Los lugares que el politólogo argentino Agustín Laje visita se convierten en un campo de batalla donde colectivos feministas y activistas LGBTTTIQ+ exigen al gobierno censurar sus conferencias bajo el argumento de propagar “discurso de odio”, “homofobia”, “machismo”, de ser “fascista” y “ultraderecha”.

Todos estos adjetivos son el terror de cualquier político, y se aplica exclusivamente a personas que no son partidarias del progresismo de izquierda, en ese sentido pretenden ser un insulto y al mismo tiempo etiquetan a la oposición.

Agustín Laje, ha sido uno de los intelectuales que desde la argumentación e investigación científica, ética y filosófica defiende el derecho a la vida desde la concepción, haciendo duras críticas, como en el caso de Colombia donde se despenalizó el aborto hasta los 6 meses.

Otro de los temas polémicos es la ideología de género, él sostiene que el género no sólo es una construcción social además es una condición biológica, señalando que negarlo implica nefastos resultados, por ejemplo, hombres que “cambiaron” de género (mujeres trans) el estado les permitió trasladarse a cárceles de mujeres y violaron a sus compañeras.

Es aquí cuando los colectivos al considerarse afectados no dudan en hacerlo su enemigo; su obra que terminaría en hogueras de la inquisición feminista lleva por título “La batalla cultural, reflexiones para una nueva derecha” y paradójicamente ocupa en Amazon el primer lugar en ventas desde su lanzamiento.

Ahora bien, llega en un punto donde la izquierda es la indudable ganadora en Latinoamérica, y no solo ha triunfado en votaciones, prácticamente todas los medios de comunicación más importantes, universidades y organizaciones internacionales apoyan y financian la agenda progresista, estableciéndose como status quo.

A Laje se le acusa de “ultra derecha”, en ese sentido mi pregunta es ¿cuál sería la izquierda radical? no está definida, es más, a nadie se le acusa de ello, lo cual no es raro, pues el control de la opinión política entre muchos mecanismos se moldea también desde algoritmos de Mark Zuckerberg y en las pantallas de Netflix o de Disney.

¿De qué va el libro? brinda importancia al poder de la cultura menospreciado por la derecha, pero la estrategia para recuperar terreno deberá ser implementada desde la “Nueva derecha”, que “podría conformase en la articulación de libertarios no progresistas, conservadores no inmovilistas, patriotas no estatistas y tradicionalistas no integristas” en palabras del autor.

El libro tiene rigor académico, con 245 referencias bibliográficas, hay que decirlo, requiere de una cultura política básica, así que encontraría en líderes sociales, políticos, empresariales, académicos, filósofos y estudiantes universitarios identificados con la “incorrección política” sus lectores óptimos.

En Pachuca el pasado 9 de marzo la organización “Ciudadanos comprometidos con la Verdad” logró el aforo permitido en el Auditorio Gota de Plata donde se pudo escuchar un mensaje realista: los resultados de la Batalla cultural serán en el largo plazo, sin embargo, ya tiene figuras destacadas, entre ellos, Javier Millei en Argentina, Jair Bolsonaro en Brasil, José Antonio Kast en Chile, Donald Trump en Estados Unidos y Santiago Abascal en España.

Hasta el 20 de marzo Agustín Laje Arrigoni continúa su gira por México en diferentes ciudades, usted ¿se animaría a escucharlo?