Este caso no puede quedar impune.
No dudamos que algunos funcionarios de gobierno puedan estar coludidos con la compra y distribución en hospitales públicos y privados de los ventiladores potencialmente cancerígenos que Phillips vendió en México en la pandemia de COVID, deben ser investigados y llamados a cuentas por las autoridades competentes, las mismas que hasta ahora han hecho caso omiso en ordenar el retiro inmediato de los equipos en cuestión. Pero hoy pareciera haber solo un responsable: la calidad mortal de Philips.
No debe parar con la detención de Marc Duocastella Campos, director general Philips México Commercial, los equipos contienen sustancias cancerígenas y Philips ha sido sancionada en otros países. En Estados Unidos una multitudinaria demanda se resolvió con un pago de mil 100 millones de dólares por parte de la empresa, como lo informé en mayo de 2024. (https://www.sdpnoticias.com/opinion/justicia-en-estados-unidos-complicidad-en-mexico/)
Cabe destacar que en México estos aparatos fueron autorizados siendo el gobierno víctima y no cómplice, dado que en medio de una pandemia global sin precedentes, Philips aprovechó para evadir los controles normales que impone Cofepris, abusando de la confianza institucional en un momento crítico.
Se sabe que hubo alertas internas, que dependencias del propio gobierno recomendaron no adquirir los ventiladores, sin embargo, la avaricia de Philips fue tal que procedió con la venta sin garantizar la óptima calidad de los equipos, priorizando el negocio por encima de la vida.
No cabe duda, que pudo haber funcionarios negligentes o mal informados, pero este caso más bien corresponde a un abuso corporativo en medio de una crisis sanitaria.
Delicado y urgente
Tal y como lo hice público desde abril de 2024, derivado de la crisis de la pandemia de COVID, Grupo Philips aprovechó para vender, comercializar y donar equipos médicos defectuosos que provocaron graves daños a muchos mexicanos.
Pese a las evidencias que exhibieron otros países como Francia, Chile, Estados Unidos y Colombia sobre de los daños provocados por equipos médicos de Philips, empresas en México entregaron durante la administración de AMLO esos ventiladores potencialmente cancerígenos a la vista de que COFEPRIS, por la emergencia, no se revisó la calidad y funcionamiento de lo que recibían.
Fue así como la empresa Philips de México Commercial S.A. de C.V., dirigida por Koninklijke Philips N.V. distribuyó en México ventiladores de soporte vital modelos E30, Trilogy Evo, V680, V60 plus, EV300 y Trilogy Evo02 que provocaron potenciales daños a la salud de los mexicanos, tal como lo revelé en mi columna. (https://www.sdpnoticias.com/opinion/atentado-contra-la-salud-con-equipos-defectuosos/)
Salud, lastre de la 4T
A pesar de lo anterior, la consejería jurídica de la presidencia, la función pública, la secretaría de hacienda y la propia fiscalía de Gertz Manero continúan haciendo caso omiso de la gravedad del asunto.
Deben intervenir, porque una buena parte de esos equipos se adquirieron con recursos públicos en los tres niveles de gobierno, y por otro lado exigir que se retiren, cumpliendo una de sus funciones más básicas, como lo es velar por el bienestar y la salud de los ciudadanos.
Pese a haber sido engañados en su momento, su omisión, sea por ineficiencia o por colusión, los hace cómplices del daño y dice mucho de la forma en la que están funcionando las instituciones en México, permitiendo que empresas hagan negocios que favorecen a unos cuantos, mientras ponen en riesgo a los mexicanos.
Philips se contradice
En enero de 2023, Philips emitió un documento donde aceptaban y avisaban de los defectos de los equipos y se comprometían en retirarlos en un plazo no mayor a seis meses, dicha acción no se concretó.
Pero, ante la detención de su director general, emiten un nuevo comunicado en el cual niegan que el hecho esté relacionado con los equipos de ventilación, y aseguran que obedece a una “represalia” por un litigio de índole comercial que sostienen con un exsocio comercial, Healthcare Systems de México.
Se contradicen, ya que anteriormente aceptaron y se comprometieron a retirar los equipos, y ahora califican las acusaciones y denuncias que se han difundido en los medios de comunicación como “infundadas” y la detención de su empleado senior de “injusta”, asegurando que las resoluciones de los jueces evidencian irregularidades procesales y conductas judiciales “cuestionables”.
Lo cierto, es que el litigio por el cual la Fiscalía de Nuevo León emitió una orden de aprehensión en contra de Marc “N” por no haberse presentado a comparecer, lo impulsan familiares de pacientes que efectivamente resultaron afectados por los ventiladores dañinos.
¿Quién es responsable?
Philips parece querer tomar la salida fácil de negarlo y deslindarse de su responsabilidad, sin ni siquiera cumplir el compromiso que ellos mismo asumieron en enero de 2023 de retirar los equipos que vendieron dolosamente en México.
Si Philips engañó al gobierno, lo hizo teniendo pleno conocimiento de la calidad de los equipos.
Alguien no hizo su trabajo para determinar si los ventiladores eran adecuados y seguros para su uso en la emergencia del COVID, o alguien se enriqueció con el negocio. Esto va más allá de decisiones que se tomaron en medio de una crisis sanitaria, porque se siguen utilizando, aunque la empresa fue sancionada en otros países.
El asunto puede llegar a destapar un entramado de negligencia, complicidades y contubernios, donde no pocos saldrán salpicados.
X: @diaz_manuel