Te conjuro, Oxxo, enemigo de la Comisión Federal de Electricidad, reconoce la justicia y la bondad de la reforma eléctrica. Te conjuro, Diablo Fernández, príncipe de este mundo, reconoce el poder y la fuerza de la 4T, que te venció en 2018, prevaleció en Palacio Nacional y te despojó de impuestos atrasados.

Diablos del horno,

traédmele en torno;

diablos de la plaça,

traédmele en dança;

diablos con arcabuz,

ya paguen la luz.

Marta Marás,

la que en los infiernos estás:

tres cabras tienes,

y las ordeñarás,

y tres quesos harás:

el uno es para el diablo mayor,

Fernández Carbajal,

y el otro para su compañero,

Carlos Salazar,

y el otro para el diablo cojuelo.

Así como estás encadenada,

así venga este hombre atado y ligado,

y pague Oxxo la electricidad

que a la CFE no ha pagado

Hace años me invitó a tomar un café el señor José Antonio El Diablo Fernandez Carbajal. No recuerdo para qué. Lo había conocido mucho tiempo antes en las aulas del Tecnológico de Monterrey. Aunque es apenas uno o dos años mayor que yo, fue uno de mis maestros. Hombre sin duda inteligente, impartió una clase de investigación e operaciones, que es una rama de las matemáticas utilizada en la ingeniería industrial que no me pareció interesante. Igual me reprobó, no sé. Lo volví a ver cuando él ya era un joven y pujante empresario. Me buscó varias veces para aclarar temas de mi columna publicada diariamente en El Norte, de Monterrey, hermano mayor de Reforma, de la Ciudad de México, y de Mural, de Guadalajara.

Cuando dejé los diarios de la familia Junco y me convertí en director de las empresas editoriales de Francisco González —dueño de MilenioEl Diablo me siguió buscando para lo mismo: aclarar opiniones o noticias relacionadas con sus negocios, que son enormes, como Oxxo.

En algún momento, cuando yo ya tenía cercanía con AMLO, recuerdo que El Diablo me contó lo siguiente: “Estuve en una comida de empresarios con el jefe de gobierno capitalino, quien se sentó a mi lado. De pronto entraron los fotógrafos de los diarios y los camarógrafos de la TV. Entonces, pensé: puedo hacer publicidad con la popularidad del Peje. Así, acerqué una botella de Sol —eran los tiempos en los que Fernández presidía la Cervecería Cuauhtémoc— y discretamente la puse al lado de López Obrador, para hacerle promoción a nuestra cerveza. Muy vivo, Andrés Manuel se dio cuenta y rápidamente quitó la Sol: ¡la puso en el suelo mientras los fotógrafos y camarógrafos estuvieron ahí. Cuando se retiraron la subió a la mesa y no la tocó”.

Lo que hubieran pagado por una foto con AMLO publicitando sus productos o empresas… habrían quizá hasta entregado sus almas nuestro Diablo Fernández y su entonces colaborador Carlos Salazar —este último hoy amigo del presidente por su trabajo al frente del Consejo Coordinador Empresarial—.

Pues bien, hoy Andrés Manuel le ofrece al Diablo publicidad gratuita: que vaya a la mañanera a debatir con el presidente de México acerca de si Oxxo paga lo justo, o no, por la luz que consumen sus más de 17 mil tiendas.

Dijo Andrés Manuel López Obrador:

“Ojalá venga el señor (José Antonio) Fernández y va a ser bien tratado, de manera respetuosa, y que traiga sus argumentos o sus técnicos; está invitado, porque esto ayuda mucho a aclarar las cosas. Además, se va a ahorrar dinero porque no van a tener que estar pagando publicidad”.

¿Desaprovechará El Diablo tan valiosa oportunidad? Parece que sí, según dijo uno de sus voceros, Roberto Campa, al columnista Francisco Garfias, de Excélsior: “No estamos en la idea de un toma y daca con el gobierno”.

Ni hablar, tiene razón el refrán: Bien sabe el diablo a quien se le aparece. José Antonio no irá a la mañanera porque si no logró que AMLO se retratara hace años con una de sus cervezas, casi seguramente no tendrá argumentos para demostrar que los Oxxo pagan lo justo por la luz y en una de esas el presidente lo convence de prometer en público que ya va retribuir a la CFE como es debido.

Ni duda cabe, la demonología ha estado siempre en lo cierto: la luz (en este caso la de la Comisión Federal de Electricidad) es el gran enemigo del Señor de las Tinieblas.