Los datos del presidente arrojan que asistieron 500 mil personas al mítin… del presidente. Porque eso es lo que fue: el mítin del Presidente. Peor: fue el mitin  para el presidente.

Aunque claro, para disimular que era para él, pues por ahí le pusieron de pretexto la expropiación petrolera. Pero francamente ya a nadie engañan.

Salió Martí Batres dando un mensaje grabado con los ojos desorbitados de felicidad diciéndonos que los conservadores estarían muy enojados porque estuvo “llenísimo” el Zócalo.

Parecía adolescente grabándose en el espejo de un bar con varios tequilas encima, diciendo cosas incoherentes.

La verdad es que no me interesó en lo absoluto el dichoso “convivio”, porque me pareció innecesario, una burla, pero además totalmente insensible. Ante tanto horror vivido en este país, a días de haber sido encontradas 6 mujeres asesinadas en Celaya, ese mitin fue una obscenidad por donde se le vea. Ya ni hablar de lo costoso que nos salió a todos.

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Nos queda claro que AMLO cree y asume que el Palacio Nacional es suyo y que la plancha del Zócalo también y entonces está vez sí permitió que ondeara nuestra Bandera en el mástil de la Plaza de la Constitución.

Nos la arrebató en la concentración en defensa del INE del 26 de febrero, se las arrebató a todas las mujeres que marcharon el 8 de marzo, pero ayer sí la izó.

Una señal de que el presidente pierde el control de sus emociones y sus impulsos. Una muestra más de que no es cierto que gobierna para todos.

Luego pues cuando López Obrador habla de que en su gobierno no hay clasismo, pero que los conservadores sí que lo son, pues entonces el presidente es conservador porque reservó zonas VIP donde estuvieron sentados sus súbditos y los que lo mantienen aún de pie.  El pueblo bueno, insolado y cansado, sin sillas ni siquiera donde sentarse

Nada de eso fue  tan grave. La verdad era absolutamente esperable, viniendo de quien viene.

Pero hubo una acción que afortunadamente quedó registrada en video y ahora se viraliza y que sí me parece gravísima:

tras el mitin que el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó , al grito de “¡Vendida!” y “¡Fuera Piña!” los llamados “simpatizantes” de AMLO quemaron en una fogata que ahí mismo prendieron una figura con el rostro de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Piña.

Sin duda esto fue una apología a la violencia y sin duda vino esa instrucción de alguien más, no quiero imaginar de quién pero es evidente que no fue una acción espontánea. Y es que el presidente ya ha agredido verbal y políticamente hablando a la ministra Piña, quien ahora ocupa el cargo gracias a que fue demostrado que su adorada Yasmin Esquivel había plagiado sus tesis de licenciatura y doctorado.

Así que el presidente se quedó con una menos que le obedeciera desde dentro de la SCJN.

La ministra presidenta ha sabido mantenerse a raya e imparcial ante un colérico presidente, lo cual ha hecho que no sea del agrado de Obrador y esta situación de haber quemado la figura de su rostro es gravísima por donde se le vea.

Primero porque no termina de entender y no le importan a Obrador la cantidad de mujeres violentadas, desaparecidas, golpeadas y asesinadas que hay en este país.

Esta acción representa el rechazo y odio que le tiene el presidente a quien no lo apoya y no marcha literalmente y en todos sentidos con él.

Y sinceramente será muy delicado que el presidente no se pronuncie al respecto.

Sería sorprendente que lo hiciera hoy mismo, de hecho. Pero casi estoy segura que guardará silencio y ese silencio contiene muchas palabras.

Quizá hasta el martes diga por aquí que fueron “hechos lamentables pero que la ministra se lo merecía”. ¡Ah!

Porque el presidente cada que quiere pedir disculpas de algo, lo hace para al segundo tirar dardos con veneno.

Y ahí en ese mismo sitio en donde quemaban la figura de Norma Piña, estaba la que seguramente será Presidenta de este país.

Pues quisiera saber, quisiera preguntarle a Claudia Sheinbaum qué piensa de ello, porque además era la anfitriona de dicho evento: ella también tendría que mostrar alguna opinión  posicionarse en cuanto a estos hechos y decir algo, lo que sea, pero ¡Algo! Es que lo debe de hacer. No hay de otra.

El mitin de ayer fue tuvo de todo, menos amor,  mucho menos reconciliación. Lo que sí hubo fue un claro mensaje misógino y de desprecio.

Yo soy sola una ciudadana que desde esta trinchera con la que cuento que es poderme expresar escribiendo, toda mi solidaridad hacia la ministra Piña.

Y rezo porque Dios le dé cordura y paz al presidente, porque no la tiene. Y exijo que hoy mismo salga y pida una disculpa por el acto tan horrible de haber quemado la figura del rostro de la ministra Norma Piña. Eso jamás pasó en la marcha de los que él llama conservadores. Ni una sola falta de respeto.

Lo que hicieron con la figura que representa a nuestra primer ministra presidenta al quemarla en la hoguera nos lo hicieron a todas las mujeres.

Urge el pronunciamiento hoy mismo también de Claudia Sheinbaum, que más allá de ser candidata a la presidencia, es mujer y no debe de tolerar estas faltas de respeto.

Aquí estamos atentos.

Es cuánto.