“El sigilo de Ebrard”. Así encabezaron en Reforma una crónica del reportero Jorge Ricardo.

Antes de continuar diré que cuando leí, por primera vez, el apellido de tal periodista de inmediato recordé a uno de los economistas más destacados de la historia, David Ricardo.

En el Tecnológico de Monterrey, en 1975, una vez que el maestro de cierta clase mencionó a ese economista, alguien que estaba a mi lado dijo en voz alta: “Ya nos dijo sus dos nombres, profesor, pero ¿cuál es el apellido?”. El chiste era malo, pero no la réplica de quien impartía el curso: “Ricardo es un apellido de origen judío, algo que por lo demás aquí no importa; lo que nos interesa es entender sus teorías, ¿podrán ustedes con el reto?”.

Leí que David Ricardo tuvo dos funerales. El segundo, cuando sí se murió, demasiado joven. El primer funeral fue más curioso; ocurrió cuando él tenía 21 años de edad: su familia lo dio por muerto debido a su decisión de casarse con una mujer no judía. “Se celebraron los correspondientes funerales y se leyeron en la sinagoga plegarias por el hermano fallecido”, contó algún redactor de Libertad Digital.

¿De qué periódico eres?

Andrés Manuel, en 2019, no dio por muerto al reportero Jorge Ricardo, pero casi lo enfermó cuando en alguna conferencia de prensa el presidente de México le preguntó “¿de qué periódico eres?”.

Las columnas más leídas de hoy

El viernes 18 de octubre de 2019 el periodista Jorge Ricardo incomodó al presidente AMLO con el tema del hijo del Chapo Guzmán; sí, cuando esta persona había sido arrestada e inmediatamente después liberada en Culiacán.

“¿Reconoce que hasta ahora su estrategia ha fracasado?”. Con ese tipo de preguntas cuestionaba el reportero al presidente de nuestra nación.

AMLO, paciente siempre en sus encuentros con la prensa, le dijo al periodista: “lo respeto a usted”.

Ante la insistencia del representante de Reforma, el presidente decidió hacerle la pregunta importante: “¿de qué periódico es usted?”.

No fue la de Andrés Manuel una pregunta ofensiva, pero la respuesta de Jorge Ricardo —”del periódico Reforma”— generó posteriormente algún revuelo sin mayor trascendencia en las redes sociales.

Meses después del incidente, el 10 de febrero de 2020, Jorge Ricardo contó en Reforma que por ese diálogo con AMLO le había dolido el estómago.

Silencio de Ebrard

A veces quien la hace no la paga. O quizá habría que decirlo de otra manera: hay estómagos mucho más resistentes que otros.

Ni el excelente periodista Jorge Ricardo ni el influyente diario Reforma tienen el nivel que se necesita para enfermar a AMLO. Eso no lo van a hacer. Pero creo que si tal reportero buscaba desquitarse con alguien de aquel malestar en la barriga, logró hacerlo el pasado 13 de mayo con su crónica “El sigilo de Ebrard”.

Desde hace tres días nuestro señor canciller debe estar en consulta permanente con el gastroenterólogo.

Empecemos por la definición de sigilo que aplica en este caso: “silencio cauteloso”.

En un importante evento encabezado por Andrés Manuel, el casi siempre protagónico Ebrard se escondió… o lo escondieron. Veamos una síntesis de la crónica de Jorge Ricardo:

Aspiraciones muertas

Dijo Jorge Ricardo: “Sólo hubo un silencio que pareció más grande que el de los 46 mil 800 metros cuadrados del Zócalo de la Ciudad de México, cerrado al público para la ceremonia por los 700 años de Tenochtitlán: el del canciller Marcelo Ebrard que al final se fue solo, quizás pensando en sus aspiraciones presidenciales muertas”.

Mi comentario: ¡Órale!

Ebrard, el primero

Dijo Jorge Ricardo:Llegó antes que la exmandataria de Brasil, Dilma Rousseff, y que Claudia Sheinbaum. Fue el primero en llegar y el primero en irse. Entre uno y otro momento, el presidente Andrés Manuel López Obrador convirtió una ceremonia sin base histórica en un mitin a favor de la jefa de gobierno capitalino”.

Mi comentario: No sé si se trató exactamente de un mitin a favor de Sheinbaum, pero sí la elogió bastante el presidente AMLO: “mujer excepcional, trabajadora, honesta, inteligente y de profundas convicciones humanitarias”.

Línea 12, AMLO sabe que la responsable no fue Claudia

Dijo Jorge Ricardo: “Así —con los elogios, Andrés Manuel— la rescató de cualquier responsabilidad por la tragedia que causó 26 muertes. Le tendió la mano, la ayudó a bajar del podio. Se fueron a la izquierda con Rousseff. ‘Siempre a la izquierda’, dijo López Obrador sonriendo, mientras en la fila de atrás, mucho más atrás de lo que parecía, Ebrard, jefe de gobierno cuando se construyó la Línea 12 del metro, miraba las ruinas del templo azteca”.

Mi comentario: No hay duda de que Andrés Manuel está ya informado acerca de lo que provocó la tragedia de la Línea 12.

Dilma, remató de chilena

Dijo Jorge Ricardo: Que la brasileña Rousseff tomó el balón que le puso AMLO y con vistosa chilena selló la goleada contra Marcelo: “Espero, Claudia Sheinbaum, que obtengas el merecido nombramiento como la mejor alcaldesa del mundo.

Mi comentario: Se entiende que Ebrard, quien había sido el primero en llegar, haya sido el primero en irse. Nadie soporta quedarse en el sitio de la derrota, particularmente si ha sido una goliza en contra.

El informe de SYSTRA

Cito a Wikipedia:

√ “SYSTRA es una empresa internacional de ingeniería y consultoría en el ámbito de la movilidad sostenible, particularmente en el transporte urbano y ferroviario. Emplea a unas 5000 personas (2015) en todo el mundo y está presente en 78 países”.

√ “La empresa es una sociedad anónima cuyos máximos accionistas son la RATP, la SNCF y un conjunto de bancos franceses”.

√ “La compañía se sitúa en la posición n.º 2 de la clasificación anual que emite la revista estadounidense Engineering News-Record, la cual registra las 250 empresas de ingeniería más importantes del mundo”.

En 2014, los expertos de SYSTRA elaboraron un reporte de más de 200 páginas sobre la Línea 12. Son contundentes las conclusiones de Bernard Gautier, Quentin Héraud, Pierre Mansoz, Alain Moutardier, Nieves Penalba, Pierre Sautjeau, Philippe Vion, Serge Bourdin y Colás Martinet.

¿Qué concluyeron tales especialistas? Simple y sencillamente que la Línea 12 estuvo muy mal construida. Mucho muy mal. Sí, el problema es de origen, de cuando se hizo la obra en tiempos de Marcelo Ebrard como jefe de gobierno.

DNV

Después de la tragedia, desde luego para encontrar a los responsables del desastre, se ha comenzado a realizar un nuevo peritaje. Se contrató a otra importante empresa de ingeniería, la noruega DNV. Difícilmente llegará a una conclusión distinta a la de SYSTRA: el problema, que ha costado vidas humanas y generado daños financieros simple y sencillamente cuantiosos, se encuentra en el origen de la Línea 12, sí, en la época de Ebrard.

Se comprende, insisto, el cauteloso silencio del canciller. Si todo queda para él en la eliminación de la carrera presidencial de 2024, le va a salir barato a don Marcelo.