Trece civiles muertos, incluyendo niños y tres tropas norteamericanas heridas es el resultado de dos explosiones, una con un chaleco explosivo y otra con un coche bomba, dentro de las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Kabul en Afganistán.
Conforme se acerca la fecha límite impuesta por el Talibán, las escenas de la retirada del otrora “ejército más poderoso del mundo”, el de los Estados Unidos, se vuelven cada vez más desesperadas y mortíferas. En esta ocasión, los ataques terroristas han sido atribuidos al grupo denominado como el “Estado Islámico” o ISIL, mismo que se encontraría presuntamente desarticulado, hasta ahora.Uno no quiere ser mal pensado, pero todo parecería que se está tratando “calentar la plaza” para obligar a Joe Biden a que de su brazo a torcer y de marcha atrás a la evacuación total de territorio afgano para el próximo 31 de agosto.
Como siempre, las personas que más sufren son los civiles.
Videos horrorosos difundidos en redes sociales muestran los resultados de las explosiones, con varios cuerpos inertes mezclados con los sobrevivientes.
¿Era posible prevenir esta debacle en la retirada de las tropas de EU de Afganistán? Si.Ahí está el casó de otros países europeos como Alemania, que no cayeron en la reacción visceral de cerrar sus embajadas y han estado en contacto con representantes del Talibán para evacuar a las personas que sean necesarios de territorio afgano.
Que diferencia la situación de ahora con la de noviembre o diciembre de 2001, cuando el Talibán estaba contra la pared y ofrecieron rendirse ante los invasores gringos y británicos, pidiendo nada más una amnistía general. Tanto sufrimiento y tantas muertes pudieron haberse prevenido.