En la truculenta historia de ABC Aerolíneas, S.A. de C.V., su director adjunto Carlos Del Valle se ha empeñado en divulgar una narrativa que no corresponde con la realidad, sino que son fantasías, sueños o buenos deseos, en el mejor de los casos.

Mientras este simpático personaje se dedica a otorgar entrevistas a diestra y siniestra, asegurando el próximo regreso a los aires de Interjet, la realidad se hace presente y le golpea en el rostro de forma más bien funesta.

Ya no solo son los trabajadores a quienes Interjet les debe de pagar poco más de 2 mil millones de pesos. Derivado de una acción colectiva ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), los miles de pasajeros defraudados por la aerolínea Interjet también tendrán que ser resarcidos.

Dejen les cuento, dentro de su narración mentirosa, Carlos Del Valle incluyó el tema de los boletos de avión que no se usaron, y en sus intenciones de evadir responsabilidades, tuvo la genial idea de inventar un cuento chino de dimensiones apoteósicas: aseguró que Interjet no tenía el dinero de los boletos adquiridos, toda vez que no pueden ser “cobrados” hasta que el avión despega. Permítanme estimados lectores hacer una pequeña pausa… es que ya no sé si seguir riendo, o de plano ponerme a llorar.

Fueron múltiples las entrevistas que dio Carlos Del Valle en las que mencionó el argumento anterior, asegurando que son los bancos quienes tienen retenido el dinero de los boletos, no la aerolínea; ¿En serio?, Imagine Usted, amable lector, a los bancos e instituciones de crédito llamando a Interjet para preguntar: ¿Despegó el avión?... ¿Sí?... ok, entonces le hago su depósito… ¿No despegó?... entonces me quedo con el dinero en espera de que el avión despegue… me avisan si el titular de la tarjeta se subió o no al avión, por favor…

Obviamente no es así. En cuanto el pasajero compra su boleto, el dinero se va directamente a las cuentas que tiene la aerolínea con el banco, la institución financiera no “retiene” el dinero, mucho menos tiene personal dedicado a verificar sí los aviones “despegan” para hacer el “pago”.

Con el discurso anterior intentó aplacar la furia de miles de pasajeros que, con toda razón, demandaron el reembolso de sus boletos, mientras Interjet se negaba, escudándose con el argumento de que el dinero no lo tenían ellos, sino los bancos. Por supuesto, los bancos les dijeron la verdad: el dinero está en manos de la aerolínea.

Independientemente de que la industria aérea tiene un manejo especial, en el caso de la compra de los boletos, la falacia que soltó para no regresar el dinero a los usuarios, es una clara prueba de que el vocero de Interjet tiene mucha cara dura y poca vergüenza.

Fue necesaria una acción colectiva de los usuarios de la aerolínea Interjet, y la intervención de la PROFECO, para que el juez Noveno de Distrito en materia civil, de la Ciudad de México, fallara a favor de poco más de 7 mil pasajeros, a quienes se les deberá pagar más de 144 millones de pesos.

Para llegar a esta resolución, los pasajeros que se unieron para realizar esta demanda colectiva, agotaron todas las etapas procesales del juicio; con fecha del 3 de octubre del 2022, se emitió la sentencia definitiva que condena a la aerolínea Interjet a pagar, como consecuencia de algo que para los usuarios era obvio desde el principio: Interjet no cumplió su parte del contrato.

Pero eso no es todo, los usuarios de Interjet recibieron otra buena noticia. Todos aquellos que no se hayan sumado a la demanda colectiva, tienen un plazo de un año (del 24 de octubre de 2022 al 24 de octubre del 2023), para presentar pruebas de que fueron defraudados por ABC aerolíneas.

Interjet operaciones vuelos

Por lo pronto son dos sentencias firmes: tanto el laudo ganado por los trabajadores ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y ahora esta demanda colectiva en la PROFECO por parte de quienes fueran usuarios de la aerolínea. Sin contar sus problemas con el SAT y el más importante de todos: el Concurso Mercantil.

Hay algo que nos queda más que claro: el regreso de Interjet a los cielos no son más que cuentos chinos de la familia que -dicen- adquirió las acciones para que los verdaderos dueños de Interjet, la familia Alemán, pudieran lavarse las manos de su responsabilidad.

En otra de mis columnas, publicada en este espacio, les hablaba de la responsabilidad que en todo momento tiene la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), y quiero ahondar en ello.

En el documento de Concesión en favor de “ABC AEROLÍNEAS”, S. A. DE C. V, que puede consultarse en el portal de la propia SICT, podemos ver que el punto 11.9 dice:

“Asimismo, será causa de revocación la modificación sin avisar a “LA SECRETARÍA”, de la información con la que se acredite la capacidad técnica, jurídica o administrativa que varíe sustancialmente las circunstancias que fueron tomadas en cuenta para el otorgamiento de esta Concesión.”

“ABC AEROLÍNEAS”

Al igual que sucedió hace más de 12 años con la fraudulenta venta de Mexicana de Aviación por la ridícula cantidad de mil pesos, ahora en el caso de Interjet, el 2 de diciembre 2020, Alejandro Del Valle, Presidente del Consejo de Administración, sin especificar en qué fecha se realizó la transacción, informa que se quedan con el 90% de las acciones de la aerolínea, dividiéndose de la siguiente manera: el 50% está en manos de Samantha Elizabeth Del Valle Guerrero, y el 40% lo tiene Carlos Del Valle Guerrero, quien desde julio del 2020 comenzó a ocupar el cargo de Director Adjunto.

Se supone que la familia Del Valle iba a invertir 150 millones de dólares, pero esto nunca sucedió. En todo esto la SICT ha quedado al margen, pues no intervino en la compra-venta de acciones, y no le ha importado que las condiciones en que se otorgó la concesión ya cambiaron radicalmente, al grado que la aerolínea se encuentra demandada por un tercero interesado dentro de un Concurso Mercantil.

Las cosas como son: la única dependencia que sí hizo su trabajo, como podemos comprobar que lo sigue haciendo, es la PROFECO, quienes desde el mes de diciembre de 2020 advirtieron a los pasajeros que no compraran boletos de avión con Interjet, sin embargo ante la falta de vigilancia por parte de la SICT, se permitió que miles de pasajeros fueran defraudados. Ahora habrá que ver de dónde saca el dinero la familia Del Valle, pues en los hechos, no cuentan con los fondos suficientes.

La PROFECO ya ha dado un gran paso, falta que así lo haga la SICT, y que sus titulares dejen de estar “ausentes” y evadiendo su responsabilidad. No es crueldad decirlo así. Crueldad es dejar tanto a trabajadores como a pasajeros en la ignominia. Necesitamos que en la SICT se pongan las pilas y vean cómo y cuándo se les va a pagar. No será sencillo ejecutar las resoluciones. En la historia de nuestra historia, podemos contar por cientos los juicios ganados, con laudos firmes, definitivos e inapelables, pero que no pueden ser ejecutados.

Mis mejores deseos a los pasajeros; ojalá puedan recuperar su dinero. Es una lástima que las cosas hayan tenido que llegar a estas instancias, pues Interjet era una buena línea aérea. Lo digo con conocimiento de causa, pues muchos aspectos en su forma de trabajar y brindar el servicio fueron gracias a los trabajadores de Mexicana de Aviación que pasaron por Interjet y dejaron lo mejor de sí. No puedo decir lo mismo de los dueños -reales y ficticios-, a quienes no les han importado ni trabajadores, ni usuarios de su aerolínea.