En el imaginario popular, y más en estos últimos años con el gobierno de la Cuarta Transformación, se tiene la “creencia” de que todos los males de la aviación son por culpa del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el “Benito Juárez”.

Tengo tiempo observando los comentarios que en diferentes redes sociales hace la gente, acerca de los problemas que viven cuando viajan, ya sea por retraso en el entrega de equipaje, demora en la salida o llegada de su vuelo y el peor escenario: la cancelación del mismo.

Hoy, gracias a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) de nuestro país, podemos hablar con los pelos de la burra en la mano, y decir “quién es quién en las demoras”. En estos días la AFAC publicó los números sobre las demoras del primer trimestre del año, y a quién son imputables las mismas.

Los números no dejan lugar a dudas, así que procederemos a su análisis

Se divide en dos grandes rubros: a) Repercusiones de un tercero y b) Operaciones aerolínea; cada uno de ellos con diferentes puntos a analizar particularmente.

Comencemos con “Repercusiones de un tercero”, esto es, cuando la aerolínea o aerolíneas no son responsables directas de las demoras. Pueden ser uno o varios actores esos terceros, y no siempre es el mismo; es decir, no solamente el AICM es el tercero responsable, porque intervienen otros y muchos factores además.

Para los que no conozcan el número de operaciones que se llevan a cabo en el AICM durante un trimestre, tal vez les parezca una grosería decir que hubo ¡siete mil demoras! Pero vayamos con calma.

El principal responsable de las demoras ha sido el clima, esto es, los eventos meteorológicos provocaron durante el primer trimestre de este año 7,643 demoras; y como los humanos todavía no dominamos en clima, esta es la principal causa. ¿Les parecen muchas? Debo decirles que cada vez se va a poner peor, gracias al cambio climático.

Posteriormente tenemos el renglón de “Evento ocasional”, que arroja 1,629 demoras. Como su nombre lo indica, suceden esporádicamente y puede ser atribuido a diferentes causas, por ejemplo por una mala comunicación con la Torre de Control, tráfico en la pista, etc.

Por “Infraestructura aeroportuaria” hubo 1,526 demoras en el primer trimestre del año. Aquí sí, la culpa es del aeropuerto, ya sea porque no hubo puertas, ni posiciones remotas disponibles.

Hubo 137 demoras por los aerocares, estos camiones que llevan a los pasajeros del edificio terminal al avión; puede ser el camión tradicional y posteriormente suben por una escalera los pasajeros a la aeronave, o puede tratarse de camiones que se acoplan a la puerta del avión.

Siguiente renglón: “Aplicación de control de flujo”; con esto nos referimos a los filtros de seguridad, y qué tan rápido hacen su revisión para pasar de los mostradores a la salas de espera; y en este rubro se registraron 59 demoras en el trimestre.

Y por último, se tuvo una sola demora por culpa del pasillo telescópico, también conocido como gusano o jetway. No sabemos si se acopló o desacopló a destiempo, porque ese detalle ya no lo especifica la AFAC.

Pasemos ahora a la responsabilidad de las aerolíneas

1,610 demoras durante los primeros tres meses del año fueron por mantenimiento a las aeronaves. Esa es la principal causa de demoras en las aerolíneas.

Seguimos con 976 demoras a cargo de las tripulaciones, ya sean de cabina de pilotos o de pasajeros, muchas veces por mal manejo o errores del centro de operaciones de las líneas aéreas, que asignan mal a una tripulación, o bien por problemas de jornadas vencidas, y tienen que bajarlos de vuelo, ocasionando con ello una demora.

El siguiente rubro es “Tráfico/documentación”: 430 en el primer trimestre, esto sucede cuando hay mucha gente que a veces no suele llegar temprano y se documentan tarde ocasionando una demora, también cuando pasajeros ruegan porque el avión no salga, porque falta uno o varios pasajeros en el vuelo, se le suele cargar la demora a los trabajadores de tráfico.

Por “carga” se tuvieron 352 demoras, ya sea por falta de personal que trabaja de forma indirecta a las líneas aéreas, muchos de ellos contratados en “Empresas de servicios especializados” atienden la carga de varias compañías y a veces no se pueden partir en dos para agilizar la subida y bajada de equipaje de los aviones, y terminan causando una demora.

Sucede también cuando un pasajero decide a última hora bajarse de su avión, ya sea por voluntad propia o porque se puso violento, el vuelo se demora porque por seguridad debe de bajarse su equipaje documentado de la panza del avión.

“Repercusiones”, es el nombre que se le da a las demoras acumuladas por culpa de las líneas aéreas, una demora de un vuelo causa un efecto dominó en los siguiente vuelos lo que hace que estos a su vez se demoren, y los trabajadores de las aerolíneas luchan para “recuperar la demora”; a veces se logra hasta después de 24 horas, pero obviamente ya fueron afectados durante ese tiempo varios vuelos.

En el caso de las demoras por “Rampa Aerolínea”, es por los trabajadores que remolcan el avión, ya sea porque el carrito se descompuso, no se acoplaron bien, o falta personal, por ahora eso es muy común y también es responsabilidad de las líneas aéreas.

Tuvimos tan solo 6 demoras por culpa de Comisariato, esto es, los responsables de subir las comidas y bebidas a los aviones. Sólo una demora en tres meses por un incidente en el AICM y una demora por un accidente; esto puede ser un camión que golpea un avión en tierra, que es lo que a veces pasa.

Así son los números que nos reporta la propia AFAC en materia de demoras, durante el primer trimestre del año.

Desde que comencé a volar en 1998 en Mexicana de Aviación, me gustaba platicar con los pilotos, y estos hacían la observación en ese entonces de que cada vez se buscaba volar a una mayor altitud para evitar las turbulencias, sobre todo las de aire claro.

Es una realidad, el cambio climático nos debe obligar a voltear y darnos cuenta que las demoras que se sufren en el AICM es por causas de eventos meteorológicos, como la niebla, lluvia, o la peligrosa turbulencia en aire claro, también conocida como windshear.

Es por ello que la industria aeronáutica mundial está trabajando en disminuir su huella de carbón, para ir aletargando los efectos del cambio climático, responsable como lo podemos ver, de la mayoría de las demoras en la aviación.

Es evidente que las empresas de aviación no van a salir a decir: “sí nosotros somos culpables por asignar mal los vuelos, por explotar a nuestras tripulaciones al máximo al igual que a nuestros equipos y que a la mera hora fallan, y hay que darles mantenimiento, para la seguridad de los usuarios”.

No, es más fácil culpar a un ente demonizado como lo es el AICM, que se ha convertido en el villano favorito, porque malo si no le dieron mantenimiento durante años y malo si van a cerrar las pistas por mantenimiento.

Aprovecho para informales, porque los medios de comunicación me queda claro no distinguen entre una pista y una calle de rodaje: la que se va a cerrar de aquí hasta diciembre, es la calle de rodaje Bravo por mantenimiento, que se hará de forma paulatina.

Esta calle sirve para que los aviones circulen para llegar, tanto al edificio terminal como a las pistas de despegue y aterrizaje.

No es una pista.