El canal de televisión francés TF1 ha publicado recientemente un reportaje realizado en México. Intitulado “México: los cárteles son la ley”, un grupo de periodistas viajaron a los estados de Guadalajara y Michoacán con el propósito de explorar la dolorosa realidad infligida y representada por el Cártel Jalisco Nueva Generación.

El trabajo de TF1 es uno más de una serie que han sido coordinados por diarios extranjeros como Le Monde y el New York Times. Se encuentra en YouTube en lengua francesa. Sin embargo, mediante las herramientas ofrecidas por la plataforma digital, puede mirarse con subtítulos en otros idiomas.

A lo largo del vídeo, los periodistas exploran las tierras de dominio del cártel. Mediante entrevistas realizadas a habitantes de la región, relatan cómo sus hijos han sido engañados bajo falsas promesas de empleo, para ser luego secuestrados por estos criminales sanguinarios. Se narra, igualmente, la historia del hallazgo del rancho Izaguirre y cómo sirvió de campo de trabajo y cremación, en una versión más cercana a la de los grupos buscadores que a la ofrecida por la Fiscalía General de la República.

TFI explora igualmente la crisis de terror e ingobernabilidad que campea en las calles de Uruapan, a la vez que el alcalde Carlos Manzo muestra las fotografías de los miles de desaparecidos, cuyo número ha aumentado desde el ascenso del CJNG como principal organización criminal en la entidad.

Los periodistas franceses muestran igualmente mediante vídeos, fotografías y testimonios el equipamiento táctico del cártel. Con el uso de transporte blindado, propio de un ejército profesional, y con armas automáticas y drones, miembros de las “fuerzas especiales” del CJNG patrullan las carreteras del Pacífico, secuestran, extorsionan y asesinan a hombres y mujeres que son considerados contrarios a los intereses de la organización o que rehúsan cooperar o sumarse a sus filas.

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Se echa de menos que escenas como las que se muestran en el trabajo de este canal francés no se compartan en los medios nacionales, y que sean canales extranjeros los que exploren a detalle los modos de operación de los grupos delincuenciales.

El reportaje no tiene desperdicio, pues pinta espléndidamente una pavorosa realidad que golpea cada día a un México lastimado por la violencia, la corrupción, y la impunidad, y frente a unas autoridades incapaces de ofrecer los mínimos niveles de seguridad ante unas organizaciones criminales que imponen su ley en un país en franco retroceso.