Puebla ha sido uno de los lugares que más me han marcado en la vida. Digo esto por si notan en mi columna un toque de nostalgia y amor por este estado.

Aquí en Puebla, lugar desde donde ahora les escribo, nacieron mi madre y mi  única hermana y con ellas se tejieron cientos de historias con la familia de mi madre que vive acá. Momentos siempre felices.

Siempre me gustó Puebla, mis mejores vacaciones las vivía año con año acá. No necesitaba más para ser feliz, más que sentir el cobijo de mi familia y verla unida ….

Puebla sigue teniendo ese toque de ciudad y de provincia a la vez. Tenía años que no regresaba a ella. Y está intacta a mi parecer.

Pero me sorprendió algo más que me dejó pensando y reflexionando mucho: Los poblanos no tienen a su gobernador… de pronto se han quedado sin que alguien los dirija. Aún cuando entró un sustituto inmediatamente, se siente en el ambiente una sensación de orfandad. Pero el que lamentablemente haya fallecido Luis Miguel Barbosa, no detiene a los poblanos.

Es una ciudad que sigue de pie por su gente. Y entonces es ahí cuando me cuestiono qué tan necesarios son los gobernantes, y me quedé pensando en que una ciudad, cualquier ciudad de la República camina por su gente, por esa gente que se para muy temprano para ir a trabajar, para generar empleo, para salir adelante.

Ayer en la cena navideña platicaba con mi familia poblana acerca de su percepción por la muerte de su gobernador.

Por supuesto que no es representativa su opinión pues sólo me estoy enfocando en pocas personas, pero deja ver mucho de cómo se han vivido los gobiernos acá.

Curiosamente mi familia poblana tiene un profundo arraigo a su estado, y ninguno ha considerado jamás la idea de partir, no obstante para uno que otro la vida los ha llevado por otros caminos.

Ayer les pregunté directamente qué sentían ante el fallecimiento de Barbosa.

Me comentaron que a mucha gente realmente no le dolió su partida, pues consideran que él tuvo que ver en el atentado contra Moreno Valle y que era un especié de karma que le había tocado pagar .

Y realmente acá a él y a su esposa se les quería y se les respetaba.

Les pregunté acerca del actual gobernador y no tienen idea de quién sea, realmente lo viven como una imposición, pero no se revelan ante ello, siguen trabajando y viviendo para sacar adelante a sus familias.

Entonces con o sin gobernador Puebla ha sabido caminar. Realmente es un estado con mucha fuerza y serán aguerridas las elecciones para ellos pues por supuesto que para Morena, este estado es una joya pero también el PAN quiere reposicionar  su lugar pues desde siempre han sido panistas.

Puebla representa el ejemplo de la fuerza ciudadana, esa que se levanta todos los días para sacar adelante sus vidas.

Me llevo en mi corazón un pedazo de Puebla y mis recuerdos, sus olores, su gente, su comida… El cobijo de una familia. Ahora sé que no estoy tan sola.

Les deseo a todos los que me leen que tengan una Navidad de paz , siempre deseo paz para los demás, porque la felicidad son sólo breves instantes. La paz trae felicidad y calma.

Les deseo eso y mucho más. Estoy convencida que somos una gran nación. Fuerte y poderosa. Que les quede bien  claro a todos los que quieran postularse para cargos políticos: nos tienen que convencer. Ya no somos el pueblo ignorante y dormido.

Andamos sí, bastante avispados. Merecemos buenos gobiernos con buenos gobernantes. No merecemos menos que eso. El día que nos quede claro lo que valemos como país, ese día cambiarán las cosas para todos.

Adiós Puebla y gracias por tanto .

Es cuánto.