IRREVERENTE

La idea surge con el método de la cucharilla de Newton

Les platico:

Los mejores proyectos se le ocurrían a Newton en el umbral que existe entre la conciencia y el sueño. Algunos le llaman a eso la “duermevela”.

Cuando descubría, la “patentaba” en su mente.

En el siglo XVI no se podía patentar como sucede hoy, que hasta las p3nd3jadas se patentan.

A los que escribían sus ideas y no podían patentarlas en el año 1700, se les llamaba genios.

A quienes en este siglo XXI sí pueden escribir, publicar y hasta patentar p3nd3jadas, se les debería de llamar p3nd3jos.

Sucedía que justo en ese trance, a Newton se le ocurrían los mejores proyectos.

Eran primero ideas, luego, al caer la cucharilla al suelo, estando en pleno trance creativo de la “duermevela”, se despertaba y dedicaba la madrugada a escribirlas.

A veces se llevaba horas y cuando amanecía y todos a su alrededor se despertaban y se iban a lo suyo, él plácidamente se dormía, y a lo mucho cuatro horas después, despertaba con un nuevo proyecto de vida… y de negocio.

En los siguientes días, semanas o meses, con la idea ya desarrollada por escrito, buscaba que fuese publicada y de lo que sucedía después, miles de millones seguimos dando cuenta.

Con esa técnica, “la duermevela”, se me ocurrió lo que en seguida les voy a platicar.

Al fin y al cabo, vivimos en el país y en el tiempo de las ocurrencias.

Total, una más no le hará daño a nadie.

Lo peor que podría suceder es que nos quedemos como estamos.

El Frankenstein que viene, por los dos lados

Lo mejor sería que a quienes va dedicado este artículo se dignen tomarlo en cuenta y -quién quita- les resulte algo por lo menos más bonito que el monstruo que tienen todavía tendido en la plancha, al que pretenden darle vida parchándolo con sobras y despojos cogidos de aquí y de allá.

· Cogidos de un partido, de otro y de otro.

· Cogidos del gobierno y de las legislaturas actuales.

· Cogidos del sector empresarial.

· E incluso -y esto es lo más triste- cogidos de sectores y organismos de la ciudadanía.

Por favor, que los del FAM y Morena y sus aliados no se den por agraviados, pero en ambos lados se está fraguando un “Frankenstein” al que construyen con parches, sobras y despojos cogidos de aquí y de allá.

Aclaración: Para no herir los castos y virginales ojos de los leyentes sensibles, “coger” es el verbo sugerido por la Real Academia Española, en vez de “agarrar”, porque solo los animales tienen “garras” y ellos “agarran”.

Los humanos tenemos dedos y con ellos cogemos las cosas.

Aunque muchos de a quienes me refiero aquí, ¡claro que en vez de dedos tienen garras! Por eso son proclives a usar la palabra “agarrar”.

Prosigo:

No tendría nada de malo saber que los del FAM y los de Morena y sus aliados están creando a un Frankenstein.

Pero en ambos frentes hacen eso con la presidencia de México en sus miras.

Hasta donde he visto hoy, el monstruito que sigue muerto en la plancha y al que quieren darle vida -otra vez- con parches, sobras y despojos- corren el riesgo de que cuando cobre vida, se los meriende a ellos mismos… y de paso detone sus tarascadas mortales a los humildes mortales que estamos fuera de lo que pomposamente llaman “Proyecto de Nación”.

¿Estoy haciendo muy largo el prefacio de mi tema hoy?

Es a propósito. Es deliberado.

Quiero alejar a los villamelones que gustan de opinan, criticar y pontificar sobre algo de lo que leyeron apenas el título y si acaso, uno o dos párrafos de cualquier publicación.

A esos bastardos de la opinión pública -profesionales y diletantes- no los quiero durante la lectura de mi columna de hoy.

Son un estorbo para la vida nacional.

Es más, son un “Proyecto Estorboso de Nación”.

¿Listos? ¡Arre!

Tanto los del FAM como los de Morena y sus aliados cometen el error de querer dar a luz un proyecto de campaña y luego “Proyecto de Nación”, utilizando como comadronas a gente y arrimados de los mismos partidos políticos a los que tanto criticamos.

Lo mismo aplica para los ex funcionarios o ex legisladores que se han sumado oficiosamente a sus causas.

Y tristemente, lo de las “comadronas de los mismos linajes” aplica también para los sectores empresarial y de los organismos cívicos ciudadanos.

Cierto, la ley electoral le pone un millón de trabas -de firmas- a las candidaturas independientes. ¿Verdad Verástegui?

Pero los presidentes de los partidos políticos en pugna podrían haber cedido en otros no identificados ni relacionados con sus linajes partidistas, la conducción del proceso electoral, de un bando y del otro.

1.-

Marko, Alito, Jesús, Mario, Beto y los verdes, hacen mal en liderar un proceso, porque los seis son algunos de los parches, sobras y despojos a los que me refiero aquí arriba.

Para taparle el ojo al macho, podrían haber prestado los logos de sus partidos para cumplir con los preceptos del INE y hacerse a un lado.

2.-

También lo son los oficiosos “estorbantes” -que no ayudantes- que pululan por los dos bandos del lado de legisladores y funcionarios que tuvieron que renunciar a sus puestos por andar en el mitote.

Fernández Noroña, Adán Augusto y otros de semejante ralea, por favor, dénse por aludidos.

3.-

Igualmente lo son quienes “sin querer ningún cargo público ni contrato alguno” se arrimaron o fueron arrimados por avie$a$ intenciones a las dos candidatas.

4.-

Y lo peor de todo, igualmente son parches, sobras y despojos quienes se ostentan como presidentes “u” lo que sea de organismos cívico-ciudadanos que andan en este asunto de las elecciones, en el mejor de los casos, por protagonismo puro.

Sé de varios de esos organismos cívico-ciudadanos que están conformados por 4 elementos: el presidente, su esposa o la novia, el hijo y el perrito de la casa.

¿Entonces?

Teniendo en mente esto, ambos “Proyectos de Nación” podrían estar siendo liderados por cualesquiera de los millones de talentos químicamente puros que existen en México, sin membrete, marca, logo u color alguno que los patrocinen.

¿Pues no que Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez son muy chingonas?

Con sus propios nombres -sin partidos de por medio- podrían ser puestas al verdadero arbitrio de la ciudadanía para ver quién de las dos merece más ser presidenta de México.

De los partidos políticos solo necesitarían los nombres del PRI, PAN, PRD, Morena, PT y el PVEM, para salirle al paso al veto que el INE pone a las candidaturas independientes.

Riesgo:

¿Saben cuál es el riesgo de mandar por delante las marcas de esos partidos políticos?

Que los perdedores serán despojados de un galón más en sus deshilachados y raídos uniformes.

Lo perderían en batalla, eso sí, pero ¿qué necesidad?

A menos de que…

Los partidos políticos no quieran sufrir la pérdida de los miles de millones de pesos que serán repartidos el próximo año después del resultado de las elecciones.

Los programas sociales del gobierno actual SÍ sean el factor del que se quiere coger el régimen para agenciarse el voto duro de los oprimidos.

Tanto Xóchitl como Claudia estén siendo obligadas a pagar las “cuotas” que los partidos les imponen, para meter en sus gabinetes a las fichas, corcholatas, taparroscas y contratistas que representen y defiendan los intereses de los verdaderos dueños de las próximas elecciones.

Ventaja:

La ventaja de que sean otros quienes lideren este proceso -por los dos bandos- es que los partidos y el gobierno no arriesgarían el “prestigio” de sus líderes ni de quienes mueven tras bambalinas sus hilitos, al momento de contar los votos de la derrota.

Es como una empresa que quiere lanzar un nuevo producto.

Si lo hace con su marca original y el nuevo producto fracasa, pierde galones la empresa misma.

Pero si lo lanza con una marca desconocida, si truena, el prestigio y las ganancias de la empresa quedan incólumes.

Cajón de sastre:

“¿Qué tal?”, pregunta y detona la irreverente de mi Gaby.