Leo las portadas de ayer de los diarios Cancha y Récord en las que señalan, respectivamente, “Ver Liga Mx ¡Es carísimo!” y “La LigaMX… se restringe”, aludiendo a que hay una tendencia para que los partidos de futbol cada vez se transmiten menos en la TV abierta (gratuita) y éstos estén migrando a la TV restringida o a plataformas de streaming de suscripción. Y sí, ambos medios tienen razón, pero no explican qué es lo que está pasando. Aquí las razones:

1.- Los equipos necesitan más dinero

Los equipos de futbol en México y en el mundo cada vez quieren más dinero para otorgar licencias de transmisión sobre sus derechos. Además de pedir más recursos, algunos también están pidiendo que no existan exclusividades, para que más de una plataforma transmita los juegos de determinado equipo. Los clubes necesitan más dinero para poder pagar las altas nóminas de sus jugadores. En promedio, cada jugador de la Liga MX cuesta cerca de un millón de pesos… ¡al mes! Aunque hay varios jugadores cuyo valor es de más de 4 millones de pesos mensualmente.

Los precios de los jugadores se han elevado, por un lado, porque hay más competencia en el mundo y por otro, por los salarios que las ligas han inflado, particularmente la liga europea, en cuyos países el grueso de los partidos están también en sistemas o plataformas de paga.

Los precios de los jugadores en México sólo van a seguir subiendo por dos condiciones:

  1. El avance que tendrá el fútbol en los Estados Unidos, a raíz del mundial que viene en Norteamérica en el 2026.
  2. Que se prevé que el año entrante exista una Liga norteamericana entre Canadá, Estados Unidos y México.

Así, con precios más caros por jugadores, los equipos piden más dinero por sus licencias de transmisión y lo que solicitan ya no alcanza a ser pagado por las empresas de TV abierta que dependen de anuncios publicitarios para pagar por esos derechos, anuncios que están limitados en México tanto en número por regulación gubernamental como en tiempo, dado que en el futbol es complicado insertar anuncios “en forma” (publicidad), pues sólo se tiene el medio tiempo para ello (las inserciones durante la diferencia de otros deportes, como en el futbol americano, en donde hay muchas pausas para insertar spots).

Es por ello que para la TV abierta ha dejado de ser negocio, por costos, pagar por los derechos de los equipos de futbol y el modelo que en el mundo se está privilegiando es el de la TV de paga y las OTTs, en donde los usuarios pagan una cuota mensual por el contenido que desean ver.

2.- Los estadios no son negocio y la SSA federal quiere quitarles lo poco que deja dinero: la cerveza

Los ingresos para los equipos de futbol en México provenientes de la taquilla son muy pocos. Esto, pues el precio de los boletos es muy reducido. A manera de ejemplo, el precio promedio, por juego, de los boletos en el Estadio Azteca, de la CDMX, oscila entre los 100 y los 350 pesos y en el BBVA-Bancomer, de Monterrey, entre 300 y 500 pesos.

En comparación, los juegos de la Major League Soccer (MLS) oscilan entre los 700 y los 1,800 pesos, siendo que el precio promedio, para el juego de ayer entre el Club América y el Real Madrid, en el estadio Oracle Park, en San Francisco, costó 2,600 pesos. Así, los equipos en México tienen mucho menos ingresos por taquilla y éstos además los comparten con proveedores de venta como Ticketmaster o Viagogo.

Otros ingresos que ayudan a mantener a los estadios a flote y, por ende, a sus equipos, como la venta de cerveza y alcohol, es algo que la 4T está tratando de prohibir. De hecho, tanto en el Senado de la República, bajo la presidenta de la Comisión de Salud, Sen. Margarita Valdez Martínez, como en el Congreso de la Ciudad de México, a iniciativa de la diputada Adriana Espinosa, ambas de Morena, se está legislando para, tanto a nivel federal como local, prohibir la venta de cerveza y alcohol en todos los eventos y espectáculos públicos: futbol, beisbol, conciertos, exposiciones, etc.

En ambos recintos legislativos, los legisladores de Morena han informado a las ligas deportivas y los estadios que quien está detrás de estas iniciativas es la Secretaría de Salud federal, la SSA. El argumento es que en México hay una “crisis de alcoholismo”, con lo que, de aprobarse estas iniciativas de leyes, este próximo septiembre que reinician las labores legislativas le darán la puntilla a todos los estadios deportivos, incluido en ello, entre otros, a los equipos de futbol y de beisbol.

3.- Tendencia irreversible

Que los juegos deportivos migren a plataformas de paga y vayan dejando la TV es algo que inició hace varios años y continuará. Tan es así, que esta semana la NFL anunció que sus partidos de americano ya empezarán a pasar por una App de ellos que se llamará NFL+.

Hay países que quisieron revertir esta tendencia, como Argentina, en la época de la presidencia de Cristina Kirchner, quien en 2009 inauguró el programa “Futbol para Todos”, a través del cual se obligaba a que los juegos de la primera división argentina se transmitieran en TV abierta. El esquema acabó siendo un fracaso, pues se quedaron sin dinero los equipos y los jugadores, dañando a tal nivel el futbol argentino que la mayoría de los jugadores relevantes abandonaron el país, pero también incrementó la deuda pública argentina. Por incosteable, el programa terminó en 2017. Este año, los legisladores oficialistas en Argentina intentaron regresar, legislativamente, el programa, pero Fox-Disney no dio sus derechos de transmisión, por lo que la mayor parte del futbol argentino sólo se puede ver por TV de paga o Apps en Internet.

Así las cosas, parte por las tendencias económicas, parte por la globalización y parte por desatinos oficiales, el futbol en México más temprano que tarde acabará en sistemas de TV de paga y en Apps de Internet. Tratar de implementar algo distinto -como pasó en Argentina- sólo dañará el futbol. El tema no es un problema de la Liga Mx, tampoco de la Federación Mexicana de Futbol, menos de las televisoras, el tema es cómo se han encarecido las cartas de los jugadores y que el espectáculo deportivo está pasando por una transición que irremediablemente iba a llegar a México. Y esta llegó de golpe, acelerada por la pandemia del Covid y sus cambios tecnológicos, y la SSA le va a acabar de dar la puntilla.