En el 2018, el movimiento MeToo mexicano se extendió por las redes sociales, llegando hasta las universidades y oficinas. Se trataba de una denuncia de las mujeres contra la cultura del abuso y del comportamiento deshumanizante por parte de los hombres. Hace unas semanas Twitter volvió a arder con un nuevo caso de MeToo cuando la productora y comediante Melissa Yamel tuiteara una serie de hechos que relatan cómo el comediante Mau Nieto abusó sexualmente de ella en el bar Woko. Y aunque Mau desapareció de las redes sociales, sus amigos comediantes e influencers se protegieron entre ellos como una manada.

Después se su tuit, Melissa no habló más del tema y continuó con su vida normal. Todo parecía haberse calmado hasta que Mauricio Nieto publicó un video donde se le veía triste buscando conmover a la audiencia que alguna vez hizo reír y anunciando que había demandado a la mujer que lo acusó.

A medida que más mujeres se han presentado para denunciar a los perpetradores de agresión y acoso sexual, se ha estado gestando una reacción legal contra el movimiento MeToo por parte de hombres victimarios que tienen más recursos económicos que las mujeres víctimas. Es evidente que la defensa de Mau Nieto le apuesta a que en nuestra sociedad existe la falsa creencia de que si las personas acusadas se toman la molestia, el tiempo y el dinero entonces seguramente deben ser inocentes.

Aunque no especificó sobre qué era la demanda, es probable que Nieto haya recurrido a la demanda por daño moral, pues la difamación y hechos falsos son delitos y esos no se demandan sino que se denuncian. La ley mexicana define al daño moral como la afectación que una persona sufre, entre otras cosas, respecto a su honor, reputación o vida privada, y tiene como objetivo la reparación del daño para que su “reputación” no siga en entredicho. Lo anterior es complicado de probar pues en el país, menos del 0.8% de las denuncias por abuso son falsas.

Por su parte Melissa tiene muchas más opciones jurídicas. Por ejemplo la denuncia por abuso sexual, la cual se castiga con varios años de cárcel. Incluso después de lo que amigos de Mau publicaron sobre la vida privada de Yamel, ella podría denunciarlos a todos por difamación. Sin embargo aún no está claro qué acción judicial emprenderá.

El embate por parte de quienes fueron señalados en el Metoo es un mensaje subliminal para pedirles a las mujeres que bajen la voz, que no hablen a menos que su historia sea más convincente que la de su agresor, pues si no, van a volver a ser sometidas. Esto es preocupante pues las víctimas no tienen más alternativas, los cauces institucionales son tan deficientes que en cinco años, solo 5 de cada 100 denuncias por abuso sexual y violación en la CDMX terminaron en sentencia, así mismo, en 99% de las denuncias por abuso sexual no se investigan. Para muchas mujeres las denuncias en redes son la única opción. De ahí que la responsabilidad de la sociedad sea creerle a las víctimas.