Cada uno de los tres partidos que jugó Serena Williams en lo que ha sido su muy probable despedida, el Comité Organizador se olvidó que es uno de los cuatro torneos del Grand Slam, que tiene competidores internacionales, que la difusión del evento enaltece a la Ciudad de Nueva York, a los Estados Unidos y muy en especial a su gente como sede del evento.

Pues bien, los organizadores crearon montajes, videos, horarios, programas especiales de televisión con debates exagerados todo esto motivando a los asistentes a escandalizar el apoyo desmedido a Serena que actuaba como una princesa de historieta de Disney, todo provocado por un tremendo error de tacto de los organizadores, de falta absoluta de respeto a sus adversarias, al público y al propio deporte en general.

Aquí no tiene nada que ver la carrera deportiva de Serena, ni de sus 23 títulos de Grand Slam ni a sus 25 años como tenista ganadora, ni vamos a discutir si es o no es la mejor tenista de todas las épocas, ni la mejor atleta del mundo, ni tampoco vamos a defender a la australiana Margaret Smith Court que logro más títulos de Grand Slam hace muchos años cuando viajar desde Australia era toda una aventura, ni a la brillantísima carrera de Steffi Graf que en muy poco tiempo logro 22 títulos de Grand Slam, de lo que les comentamos es la espantosa fiesta previa a los partidos de Serena que intimidan a quien sea, con videos y seguimiento a Serena quien bien podrían haberse esperado para después de cada partido.

Entendemos muy bien los requerimientos de los patrocinadores del evento que hacen que los premios a los jugadores sean millonarios, a las necesidades de que la televisión que difunde universalmente el evento y que construya tiempos estelares con los analistas de televisión que tienen una línea definida para evitar cualquier aspecto negativo de la protagonista que no tiene la culpa y que es la excusa perfecta para mover las agujas de los ratings.

Serena Williams dio una gran exhibición a pesar de estar fuera de ritmo, de encender la pasión de millones de aficionados a pesar no haber jugado por una larga temporada, de no estar en su mejor condición física, de luchar como una campeona, de no ser a sus 41 años favorita para ganar el torneo, pero dejó bien claro que emociono a rabiar a sus seguidores como también enfadó a muchos de los que no gustan ni están de acuerdo con Serena, que en este caso, el error fue del US OPEN y ella no tuvo la culpa.

Ajla Tomljanovic, # 46 de la clasificación mundial jugó tranquila todo el partido a pesar del publico neoyorquino hostil e irrespetuoso, luciendo seria y segura, con una gran presencia y con una condición física que le ayudo a soportar los terribles embates de Serena. Tomljanovic tenista nacida en Croacia y nacionalizada australiana dio un fina muestra de lo que es una tenista profesional a pesar de recibir un irrespetuoso saludo de Serena después del partido y en la entrevista a nivel de cancha Tomljanovic dijo saber muy bien quien es Serena y que no necesitaba ver el video montaje antes del partido.

En conclusión, el USOPEN y su organización se equivocó exhibiendo grotescamente, situaciones que ni Australia, Roland Garros o Wimbledon se atreverían a hacer, pero al final estamos de acuerdo que el USOPEN lo hubiera podido hacer mejor.