La Arquidiócesis Primada de México es la jurisdicción más antigua de la Iglesia católica en el país y acaba de utilizar su semanario “Desde la fe” para cometer un acto de rebeldía contra el episcopado y de confrontación hacia la nueva presidenta. Aquí les cuento en breve qué pasó y las posibles consecuencias:

  • La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús (Jesuitas), organizaciones de la sociedad civil y especialistas en diversos temas sociales, concentraron su reflexión social en un documento llamado Compromiso por la paz, que fue signado por las 3 personas candidatas a la presidencia, entre ellas la ganadora, la Dra. Claudia Sheinbaum. Estos compromisos hablaban de propuestas para alcanzar la paz.
  • El documento Compromiso por la paz es importante porque le permitió a la Iglesia alejarse de temas morales y acercarse a problemas reales de la sociedad mexicana. No se habla de aborto, de rechazo a la comunidad de la diversidad sexual ni de eutanasia; se habla en cambio de estrategias de seguridad, de renovar el trabajo en ambientes preventivos y penitenciarios, de programas para fortalecer el tejido social, de acompañar con proyectos y actividades a los y las adolescentes para evitar que caigan en el crimen organizado, etc. Temas urgentes.
  • El fin de semana pasado, una semana después de las elecciones, el semanario Desde la Fe, órgano propagandístico de la Arquidiócesis de México, decidió publicar una editorial intitulada: “10 peticiones para la próxima presidenta de México”. Hasta aquí nada extraordinario, entonces, ¿cuál es el problema?
  • El documento vuelve a retomar la línea más tradicional de la Iglesia, olvidando todos los esfuerzos que llevaron al documento Compromiso por la paz, todos los foros, todos los encuentros, el trabajo de especialistas, la gestión para coordinar las firmas de tantas candidaturas, todo a la basura por una regresión a una lectura conservadora del pensamiento social de la Iglesia. Años de trabajo y una prospección de una renovación de la jerarquía católica en México, se hizo añicos en una editorial local.
  • En este decálogo (que siempre los decálogos para las religiones bíblicas resulta relevante por ser un mensaje divino de disciplina) tiene dos aspectos críticos: la mención del aborto (no directamente) pero sí de manera implícita y el de la libertad religiosa (tema en el que no se tuvo ni un solo problema en la anterior administración, incluso permitiendo que sacerdotes hicieran proselitismo partidista en favor de la derecha sin recibir sanción alguna). Los otros temas son superficiales y generales: Construcción de paz (sin decir “cómos”), preocupación por los marginados (sin datos ni alternativas críticas a los programas sociales ya existentes), promoción del bien común (claro, sin hablar del bien común entendido como la protección del dinero de empresarios y no del bien común desde el comunismo).
  • La Arquidiócesis de México que operó a favor de la oposición, en cuya catedral metropolitana había mensajes sospechosos llamando a la acción por el voto (cuando el partido de derecha se llama Partido Acción Nacional) y teniendo clero activamente pidiendo el voto por los partidos que “defiendan la vida”, ahora quiere tender un diálogo y hacer un pliego petitorio. Lamentable que hasta que ven mermados sus intereses y privilegios recuerden que hay un pensamiento social cristiano y quieran utilizarlo a su favor. Desafiar el trabajo que realizó la CEM muestra que no hay sinodalidad en el cuerpo episcopal.
  • Con el partido oficial gobernando la Ciudad de México y la mayoría de los estados, no parece inteligente ni popular (en el sentido de estar del lado del pueblo) desafiar con exigencias añejas a la nueva administración federal. Estos pastores no tienen olor de oveja pero sí desprenden una esencia que se confunde, huelen entre lobo y dólares.