Se le desea suerte a Rishi Sunak, nuevo primer ministro de Reino Unido. La necesitará: su antecesora generó en tiempo récord una severa crisis económica de la que esa nación saldrá con grandes sacrificios y no en el corto plazo.

Me ocupo del señor Sunak porque leí esta mañana el artículo de Guadalupe Loaeza en el diario Reforma. La columnista del periódico capitalino de la familia Junco elogia a Rishi Sunak con cursilería. Dice que el británico hijo de inmigrantes indios es:

√ Joven.

√ Atractivo.

√ Deportista.

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√ Un hombre super bien preparado (en la Lincoln College, en Oxford, en la Universidad de Stanford).

√ Alguien que posee mucho sentido del humor.

√ Un político que viste muy bien.

√ Honesto.

Pero el mayor elogio de la columnista de Reforma tiene que ver con el dinero:

√ Rishi Sunak es multi, multimillonario.

√ Su esposa es “dos veces más multimillonaria”.

√ Su suegro es “multi, multi, multimillonario”.

Loaeza es la líder intelectual de quienes editan el diario Reforma (El Norte, en Monterrey; Mural, en Guadalajara).

En su artículo de este martes la columnista trazó el perfil del candidato o candidata presidencial que apoyará Grupo Reforma.

El tapado o la tapada según el diario más conservador de México debe ser:

√ Joven.

√ Perteneciente a la élite académica.

√ Con atractivo físico.

√ Deportista.

√ Honesto.

√ Con sentido del humor.

√ Elegante y a la moda.

√ Tener dinero, mucho, mucho, mucho, muchísimo dinero.

¿Quién en la oposición llena los requisitos? No se ve a nadie así.

√ Ricos hay en los partidos opositores —como Alito Moreno y Claudio X. González—, pero no son honestos.

√ Hay elegantes, como Enrique de la Madrid, Claudia Ruiz Massieu y Lilly Téllez, pero no son jóvenes —ya rebasan los 50 años de edad— no han destacado en el deporte y académicamente no pueden presumir mayores logros.

√ ¿Gente con sentido del humor o al menos que pretenda ser chistosa en los partidos opositores? Claro que existe: ahí está Chumel Torres, el comediante favorito de la clase conservadora. Es joven, pero intelectualmente hablando da pena.

Ni hablar, quedará para otra sucesión presidencial encontrar al tapado o la tapada al gusto del periódico Reforma. Algún nieto o nieta de Slim —o de Larrea, hasta de Salinas Pliego— con buenas calificaciones en escuelas de prestigio, deportista, a la moda y capaz de reírse de todo, particularmente de los finolis ideales políticos de la derecha mexicana.

Y si nadie así aparece en las clases altas mexicanas, ya se las arreglarán para traerle del extranjero. El camino lo conocen, lo recorrieron cuando en el siglo XIX recurrieron al mercado de aristócratas del centro de Europa y ficharon a un emperador —joven, atractivo, etcétera—… Son capaces de intentarlo de nuevo.