Desafortunadamente, para este final del primer cuarto del siglo XXI, la aviación internacional no logró posicionarse como una de las potencias económicas más importantes de la pirámide mundial.
Existen gran número de razones, generales y particulares, desde la quiebra de PanAm, hasta el retraso en la plusvalía del Aeropuerto “Felipe Ángeles” de México, pasando por el bloqueo del uso del avión Concorde (referencia en SDP Noticias del 20 de Mayo del 2020), hasta los sobreprecios de los vuelos, las abusividades de las compañías de viajes, los costos excesivos por transportes de equipaje que sobrepasa más de un kilogramo su peso límite, y los impuestos aeroportuarios tan diferidos en el mundo, por mencionar algunas, que pueden explicar dicho estancamiento económico de la aviación internacional.
Pero me interesa hacer hincapié en un suceso que me ocurrió la semana pasada en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Miami, en el estado de Florida, donde alguna vez fue territorio mexicano, y donde tuve la fortuna de poder viajar, pero el vuelo para la Ciudad de México se retrasó por una lluvia torrencial y; el problema fue que dejaron el equipaje a la intemperie y se mojaron todas las maletas de una manera inconcebible, llegaron a México totalmente empapadas, incluyendo su contenido.
Obviamente, como ciudadano que busca su bienestar y el de la humanidad en general, ya inicié un proceso de reclamación, incluyendo una llamada que hice al aeropuerto de Miami, en donde obviamente también intenté solucionar dicha problemática, pero al parecer no hay mucho interés cuando les ocurren estos sucesos a los mexicanos que no hablamos muy bien el idioma inglés.
Como con todo lo que escribo, me interesa concluir el presente ensayo también con un mensaje de resolución, más que únicamente el análisis del conflicto: si todos los trabajadores de la aviación internacional se ponen las pilas, como decimos en México, incluyendo pilotos, sobrecargos, técnicos, agentes de viajes y personal de aeropuertos, no dejando nuevamente a la intemperie el equipaje cuando llueve, la aviación podrá ocupar un lugar muy preponderante en la pirámide económica mundial, al lado de las compañías automotrices quizá, se podrán recuperar aerolíneas que han quebrado, y se podrían abrir muchos más aeropuertos en todo el mundo, generando un sistema económico como el que debió haber existido ya este primer cuarto de siglo.
El cielo como creación es muy grande, podrían caber muchos más aviones y realizar mucho más vuelos… Ojalá que el presente ensayo sirva de motivación para lograr en un futuro próximo, que por lo menos 15% de la población mundial pudiera viajar en avión, porque según diversas apreciaciones, no es ni el 5%.