El ultimátum está en la mesa… o Santiago Solari le gana a Pumas el domingo en Ciudad Universitaria o lo corren.

Así es, la directiva del América se cansó de los malos resultados, de las malas actuaciones y para variar, como es costumbre en el futbol y más en el futbol mexicano, el peso recae en el director técnico y al estratega argentino ya se la cantaron.

Atrás quedó el 2021, en el que de la mano de Solari, las Águilas volaron alto; el equipo que más puntos sumó, el cuadro que más orden mostró en la cancha, pero, y ahí está el pecado, este América no ganó nada. Porque en el bendito futbol mexicano la constancia no tiene premio, porque en el bendito futbol mexicano vale más jugar una Liguilla, o sea 6 partidos bien, a 17 de un torneo, esas son las reglas del juego aquí y por eso a Solari no le salieron las cuentas.

Al América modelo 2022 le falla todo: la defensa, la recuperación, la generación y la definición; el primer síntoma que mostró el enfermo no pudo ser más letal; su técnico metiéndose a la cancha a reclamarle al árbitro en Puebla; Solari nunca fue así, era el arranque del torneo y el rosarino ya sentía la presión.

A ese gris empate en la “Angelópolis” le siguieron dos derrotas, ante el campeón Atlas y el humilde Atlético San Luis, la jornada 5 trajo oxígeno con la sufrida victoria de visita a otro equipo que trae broncas, Santos, pero dos juegos más, que además del resultado dieron vergüenza por como se desenvolvió el equipo, fueron ante Mazatlán y Pachuca, lo que trajo como consecuencia el peor arranque americanista en 49 años, 3 derrotas al hilo en el Estadio Azteca y otros números que sumaban a la estadística negativa histórica del poderoso conjunto de Coapa.

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El culpable inmediato, el técnico, el lugar común más recurrente. Pues bien, pues si para muchos a Solari se le olvidó como dirigir, a los jugadores también se les olvidó como patear una maldita pelota y a los directivos azulcremas se les olvidó como gestionar, todo en menos de 3 meses, ¿o cómo explican la debacle de un equipo que incluso jugó una final de Concachampions?.

Lo que invito a reflexionar, lo que invito a analizar, es cómo en tan poco tiempo se murió el “Solarismo”, ese que sin jugar espectacular, era práctico, efectivo, pero aburrido. Sí, ese americanismo que prometía, el que traía sangre blanca y veían como el Real Madrid de México.

Mataron al “Solarismo” y lo mataron desde adentro, América se dio un balazo en el pie y la pregunta ahora sería no si se va el técnico, sino, ¿a quién van a traer? Porque el mal de las Águilas no está en el banco solamente, sino en toda la casa.

Luis Enrique Alfonzo en Twitter: @LEAdeportes