El miércoles 10 de abril se llevó a cabo en el MUNAL el conversatorio “Mujer, Poder y Sindicato”, y una de las ponencias fue ejecutada por la capitán de Boeing 787Dreamliner Martha Yolanda Vera Araujo, quien presta sus servicios en Aeroméxico.

El título de su ponencia fue “Retos de la Mujer Sindicalista…Ya llegamos ¿y ahora qué?”, y si tengo que resumir su exposición en una palabra, sería: “magistral”.

Este conversatorio fue organizado por la Unión Nacional de Trabajadores, la Red de Mujeres Sindicalistas, además de otros sindicatos, entre los que destacan el STUNAM, el STRM, SUNTNAFIN y la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA).

En este espacio hemos hablado largo y tendido de los trabajos dentro de la industria aeronáutica, y precisamente este tipo de foros permiten a los sindicatos saber dónde están parados y qué les falta por hacer.

Quiero resaltar el maravilloso trabajo que en tan poco tiempo ha logrado la Secretaría de Género e Igualdad Sustantiva a cargo de Martha Vera, que en dos años y medio ha logrado que en la agenda política del país se revisen los temas que nos interesan a las mujeres trabajadoras.

Desde octubre del año pasado, la Cámara de Diputados aprobó con 481 votos a favor, el dictamen que adiciona la fracción II del Artículo 47 Bis, de la Ley de Aviación Civil, para permitir a las pasajeras y/o trabajadoras pasar con o sin el infante, más de 100 mililitros de leche materna.

Esto se lo debemos al incansable trabajo que Martha Vera ha realizado al frente de la Secretaría de Género e Igualdad Sustantiva. Y algo aún más importante: sin tapujos habla de la conciliación laboral, tan necesaria hoy en día.

Dentro de su magnífica exposición tocó puntos que me parecen medulares, sobre todo en estos momentos que tenemos en puerta una elección, con dos mujeres candidatas buscando la presidencia del país.

CONVERSATORIO “MUJER, PODER Y SINDICATO”
CONVERSATORIO “MUJER, PODER Y SINDICATO”

En el recinto se hizo una pregunta: ¿qué significa para ti pertenecer a un sindicato? En mi caso personal, puedo decir -con cierta nostalgia- que estoy decepcionada de mi sindicato, más no del sindicalismo, el cual creo que es sumamente necesario para la defensa de los derechos laborales de los trabajadores.

Me llamó poderosamente la atención que la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), siendo un sindicato mayoritariamente conformado por mujeres, fuera el gran ausente de este conversatorio. ¡No ASSA!, en la defensa de los derechos de tus agremiados no aplica aquello de que “No hay nada más visible que la ausencia”, y menos si la asociación tiene la Vicepresidencia de Asuntos Económicos, Políticos y Sociales (VAEPS) de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).

Hubiera sido gratificante y enriquecedor que asistieran a este lugar de intercambio, pues los temas ahí tratados son relevantes y de importancia para los sobrecargos de Aeroméxico. Más ahora que están en plena revisión de contrato colectivo de trabajo y que en su pliego petitorio obviaron temas que son fundamentales.

Uno de los temas que abordó esta ponencia fue “¿Las mujeres acceden a propuestas para conciliar la vida familiar con la laboral?”, en el caso de las sobrecargos de Aeroméxico este tema se dejó fuera, el de la conciliación laboral, tal vez porque se tenga la creencia que así están bien.

Pero en los hechos, por las largas jornadas que tienen mis compañeras, sobre todo si decidieron ejercer su maternidad, ven castigado el tiempo de convivencia con su descendencia. Es por eso que me parece de suma importancia que se hable de la conciliación laboral en un lugar de trabajo terriblemente complicado: el avión.

Caso contrario sucede con la asociación de pilotos (ASPA), las mujeres agremiadas son apenas el 6% de su base; no obstante han logrado tener lactarios en sus oficinas y en salas de reserva; han pugnado porque se pueda transportar más de 100 mililitros de leche materna y no solo para las pilotos que están en etapa de lactancia, sino que terminaron beneficiando al resto de la población que pasa por las mismas circunstancias.

En ASSA de México la ausencia de una Secretaría de Previsión Social, ha dejado en el más completo abandono a los trabajadores. Pues hoy no tienen quien los represente, aunque hayan nombrado “auxiliares”, estos no tienen la facultad para actuar.

Desde el interior de ASSA me comentan que en el mes de enero de este año se dio a conocer la renuncia de quien hasta ese momento era la secretaria de previsión social. Pero no se convocó de inmediato a elecciones, tal y como lo marca el estatuto en vigor, para no dejar acéfala dicha secretaría.

Previsión Social tiene, entre otras responsabilidades, atender todo lo referente al cumplimiento del Seguro de Gastos Médicos Mayores, checar que todo vaya bien con los sobrecargos que tengan alguna condición médica y que requieran de hospitalización, o de acompañamiento, y por supuesto el caso de las compañeras en estado de gravidez.

Por eso resonaron mucho más fuerte las palabras dichas por la capitán Martha Vera en su ponencia, desde lo que significa pertenecer a un sindicato, hasta cómo las mujeres tienen una doble jornada laboral.

Con cifras escalofriantes podemos ver cómo las mujeres le dedican semanalmente al trabajo no remunerado 40 horas, mientras que los hombres solamente 16 horas.

¿Cómo no vamos a tener a mis compañeras sobrecargos, cansadas y agotadas? A eso hay que sumarle las largas jornadas en la aviación, donde se pueden sumar hasta más de 80 horas a la semana. Es por eso de vital importancia hablar de la conciliación laboral, sobre todo en entornos donde es físicamente mucho más complicado llevarlo a cabo, como es el caso de la industria aeronáutica.

Y ya no hablemos de violencia laboral, peor cuando esta se ejerce desde el sindicato, que se supone está precisamente para erradicar ese tipo de malas prácticas.

Es importante tener claro que no se puede ejercer violencia de ningún tipo, y en ASSA hay un caso “paradigmático”, pues se ha reintegrado a la línea aérea a la secretaria de conflictos, por así convenir a los intereses de la actual secretaria general, en un acto por demás terrible en términos sindicales que se traduce en que una sobrecargo, que obtuvo mayoría de votos en una elección libre y democrática, no pueda trabajar en la cartera ganada por una decisión unilateral y sin explicación de la secretaria general.

Se está ejerciendo violencia de género en contra de la compañera, a quien se le impide realizar sus labores como secretaria de conflictos, a pesar de contar con toma de nota vigente.

Tal y como lo plantea la ponencia de la capitán Martha Vera, “Ya llegamos ¿y ahora qué?” En efecto, ya hubo el tan anhelado cambio de dirigencia sindical en ASSA, pero se vuelve a las viejas y anquilosadas prácticas de -literalmente- “mandar a volar” al contrario, al incómodo, al que no es incondicional, como en el caso a la compañera secretaria de conflictos.

La pregunta que me surge es ¿cómo vamos a fortalecer las dirigencias sindicales, la presencia de las mujeres en cargos de poder, si en el primer desencuentro buscamos deshacernos de ellas?

Los números son fríos, en la actualidad solamente el 8.6% de las mujeres están dentro de las directivas sindicales. ASSA está atravesando por una terrible crisis tanto de credibilidad como de funcionalidad, con carteras acéfalas, ya sea porque les han renunciado o porque las reintegran a la línea, y hay que sumarle que se tienen carteras vacías derivado de una negativa de toma de nota.

Hoy no hay secretaria del trabajo, tesorero y prensa, así como secretario de la comisión de hacienda, de la comisión de vigilancia y del tribunal de honor y justicia.

Eso sí, los candidatos que resultaron electos, fueron nombrados por la secretaria general cómo “auxiliares de sus propias carteras acéfalas”, y de otras más que están ausentes.

ASSA de México cuenta con el gran privilegio histórico de ser un sindicato gremial en el cual más del 80% de los agremiados son mujeres. A lo largo de la historia, en sus directivas sindicales siempre han estado presentes las mujeres; por eso hoy para mí resulta por demás extraño el actuar en contra de otra mujer, por motivos que no son del todo claros.

¿Cómo podemos convencer a las nuevas generaciones de las bondades de afiliarse a un sindicato, si limitan a una mujer en su cargo?, ¿qué mensaje en realidad se está dando?

Como país necesitamos fortalecer la participación de las mujeres, sobre todo dentro de los sindicatos. Que sirva este texto para la reflexión y para evitar que se siga ejerciendo violencia de género.