El día de ayer, en la conferencia mañanera, el reportero de Reporte Índigo, Carlos Montesinos le preguntó al Primer Mandatario del país sobre las próximas elecciones que se llevarán a cabo en la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA).

Un gran grupo de sobrecargos agremiados a dicho sindicato lleva años denunciando la dictadura de Ricardo Del Valle, el actual Secretario General. En la misma mañanera el reportero denunció las amenazas que existen en contra de la Doctora María Xelhuantzi, por parte del representante legal de ASSA, el Lic. Arturo Alcalde. Ella es académica por parte de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, y en fechas recientes publicó una investigación sobre el sindicalismo mexicano desde el año 1918 a 2019.

Dentro de su investigación se habla del caso del sindicato de sobrecargos ASSA, y del evidente conflicto de intereses entre la titular de la Secretaría del Trabajo Luisa María Alcalde y su padre, quien es el asesor legal de ASSA. El artículo académico en cuestión se titula “Las elecciones en ASSA y las trampas de la Reforma Laboral”.

Como lo he mencionado con anterioridad en este mismo espacio, Ricardo Del Valle cuenta con el espaldarazo de la propia Secretaria, por lo que hay un fundado temor entre los sobrecargos de que manipulen las elecciones para que resulte ganador el actual secretario.

Resulta totalmente inaceptable que un abogado, por muy padre que sea de una Secretaria de Estado, amenace a una académica por el solo hecho de develar una verdad: la corrupción imperante que existe dentro del sindicato de ASSA, en el que pretende reelegirse Ricardo Del Valle, por cuarta vez, para un quinto periodo al frente del sindicato. Les comparto el intercambio de palabras que tuvieron el Licenciado Arturo Alcalde Justiniani y la Doctora María Xelhuantzin López:

“Arturo Alcalde Justiniani: Me extrañó tu agresividad e insultos en contra nuestra después de tantos años de conocernos y habiendo podido hablar antes para aclarar información, pero ni modo.”

“Doctora Xelhuantzi: No son insultos. Me disculpo por mi demora en responder, estuve ocupada todo el día. Supongo que se refiere usted al artículo sobre las elecciones en ASSA y la reforma laboral. Se trata de un artículo de análisis académico, que forma parte de una investigación que estoy realizando, en la que todo está debidamente documentado y es comprobable, como por ejemplo los plantones que tuvieron que efectuar integrantes del Comité de ASSA para ser recibidos por la Secretaria del Trabajo, en contraste con el trato al Secretario General.

Tengo muy bien sustentado el tema de las enormes asimetrías de poder, que la llamada reforma laboral soslayó. Lamento que términos y conceptos de la Ciencia Política, como posiblemente conflicto de intereses, le parezcan insultantes. Creo que más bien los insultos los estoy recibiendo yo de su parte, no soy su empleada y no puede dirigirse a mí como si lo fuera.

En efecto, nos hemos visto y coincidido a lo largo de muchos años, en programas de televisión o en conferencias fuera de México, desde la época en que usted era antagonista de los acuerdos de libre comercio, pero eso de ninguna manera le da derecho a suponer que “podíamos haber hablado antes para aclarar información”.

“Esto me resulta particularmente ofensivo, no sé qué clase de académica cree usted que soy, no voy a traficar ni a cambiar mi análisis sobre hechos y evidencias que las y los sobrecargos tienen perfectamente acreditados. Si usted no sabe, por ejemplo, que el Secretario General sigue condicionando la contratación de las trabajadoras y trabajadores a que voten por él, entonces lo conmino a que investigue y vea lo que usted está convalidando. Lamento mucho que ahora el pensamiento crítico le resulte insultante.”

Dentro de su respuesta a la pregunta del reportero, Andrés Manuel dijo que somos un gremio constituido en su mayoría por mujeres, lo cual es correcto y que además cuando viaja suelen acercarse a él para denunciar lo que sucede al interior del sindicato, por lo que recomienda que se respete el voto, que sean limpias las elecciones, que sea libre sin la coacción del voto, y agrega algo muy llamativo: “que no haya cacicazgos…que no haya la tentación a los liderazgos charros”, ¿Y cómo se le debe llamar entonces a la gestión de Ricardo Del Valle, quien pretende eternizarse en el cargo de la Secretaría General? ¿Podemos hablar entonces de un “cacicazgo”? ¿De un liderazgo “charro”? ¿De ambos?

Ricardo Del Valle Solares ha tenido durante mucho tiempo -11 años para ser precisos- el poder absoluto del sindicato, pero al día de hoy las cosas al interior del gremio están cambiando; los compañeros ya están cansados del terrorismo sindical que utilizan tanto él como sus más allegados.

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Acciones deleznables que van desde llamadas telefónicas recordando todos y cada uno de los favores que en su momento se le han brindado al compañero o compañera, hasta llegar a la intimidación de solicitar fotografía del voto, o de lo contrario Ricardo usará su poder e influencias para correrlos y dejarlos sin trabajo.

La gente de Ricardo se encuentra coaccionando el voto, hablando de que en caso de que él no gane, llegará el apocalipsis al sindicato y lo más seguro es que Aeroméxico decida correrlos; sin embargo los agremiados ya no se van a callar y han alzado la voz para denunciar esta y todas las demás tropelías que Ricardo ha cometido y lo sigue haciendo.

Por ello me parece de suma relevancia que el tema se aborde en una palestra con tanta difusión como la Conferencia Mañanera del Presidente de la Nación, porque queda patente que está advertido que los sobrecargos no queremos más liderazgos sempiternos y corruptos.

El sindicalismo de nuestro país debe ser analizado. Para que vean la importancia del tema, cito los siguientes datos: 10 familias controlan el 60% de los sindicatos en este país, y el 43% de ellos están con el Partido Revolucionario Institucional (PRI). La democratización de los sindicatos es vital para el desarrollo de nuestro país, a la par que la lucha por el mejoramiento de las condiciones laborales de todos los trabajadores.

Este caso es tan solo una muestra de otros muchos sindicatos con liderazgos anquilosados y Secretarios Generales que no quieren soltar el poder. En el caso particular, Ricardo Del valle tiene pánico de dejar el cargo de Secretario General y tener que regresar a volar bajo las condiciones en las que mantiene tanto a los sobrecargos de Aeroméxico como los de Aeromar. No hablamos de los de Mexicana de Aviación y de Click porque en los hechos solo existimos en época electoral y para el discurso vacuo.

Tal y como lo vengo escribiendo en diferentes espacios: no se puede tapar el sol con un dedo. El conflicto de intereses en materia laboral que tienen Arturo Alcalde y su hija Luisa María es más que evidente, y que no se tomen medidas pertinentes al respecto ha caldeado mucho los ánimos en los sindicatos, que tienen verdadera fe en que junto con la 4T lleguen vientos de cambio y de verdadera democracia.