EL FACTOR X
Sergio Pérez llegó al Gran Premio de la Ciudad de México para la competencia que ha creado más expectativas en su ilustre carrera, la cual incluye cuatro victorias -dos de ellas en la presente temporada- 25 podios y una pole position. Los casi 400 mil aficionados presentes en el Autódromo Hermanos Rodríguez seguramente saboreaban el ver a Checo pelear con su compañero de equipo Max Verstappen por el primer lugar, e incluso fantaseaban con ver al neerlandés ceder la ventaja al mexicano para “regresarle el favor” de las ocasiones en las que ha ganado gracias al trabajo de su coequipero.
Al final del asunto, Verstappen terminó coronado monarca en la CDMX, pero Red Bull no pudo completar el 1-2 siendo el legendario Lewis Hamilton el que “arruino la fiesta” relegando a Pérez al tercer sitio. Para el siete veces campeón del mundo esto resultó una dulce venganza después de que el mexicano defendiera su posición y lo bloqueara constantemente para allanarle el camino a Verstappen en el Gran Premio de Abu Dhabi 2021, lo cual resulto en la primera corona la carrera del neerlandés.
Pero el tercer lugar de Pérez es más significativo de lo que la mayoría puede deducir. Los detractores o seguidores casuales del deporte no dimensionan lo que Checo ha hecho toda la temporada y en las condiciones en las que lo ha logrado. Y para muestra basta un botón: imaginen correr un maratón de calidad mundial con unos tenis tres tallas más chicas que los suyos y aun así quedar en tercer lugar de la competencia e incluso clasificarse segundo en un una temporada que incluye 20 episodios hasta la fecha.
Es importante resaltar que el piloto mexicano está obligado a competir en un monoplaza con una estructura física y configuraciones diseñadas de origen para el estilo de manejo de Max Verstappen. El RB18 se ha establecido como el mejor vehículo de Formula 1 en la actualidad siendo el complemento perfecto para el agresivo estilo del neerlandés, quien gusta de tener mayor carga aerodinámica en la parte frontal, la cual en la mayoría circuitos le beneficia para tener mayor estabilidad.
Durante toda la temporada, Pérez ha sido capaz de superar cuantiosos problemas de adaptación manejando un auto que Red Bull le ha diseñado a Verstappen, quien desde 2016 ha sido la prioridad de la escudería basada en Austria. A esto le añadimos problemas electrónicos que el mexicano sufrió durante la calificación, incluyendo el nulo funcionamiento de su tablero de telemetría, del cual se derivan la activación del mecanismo DRS y la medición de su velocidad, por mencionar algunos.
Con todo lo mencionado anteriormente, Pérez fue capaz de mantener la vuelta más rápida de la competencia por el 60 por ciento de la carrera hasta que George Russell pudo imponer un mejor tiempo justo momentos antes de terminar las festividades. Incluso, si la lenta parada en pits durante la vuelta 24 no hubiera causado tantos problemas a los técnicos de Red Bull, Checo hubiera tenido mayores probabilidades de pelearle a Hamilton el segundo puesto en el podio.
El aficionado mexicano constantemente hace alarde de que la Selección Nacional no avanza al mentado “quinto partido” jugando en el extranjero, lo cual los deja de todas maneras entre las mejores 16 escuadras del planeta. Siempre he pensado que ser el 16 no esta tan mal así que es por demás importante resaltar y celebrar los logros de un piloto que logró el tercer lugar compitiendo en casa y que lo ha hecho sobreponiéndose a las condiciones adversas para su desarrollo. Dicho simple y llanamente en palabras del mismo Checo, ese es el “Mexican Way”.
Francisco X. Rivera en Twitter: @fx_rivera
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