada del instituto para no otorgar completa la pensión o es una muestra de la enorme irresponsabilidad de alguien para con el instituto. De ahí que, si el actual gobierno quiere ir a fondo, de que va encontrar lodo, va encontrar un verdadero chiquero. Sería de elemental justicia que de todo lo malo que se encuentre se busque sancionar al o los responsables.
Además, los trabajadores no pueden seguir cerrados de ojos ante la complicidad de la dirigencia sindical del SNTE Sección 51. Son ellos, cómplices del deterioro del instituto al haber cuidado sus intereses de grupo en lugar de reclamar lo que los trabajadores han venido reclamando.
Por último, creo que ya es tiempo de que el gobierno federal vaya revisando la forma en que se va democratizar al SNTE. Los cacicazgos, desde Jesús Robles, Carlos Jonguitud, Elba Esther, Juan Díaz de la Torre y el actual encabezado por Alfonso Cepeda, son idénticos. Robos de las cuotas sindicales, saqueo de los fondos de ahorro, antidemocracia en sus procesos electorales, violación de sus propios estatutos y demás felonías. A quien menos le conviene mantener estas figuras antidemocráticas es a la 4T y, creo yo, por ese camino debe de avanzar la negociación con la disidencia magisterial, salvo que ya se haya decidido parecerse un poco al régimen desbancado.
Mtro. Juan Durán Martínez
Docente de escuela pública, Puebla.
Correo: escribidoretica@gmail.com