La inflación es un fenómeno económico multifactorial. Sin embargo, suele sufrir de connotaciones negativas debido a episodios históricos que resultaron perjudiciales para los intereses de las naciones. En este contexto, recuerdo la inflación en Alemania durante la República de Weimar, lo que condujo, a la postre, a que el Bundesbank (léase, el Banco Central alemán) y luego, el Banco Central Europeo, adoptasen el combate contra la inflación como dogma de su política monetaria.

Hoy el mundo vive una inflación sin precedente en los últimos años. De acuerdo a estimaciones recientes, Estados Unidos alcanzaron el 5.4 por ciento a lo largo de este año, la zona euro un 3 por ciento y Brasil un alarmante 9 por ciento, entre otros. Este fenómeno inflacionario ha recordado el 14 por ciento alcanzado por nuestro vecino del norte en 1980.

¿Cómo entender la inflación y sus causas? La principal razón reside en la recuperación económica de 2021 en relación con la crisis del año anterior provocado por la irrupción del coronavirus. Tras una buena recuperación (la OCDE estima un crecimiento global del 5.6 por ciento) viene normalmente un fenómeno inflacionario; derivado de mayor empleo y por la circulación de dinero en el mercado. Lo anterior, aunado a las bajas tasas de interés establecidas por los bancos centrales, ha generado un aumento generalizado de los precios en el mundo.

En adición, el paquete económico de 1.9 billones de dólares, impulsado por el presidente Joe Biden como medio de recuperación ante la crisis provocada por la pandemia, también ha contribuido al incremento de la demanda, y ante el estancamiento de la producción y de la oferta, al aumento de los precios.

México no es la excepción. Especialistas prevén una inflación del 7.2 por ciento. Sin embargo, las malas noticias para nuestro país es que el fenómeno inflacionario no irá acompañado de un buen crecimiento económico. De acuerdo con la OCDE, México crecerá apenas un 3.3 por ciento (en comparación con el 5.6 por ciento mundial) lo que coloca a nuestro país con bajo crecimiento en relación con el brutal ascenso de los índices de la inflación. En otras palabras, la economía mexicana crecerá, a diferencia del promedio de los países del mundo, insuficientemente en términos de los índices inflacionarios.

El Banco de México tendrá, en consecuencia, una ardua labor hacia los próximos meses. Su Junta de Gobierno, asistida por sus competentes cuadros técnicos, deberá implementar una política monetaria que coadyuve al control de la inflación en vistas del magro crecimiento económico. Confiemos, por tanto, en el juicio de Victoria Rodríguez Ceja, futura gobernadora del banco central, y del resto de los miembros que encabezan la institución.

En conclusión, la inflación NO es un tema exclusivo de México, sino que se trata de un fenómeno global provocado por la recuperación económica, el crecimiento del PIB, el aumento del empleo y la inyección de billones de dólares a la primera economía mundial. Sin embargo, el Banco de México sí que deberá adoptar políticas monetarias pertinentes que ofrezcan un equilibrio a la realidad de la economía nacional.

José Miguel Calderón en Twitter: @JosMiguelCalde4