Los abogados de Jaime Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’, quieren engañar a ciudadanos de Nuevo León con la falsa premisa de su supuesto influyentismo en el gobierno de Samuel García.

Mientras “El Bronco” lleva su proceso en la cárcel, los responsables de su defensa han montado un show en donde quieren hacer creer en la complicidad de un acuerdo por la impunidad.

Nada más alejado de la realidad. El proceso contra el exgobernador se mantiene activo por delitos electorales y desvío de recursos, y ante un escenario poco favorable, la estrategia de sus defensores es meter grilla y chisme.

En las últimas semanas, desde la detención del exgobernador Jaime Rodríguez Calderón y de todas las denuncias y carpetas penales y administrativas impuestas al gobierno anterior por delitos electorales y corrupción, el abogado Miguel Zárate (quien ahora coordina y lleva la defensa de tales averiguaciones y juicios) se ha hecho de un modus operandi poco profesional, inetico, irresponsable, inclusive ilegal.

Alegando que fue maestro del hoy gobernador Samuel García y exsocio de Juan Isidoro Luna, subsecretario de Asuntos Jurídicos y Participación Ciudadana de la Secretaría General de Gobierno, ha prometido impunidad y ha acaparado con tal operación todos los asuntos en comento, entre ellos, los del gabinete del exgobernador, suegra, esposa, proveedores, entre otros servidores públicos.

No solo eso, con contactos y complicidades realiza chicanadas, triquiñuelas y demás ilegalidades para evadir la justicia de sus ahora clientes a quienes promete gestiones, favores  o consideraciones de cualquier tipo.

La penosa arrogancia de Miguel Zárate ya ha sido desmentida incluso por integrantes del actual gobierno de Nuevo León.

En una carta, Juan Isidoro Luna, actual Subsecretario de Asuntos Jurídicos y Participación Ciudadana de la Secretaría General de Gobierno, se ha separado de cualquier tipo de vínculo con el “abogangster” del exgobenador.

“Les informo que no tengo ninguna relación con el despacho Zárate Abogados, no soy socio, no formo ni he formado parte de las personas morales que lo constituyen, ni tengo ni he tenido participación accionaria o partes sociales en esa sociedad civil o en alguna otra vinculada al despacho, ni tengo algún tipo de beneficio, remuneración, comisión o retribución económica en los asuntos que se atienden en ese estudio jurídico.

No tengo injerencia, conocimiento, patrocinio, ni participación en los asuntos legales que esa firma legal o cualquier otra lleven en contra del Estado de Nuevo León, incluyendo sin limitar la defensa de funcionarios públicos en el pasado o actualmente, o negocios jurídicos relacionados a esos temas de corrupción o de cualquier otra índole.”

Juan Isidoro Luna

Esperemos que los asesores del gobernador ya se pongan a trabajar y ofrezcan evidencia que dé alguna esperanza a su cliente, quien al parecer está gastando los recursos que le quedan en abogados carentes de argumentos jurídicos y principios de vida.