Morena, no tengo la menor duda, se proclamará ganador de la inmensa mayoría de espacios de participación popular que se jugarán en un par de años más. Con esto quiero decir que, pese a las turbulencias que son ajenas al partido y a la presidenta constitucional, existe mucha estructura que, de acuerdo con las encuestas, confía ciegamente en lo que representa el proyecto de transformación. Ahora, a eso hay que sumarle el fin de un siglo de gobernabilidad fallida de manos del PRIAN. Eso, independientemente del trabajo de base que tiene el lopezobradorismo, sigue fortaleciendo al interior de la izquierda. Es sencillo: si no hay un contrapeso, por lógica, comprendemos que no hay competencia. Eso no es un desequilibrio en la democracia, porque la coalición Seguimos Haciendo Historia ha obtenido los triunfos con el respaldo ciudadano bajo un ejercicio plural y transparente.

Ese es un paso importante que ha dado la democracia en México. Hoy, de hecho, podemos hablar de transparencia en los órganos electorales que, tiempo atrás, estaban bajo el dominio de los grupos conservadores que, en complicidad con algunos medios, perpetraron dos fraudes. Fue una ignominia, por ejemplo, ver como el expresidente nacional del INE estaba al servicio del PRIAN. Sé que hay mucho trabajo por hacer para fortalecer la toma de decisiones de la población. La misma Claudia Sheinbaum, sabedora de que hay elementos pendientes para una reforma electoral, ha enviado una iniciativa al Congreso. Eso, como muchos otros criterios, pone principal acento en las normas de participación, y en el contexto para operarlas. Será otro tramo significativo el que nos tocará atestiguar en esta línea del tiempo histórica que, para fortuna, nos tocó vivir.

Estamos viviendo, a todas luces, un proyecto de transformación que sigue abonando al desarrollo a través de políticas públicas que, sobra decir, se han puesto en marcha con base a las necesidades de la ciudadanía. Lo más importante de todo ello, que es parte de la esencia de la 4T, es el enlace permanente que mantiene el gobierno con la gente. Hoy, como nunca antes, vemos una participación fluida desde distintos espacios. Esa manifestación masiva, desde luego, tiene que ser constante y nutrida con resultados. La propia Claudia, que recorre el país constantemente, ha impulsado ese contacto directo con la ciudadanía. Entonces, además de representar la visión de la 4T, la comunicación frontal, sin ninguna excusa, debe ser inminente. Más territorio y menos escritorio, como dice Sheinbaum.

La propia presidenta, heredera del bastón de mando, ha mandado mensajes muy claros desde las arengas de la mañanera, máximo órgano de comunicación del gobierno. Sabemos que la relación con el partido que la llevó al poder debe ser institucional; sin embargo, es muy difícil romper esa cadena de identidad, sobre todo cuando cargas con la enorme responsabilidad de conducir al país. En efecto, Claudia, en los temas que ha tocado, incide en las directrices que ha trazado el partido. Lo hizo con los acuerdos tomados en el Consejo con el tema de nepotismo. De ese mismo modo, en esa reconfiguración que habrá producto de las turbulencias que han provocado algunas noticias, seguramente Sheinbaum, con coordinación con Luisa María Alcalde, decidieron la creación de comités, prácticamente en todo el país. Como sabemos, el Comité Ejecutivo, que ha demostrado ser un vehículo de avanzada, recorrerá cada una de las entidades y, con ello, ha propuesto que todos los gobiernos estatales y municipales, en un ejercicio, pongan en marcha el “Día del Pueblo”.

Es, sin duda, una magnífica idea para reencontrarse con la sociedad y refrendar el proyecto de nación. De igual manera, está claro, esa marcha servirá para ir aceitando la maquinaria de cara al proceso electoral. Hace bien la presidenta en no centralizar los temas en la agenda nacional. Recordemos que, como tal, Morena, de movimiento ha partido, tomó forma precisamente con la movilización activa. Convencidos que esa rendición de cuentas de los gobernadores y alcaldes, que escucharán de viva voz las causas que les aquejan, será un marco perfecto que servirá, además de la interacción, para llenar ese vacío de información que en ocasiones se acumula. Ese telón de fondo, de hecho, va dirigido al pueblo. El gobierno de Michoacán, por ejemplo, optó, desde hace meses, por elaborar audiencias y mesas de trabajo para recibir peticiones y solicitudes, pero, de igual forma, para realizar labor de gestión. Eso, en sí, le ha funcionado muy bien al propio Alfredo Ramírez Bedolla, que goza de un respaldo significativo en el ranking de desempeño a nivel nacional.

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Ante los tiempos que se avecinan, hablo específicamente de la organización para los procesos electorales, le vendrá muy bien la apuesta de Luisa María Alcalde. Es indispensable, en un momento dado, sacar a flote el liderazgo de alcaldes y gobernadores que, al final de cuentas, son los principales referentes. Ellos, de una forma u otra, tienen la responsabilidad de mantener muy arriba el proyecto de transformación que no solamente es gobernabilidad y políticas públicas, sino participación territorial constante. Eso demostrará, efectivamente, que estamos hablando de una plataforma política distinta a las demás.

Notas finales

Ayer, en conferencia matutina, la presidenta constitucional mencionó la importancia que tienen los numerosos productos que se elaboran con las propias manos mexicanas. De hecho, mostró los resultados que tuvo las gestiones que realizó la gobernadora de Morelos para darle la denominación de origen al mezcal de aquella entidad. Eso, desde luego, se dio bajo la eficiente coordinación de Santiago Nieto desde el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (IMPI). La buena noticia, dijo Sheinbaum, es que territorios del norte muy pronto tendrán avances en la producción de algunas bebidas artesanales que, bajo usos y costumbres, tienen gran arraigo en el norte del país. Una vez que esto ocurre, desde luego, hay que presumir a los cuatro vientos lo que se elabora, eso sí, con una calidad que ha rebasado fronteras.