A menos que sea futbol, ningún otro deporte o muy pocos despiertan el interés público y sobre todo el interés de las instituciones de gobierno.

Enero ha sido un mes muy fructífero para el deporte olímpico mexicano pues gracias a la buena gestión de su presidenta Mary José Alcalá, quien dicho sea de paso es la primera mujer en presidir esta institución que durante 100 años fue presidida por hombres, ha logrado lo que muy pocos hicieron, involucrar a los grandes grupos empresariales bajo una misma causa: el olimpismo.

La institución pública encargada de fomentar e incentivar el deporte, la Conade, encabezada por Ana Gabriela Guevara, ha dejado mucho que desear no sólo en su gestión sino también porque fue calificada como la más corrupta del actual gobierno federal.

Sin reflectores y sin buscar protagonismo, de manera discreta pero muy efectiva, la presidenta del Comité Olímpico Mexicano ha logrado disminuir las dificultades que las y los atletas enfrentan en su camino a conseguir el sueño olímpico y es que con el involucramiento de estos grupos empresariales facilita a atletas, entrenadores y equipos técnicos, a alcanzar su sueño de conseguir una medalla.

No es cosa de comparar y mucho menos de decir que alguien es mejor que otro, es solo mostrar que existen personajes públicos que sí trabajan y que sí pueden hacer cosas mejores por las y los mexicanos.

Cabe destacar que el Comité Olímpico Mexicano no es una institución de gobierno y no recibe financiamiento público, es la asociación civil encargada de preservar la carta olímpica en México y además es la única autoridad de inscribir a las y los atletas en las competiciones del ciclo olímpico.

Felipe J. Pérez en X: @pipemx