Salvador García Soto

Este hombre es un periodista de primer nivel. Ha hecho un excelente trabajo en su noticiero de Heraldo Radio y su columna de El Universal es una de las más leídas entre todas las que se publican en la prensa mexicana.

García Soto es tan influyente que, por lo mismo, no debió haber especulado acerca de la posibilidad de que Andrés Manuel muera antes de terminar su sexenio. Lo hizo ayer en el diario de Juan Francisco Ealy Ortiz y, me parece, cometió un serio error no solo porque México no necesita de rumores que pueden servir para sembrar desestabilización, sino también —y sobre todo— porque el presidente López Obrador goza de cabal salud.

¿Fuentes del columnista para afirmar algo tan delicado?

El “primer círculo” de AMLO, esto es, los “amigos y colaboradores más íntimos” del presidente de México que, dice el columnista, han manifestado una “preocupación real” porque ven que el estado de salud del mandatario está “muy deteriorado”.

Creo conocer a algunos de los amigos y colaboradores más íntimos del presidente López Obrador. Ninguno se atrevería a comentar algo así con un periodista. Así que los “amigos y colaboradores más íntimos” de AMLO no le contaron eso a García Soto.

Pero el columnista de El Universal no mintió. Sin duda tiene una fuente, o varias, pero definitivamente no son personas que estén en el grupo de los “amigos y colaboradores más íntimos” de Andrés Manuel. Las fuentes de García Soto pueden tener contactos, no con el presidente, pero sí con gente que trata diariamente al mandatario, pero ello no garantiza que se trate de hombres y mujeres con información precisa relacionada con un tema tan sensible.

Así las cosas, pienso que sus fuentes sí dieron a Salvador García Soto, y de buena fe, la información que tenían, pero creo que exageraron —tal vez para darse importancia— al comentarle al columnista que el presidente López Obrador “podría no concluir su mandato”.

Goza de cabal salud

Es verdad que Andrés Manuel ha tenido problemas cardiacos, pero los ha superado gracias al profesionalismo innegable de los médicos mexicanos, que en ciertos hospitales —tanto del sector público como del privado— cuentan con toda la tecnología disponible en los mejores centros de salud de los países más avanzados.

La prueba de que AMLO goza de cabal salud es su —literalmente— incasable actividad: de lunes a viernes empieza a trabajar en Palacio Nacional a las seis de la mañana y no para —el presidente de un país enorme y complejo como el nuestro no puede parar— hasta bien entrada la noche, y además los fines de semana recorre México, pero no solo sus grandes ciudades, sino también pueblos apartados, que nunca visitaron los presidentes anteriores; viajes que Andrés normalmente realiza en los asientos de clase turista de los aviones comerciales, que no cómodos, y por carretera, algo bastante cansado para cualquiera.

Tanta actividad sería imposible en un casi moribundo —es la situación del presidente, según la columna de García Soto, ya que sus “amigos y colaboradores más íntimos” le dan menos de tres años de vida—.

El origen de la frase

Solo como una curiosidad repetiré lo que mucha gente sabe: que la expresión “los muertos que voz matáis gozan de cabal salud” no aparece en Don Juan Tenorio, de José Zorrilla.

El Centro Virtual Cervantes publicó hace años un artículo de Fernando Sorrentino —”Los muertos que vos matáis…(proverbio español con acento francés)”— en el que se explica la historia de la frase.

El origen —aunque no la frase como la conocemos — está en La verdad sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón. En esta obra hay un diálogo interesante: alguien cuenta a otra persona que sostuvo una pelea —imaginaria— con don Juan de Sosa y que la abrió la cabeza y “hasta los mismos sesos esparció por la campaña”. Pero en ese momento apareció don Juan, sano y salvo.

La verdad sospechosa, de 1630, fue imitada y reelaborada en 1644 por el francés Pierre Corneille en la comedia Le menteur.

En la comedia francesa alguien asegura haber matado a un rival, pero el supuesto muerto se aparece y se pone a platicar con su supuesto asesino. Un tercero que “presencia el curioso coloquio entre el homicida y el occiso, deja caer la reflexión irónica que se ha hecho proverbial: “Les gens que vous tuez se portent assez bien”. Algo así como: “Las personas que vos matáis tienen bastante buena salud”.

De ahí a la frase que conocemos solo había un paso, y lo dio una persona de gran talento. ¿Quién? No se sabe. Dice Fernando Sorrentino : “En este punto, dejo planteada una pregunta que yo no sé contestar: esos afortunados octosílabos ¿pertenecerán a algún mortal con nombre y apellido, o serán el fruto de una creación anónima, popular y colectiva?”.

Lo seguirán matando

No es la primera vez que alguien anuncia la muerte de AMLO. Desde luego, no será la última: lo seguirán matando hasta que se vaya de la presidencia en 2024. Creo que hay dos categorías entre quienes difunden tal rumor:

1.- Personas de buena fe, con cierto conocimiento de la vida personal del presidente de México, pero en algunos temas, como el de su salud, muy mal informadas; debe ser el caso de quienes contaron al columnista García Soto que Andrés Manuel podría morir pronto, esto es, que “podría no concluir su mandato”.

2.- Políticos —de la oposición y de Morena— interesados en generar caos para ver si un hecho tan terrible les beneficia en sus planes de llegar a la presidencia de México.

El trabajo diario de López Obrador desmiente los rumores, así que nada alterará el plan que AMLO tenga en mente para su sucesión, que casi seguramente ganará —primero la candidatura de Morena, después la elección constitucional— la persona que el líder de a 4T considere ofrezca las mejores garantías de que no habrá marcha atrás en ninguna de las transformaciones que el presidente diseñó y llevó a la práctica porque está convencido de que son fundamentales para llegar a una etapa de más desarrollo con oportunidades para todos, no solo para unos pocos.