Manuel J. Jáuregui, en Reforma, es el seudónimo de un integrante de la familia Junco, propietaria de ese diario —en El Norte, de Monterrey, la misma persona firma como El Abogado del Pueblo—. Hasta donde sé, quien escribe los artículos se llama Rodolfo Junco, vicepresidente del consejo de las mencionadas empresas, hermano de Alejandro, este el dueño del negocio. Pero como no es público que el responsable de lo escrito por tales alias sea alguien en específico —no se informa en ninguna parte de los periódicos—, entonces la responsabilidad de lo que publica Manuel J. Jáuregui (El Abogado del Pueblo) es del propietario. No se trata de un caso como, por ejemplo, el de Catón, quien firma en Reforma con ese nombre falso pero con la foto del autor, Armando Fuentes Aguirre. Del apodo Manuel J. Jáuregui no hay fotografía ni nada que lo identifique.

Alejo Sánchez Cano es el seudónimo de alguien que a diario publica artículos en El Financiero. Nada de sabe de él. Desde luego, a diferencia del resto de los y las columnistas no se difunde ninguna foto suya. Entonces, si sus textos no los escribe el propio dueño de El Financiero, Manuel Arroyo, la responsabilidad real de lo que afirman es de este empresario ya que él los autoriza, al margen de a quien se haya pedido se sea el responsable legal de la publicación.

Hoy el seudónimo de El Financiero dice que “Ebrard es de otro nivel” porque organizó maravillosamente una cumbre entre los presidentes de México, Estados Unidos y Canadá. Fue así “más allá de los resultados tangibles de la visita de los jefes de Estado a nuestro país, y que en mi opinión fueron poco fructíferos por las visiones encontradas que existen entre el mandatario mexicano y sus homólogos”. Es decir, para el dueño de El Financiero el gran trabajo de organización de Ebrard desgraciadamente solo se tradujo en “poco fructíferos” resultados por culpa de AMLO, quien no supo entenderse con Biden y Trudeau. Por lo demás, el seudónimo no se queda en los elogios a Marcelo Ebrard y las críticas a Andrés Manuel López Obrador, sino que se lanza a insultar a Claudia Sheinbaum.

Debe destacarse que el seudónimo Alejo Sanchez Cano en numerosos artículos en El Financiero ha dicho del presidente Andrés Manuel López Obrador que es un dictador, que destruyó la economía y que trabaja solo medio tiempo. A Claudia Sheinbaum no la baja de incompetente. Hoy vemos que para el dueño del periódico supuestamente especializado en finanzas Marcelo Ebrard es Supermán.

Hace un par de días, en Reforma, El Norte y Mural, el seudónimo Manuel J. Jáuregui (El Abogado del Pueblo) dijo que “lució Ebrard” y que el canciller es el único que tiene la capacidad para ser presidente de México. En el mismo artículo el alias de la familia Junco llenó de insultos a Claudia Sheinbaum —”no tiene tamaños”— y también ofendió al propio AMLO, el presidente que en opinión de Junco nos tiene a mexicanos y mexicanas “postrados ante la violencia, ante la mediocridad económica, ante la desconfianza, ante la división y polarización (y que se muestra) más cercano a los trogloditas como Ortega, Maduro y los hermanos Castro que a las naciones progresistas, libres, poderosas y demócratas del mundo”.

No sorprende que sean tan agresivos con AMLO y Claudia los dueños de tales periódicos en los artículos firmados por los seudónimos que ellos mismos operan o que autorizan para que publiquen en Reforma y El Financiero. Y es que los muchos (y las pocas) que editan ambos diarios suelen ser muy agresivos con el presidente y la jefa de gobierno. Digo “los muchos y las pocas” porque, en Reforma, de 20 integrantes del directorio solo hay tres mujeres —en las posiciones menos importantes—, mientras que en El Financiero, de ocho personas con cargos de dirección solo una es mujer.

El hecho es que en Reforma abundan misóginos como el monero Paco Calderón que suelen insultar a Claudia solo por ser mujer, lo mismo que hacen en El Financiero Pablo Hiriart y muchos otros. A AMLO de plano lo califican de dictador en ambos diarios. Ayer, ya muy excedido, el señor Hiriart —columnista y “jefe de corresponsales en EU”— dijo que Andrés Manuel saboteará las elecciones presidenciales de 2024 para hacer fraude electoral. Absurda acusación, pero insisto, la agresividad con el titular del poder ejecutivo no sorprende. Ni tampoco los insultos a la jefa de gobierno, contra la que hoy se lanza Hiriart.

Tampoco es sorprendente el apoyo a Marcelo Ebrard en tales diarios. Lo nuevo es que sus propietarios lo empiecen a comparar con Supermán y Batman. Le urgía un candidato a la derecha empresarial, que ideológicamente abreva de Reforma y El Financiero. Ya lo tienen. Claro está, falta lo que diga la gente en la encuesta de Morena, que sería muy raro que no coincidiera con AMLO, quien como vimos ayer en la mañanera no está dispuesto a permitir el linchamiento contra Claudia Sheinbaum. Andrés Manuel también apoyaría al canciller si lo atacaran en los medios, pero no tiene necesidad de hacerlo ya que a Marcelo en general se le agrede poco y ahora, además, se le presenta como el mero mero de la 4T, esto es, como alguien con más capacidad que todos y todas, incluido el propio presidente López Obrador.