Imagine nada más, querido lector, un ejercicio en donde cambiáramos el título del vergonzoso panegírico a, los salientes consejeros del INE, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, publicado por un tal “Zedryk Raziel” en el diario español y vocería del neocolonialismo ibérico El País.

En lugar de “La democracia no está en el ADN de la sociedad mexicana”, imaginen si alguien publicara, en algún medio internacional reconocido, una diatriba tituladaLa democracia no está en el ADN de la sociedad africana”, “La democracia no está en el ADN de la sociedad árabe”, “La democracia no está en el ADN de la sociedad israelí”, etc.

De menos, varias organizaciones ya estarían pidiendo la cabeza del tal Raziel y de sus editores, por permitir la publicación de un texto con ese tipo de ideas. Pero cómo es “El País” y cómo se refieren a los “mexicanos”, pues no pasa nada.

De las ideas del balbuceante Ciro y del supremacista blanco Lorenzo Córdova Vianello, no se puede esperar otra cosa. Córdova en alguna ocasión se refirió a una persona de origen índígena de la siguiente manera:

“No mames, cabrón. Es que desde las dramáticas reuniones con los padres de Ayotzinapa hasta esto, cabrón, que a ver, güey, había uno, no mames, no te voy a mentir, te lo voy a decir cómo hablaba ese cabrón. Yo, jefe, gran nación chichimeca, vengo Guanajuato. Yo decir a ti, o diputados, para nosotros, oh, yo no permitir tus elecciones. No mames, cabrón. Cuando te estoy diciendo esto, no sé si sea cierto que hable así, cabrón pero, no mames, vio mucho Llanero Solitario, con eso de Toro, cabrón, no mames, cabrón. Ya nada más le faltó decir Yo, gran jefe Toro Sentado, líder de gran nación chichimeca”.

Lorenzo Córdova

Murayama, por otra parte, cae en un determinismo genético digno del tristemente célebre Escuadrón 731, al declarar al “El País”: " la democracia no está en el ADN de nuestro país. Fue una construcción frágil, y por eso hay que cuidarla”.

Dice un viejo dicho que al rascar a un liberal encontrarás a un fascista. Y no hay más grandes representantes del liberalismo cosmopolita en México, que ese que se escuda en consignas vacías cómo “El INE no se toca” y en marchas de gente blanca resentida y rencorosa, esa que marcha con sombreros, lentes oscuros y bloqueador solar SPF, 100, que Lorenzo y Ciro.