Está habiendo un fenómeno de comunicación política digital que nadie vio venir. Es más, ni el propio presidente intuyó que se gestaría ni lo creó él. Tampoco es una estrategia por parte del gobierno, y miren que AMLO es un genio en el arte de comunicar, de distraernos la mirada; de desviar la atención.

Ya nuestro presidente había intentado de todo: poner a cantar a Eugenia León en la mañanera, a la Santanera, videos musicales, poesía, chistes y a Benito Bodoque. Todo como para calmar las aguas a veces tormentosas de la polarización. Ya poco le ha faltado para cantar él mismo —ojalá lo haga, valdría la pena, ¿no?—.

Pero todos los recursos se le estaban agotando al presidente López Obrador. Y cuando ya parecía que no quedaba mucho por hacer, de pronto aparece en acción, de la nada, José Ramón López Beltrán.

Misteriosamente —o ni con tanto misterio— apareció una grabación, un video de la organización Mexicanos Contra la Corrupción, que fundó Claudio X. González, villano principal en las mañaneras, en el que José Ramón sale discutiendo con un reportero que, francamente hay que aceptar, lo que buscaba era sacarlo de sus casillas… Eso desvió la atención de otro reportaje sobre el segundo hijo de AMLO, la información de Carlos Loret de Mola que pasó a segundo término. O sea, que sin querer queriendo José Ramón le quitó una bronca a su hermano menor, Andrés Manuel López Beltrán.

Y ayer, otra vez José Ramón. Reapareció en Twitter —por lo menos para mí— con una nueva cuenta, o con la que ya tenía pero con distinto nombre. Se hizo el debate, que si era él o no era él. Hasta yo dudé, pero luego quedó claro que no era fake.

El misterio se resolvió gracias a que alguien filtró a la revista Proceso unas supuestas fotografías de José Ramón en primera clase de la aerolínea Emirates volando a Barcelona o a Dubai. Como Proceso dio por buenas las fotos, el hijo mayor del presidente aprovechó el regalo y, astuto como el padre, supo entrarle al pleito. Negó, hasta con un video de Twitter, que él era el que se iba de México, que es lo que dijo Proceso tomando como base las fotos en que se ve a José Ramón empacando sus itacates en el compartimento  del avión…

Ya engolosinado con el debate, José Ramón publicó la foto de la señora que se supone intentó evidenciarlo como para quemarla… ¿quién era ella? Twitter se dejó caer para identificarla y se especuló que era una de dos María Elenas famosas, Pérez Jaen o Morera. Pero ni una ni otra.

Ya la cereza del pastel de la comunicación de José Ramón López Beltrán fue subir un video de ayer mismo tomado en el Ángel de la Independencia junto con su esposa diciendo que era mentira que estuviera huyendo y que se encontraba en CDMX disfrutando del muy disfrutable Paseo de la Reforma.

Entre estos dimes y diretes el presidente debe estar relajado, descansando. Los debates de su hijo mayor le quitan presiones. No es que José Ramón lo haya planeado o sea una estrategia, pero sabe sacarle provecho a tales situaciones logrando que la gente ponga su atención en lo que escribe y hace.

Me comentan que, efectivamente, es de su propia cuenta desde donde él tuiteó eso. (Y es que a mí desde el comienzo del sexenio de su padre él me bloqueó, pero veo que abrió otra cuenta o que ya me perdonó.)

La verdad, me parece hasta entretenida la forma en la que José Ramón enfrenta las cosas, inclusive cuando se enoja como con los reporteros de la organización fundada por Claudio X.

Claro está, no estoy de acuerdo en el acoso contra José Ramón y su familia, sobre todo porque hay niños chiquitos de por medio. Quizá se debería ir de México o, ya de plano, utilizar el acoso para sacarle partido, que creo que podría hacerlo ya que al final hasta cae bien, sobre todo cuando tiene forma de desmentir lo que le dicen.

Ya sé que no es funcionario público, que a él no le interesa comunicar nada ni dar entrevistas, pero esto es lo que le toca hacer. En la vida nos toca hacer cosas y enfrentar situaciones que jamás hubiéramos esperado.

Así que si ya está la cosa así, José Ramón podría en vez de enojarse desarrollar un método más empático de comunicar, de acercarse con la gente, sobre todo con los opositores, porque solo estarse peleando pues, puede que le sirva ahora pero será muy desgastante después.

Sé también y entiendo perfecto que este no es el papel que tengan que desempeñar los hijos de los presidentes, pero en este mundo vertiginoso de redes sociales donde cada paso que él dé será documentado o comentado le viene bien abrir un debate sin enojo o una comunicación cálida con las personas.

Insisto, yo creo que el presidente le estará diciendo a su adorado José Ramón: “Gracias, hijo, van dos días que ni quién hable de mí, estoy descansando a gusto de hacer tantos corajes”.

Quizá José Ramón no tiene ni idea del impacto que puede lograr en la vida política de su padre. Si sabe manejar mejor a la prensa, si su trato se vuelve más amistoso, creo sin temor a equivocarme que esto le beneficiaría mucho a toda la familia López. Ya lo hizo sacando del debate a su hermano y dándole dos días de paz a AMLO.

En relación a su video en el que sí se encuentra en la CDMX, es decir, que no escapó al extranjero como afirmaba Proceso y la mayoría creíamos, desatará montones de memes… Todo el mundo va a estar vigilante de José Ramón. Porque ayer dijo que ahí estaba, al pie del Ángel, en la capital, sin escapar a ningún lado... Pero ¿y mañana? ¿Y pasado mañana? ¿Cómo sostendrá que de verdad sigue en la capital? Solo hay una manera de convencer: comunicando empáticamente, que para eso le puede servir bastante Twitter.

Conste, no es que a fuerza tenga que pasarnos lista ni darnos pormenores de su vida, pero si ya le está entrando al juego de las contestaciones y confrontaciones,  pues tendrá que ser más cálido para informar y responder. Ojalá lo haga y con sentido del humor.

Ojalá encuentre otra manera de contestar que no sea como la de su papá que a todos y todas nos regaña, porque la polarización ya nos fastidió, ya nos aburrió y no nos gusta.

Aunque quizá no tarde en bloquearme en Twitter el hijo del presidente, lo seguiré porque será muy interesante ver cómo se comporta de ahora en adelante José Ramón en redes sociales. A mí me fascina la comunicación digital y es la primera vez que nos topamos con un fenómeno así en redes sociales.

Ojalá José Ramón López Beltrán no cierre su cuenta. Y que le ayude a su papá a tener más días de calma y bienestar.

Es cuanto.