El ajedrez humano
La columna que escribo hoy, va dirigida a la afición del Club Monterrey, mientras redacto estas líneas, veo con aberración la foto de la protesta que equivocadamente dejaron unos pseudoaficionados frente al hotel de concentración del equipo en Abu Dabhi. Cuatro hieleras abiertas, de las que salen cabezas de papel teñidas de rojo, a modo de sangre, de los principales directivos de la institución regia, entre ellos, la de Javier Aguirre, el director técnico, y Duilio Davino, el director deportivo
Así no afición rayada, así no. Puedo entender la frustración, el coraje, la desazón por la que están pasando, miren que cruzar medio mundo para apoyar a su equipo y que estos pierdan ante un plantel que jugaba con muchos suplentes por la baja de 13 jugadores, muchos titulares debido a lesiones, convocatorias con su selección y hasta algunos contagiados por COVID19, por supuesto que encabrita a cualquiera, pero no se equivoquen, una cosa es la protesta como derecho legítimo ante tal fracaso deportivo y otro, salir a poner figuras de descabezados.
Si algo caracteriza al aficionado regio es su pasión, su entrega incondicional a los colores de su equipo, de ahí que sea considerada, por muchos, la mejor afición del país, pero todo tiene un límite. Antes que Monterrey hiciera su presentación ante el Al Ahli egipcio, circulaban videos de seguidores rayados dando por un hecho el pase, con predicciones que goleaban a su rival antes de que rodara la pelota, lógico ante el contexto arriba descrito, las Águilas Faraónicas llegaban mermadas, pero tras el resultado, tras la derrota de Monterrey, todo ese ánimo triunfalista se convirtió en furia.
Apenas estaba el sin sabor de haber perdido y empezaron a circular por redes sociales videos de pleitos protagonizados por grupos de seguidores que viajaron a Abu Dhabi, en el estadio, a empujones y puñetazos, otros, buscaban detener el paso del autobús que transportaba al equipo, mientras despotricaban con mentadas de madre a todos los jugadores y el técnico.
Pero la frustración escaló y se salió de control, las hieleras con imagen de directivos descabezados afuera del Hotel Fairmont en Abu Dhabi está fuera de cualquier justificación.
El mensaje es pésimo, no se puede radicalizar de esta manera una protesta de futbol… De futbol!!!!!! Vivimos como país un ambiente violento, de asaltos, secuestros, guerra de cárteles, como para que el balompié nacional se contagie innecesariamente de esto.
No afición regia, así no. Hay maneras de protestar y ésta no fue la adecuada, no confundamos, no caigan en estás aberraciones, que su pasión no sea desproporcionada, manifiéstense, háganse escuchar, háganse sentir, pero de una manera inteligente, propia de ustedes, de lo que plasman cada vez que juega su equipo fuera o dentro de su estadio, no son un cártel, son una afición, una gran afición.