Este martes, en El Financiero, Alejandro Moreno ha presentado los resultados de una encuesta aplicada “vía telefónica a 500 mexicanos adultos el 14-15 de mayo de 2021”.

En resumidas cuentas, según el señor Moreno, la tragedia de la Línea 12 ha dañado la imagen tanto de la jefa de gobierno de la Ciudad de México como del secretario de Relaciones Exteriores, pero Marcelo Ebrard ha perdido más puntos que Claudia Sheinbaum. El encabezado de El Financiero lo dice todo: “Popularidad de Sheinbaum cae… pero deberías ver la de Ebrard”.

En El País, en un cara a cara entre Sheinbaum y Ebrard —”¿Usted quién preferiría que fuera el candidato o candidata de Morena para Presidente de la República en 2024?—, la jefa de gobierno derrota al canciller.

En la encuesta de El País, realizada por SIMO en vivienda —2 mil casos efectivos entre el 10 y el 14 de mayo de 2021—, Sheinbaum gana de todas, todas, pero particularmente destacable es su ventaja en lo relacionado con el saldo de opiniones (positivas menos negativas), en el que supera con facilidad a Ebrard y a otras personas destacadas, no solo del entorno del presidente López Obrador, sino de otros partidos políticos o inclusive del sector empresarial:

1º Con +21 Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México.

2º Con +9 Marcelo Ebrard, canciller de la 4T.

3º Con +5 Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación de la 4T.

4º Con 0 Ricardo Monreal, líder de los senadores de Morena.

5º Con -5 Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco.

6º Con -5 Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE.

7º Con -7 Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca.

8º Con -7 Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México.

9º Con -17 Ricardo Anaya, ex candidato presidencial del PAN.

Interesantes estudios, pero…

Ahora mismo, en el caso de Sheinbaum y Ebrard lo verdaderamente importante es que hagan su trabajo los ingenieros de nivel mundial contratados para realizar un peritaje en la Línea 12 del metro y, con absoluta transparencia, den a conocer sus conclusiones.

Se ha dicho —así interpreto la columna de Roberto Rock del pasado domingo en El Universal— que Sheinbaum podría ser juez y parte; es decir, que ella tiene el control de los peritajes y, por lo tanto, podría disparar contra Ebrard en el momento en que quisiera.

No son las cosas así de vulgares. Creo, más bien, que el papel de Claudia Sheinbaum es otro: al margen de especulaciones políticas, como jefa de gobierno está obligada a encontrar al culpable de la tragedia, caiga quien caiga. Y solo hay dos opciones, una o la otra o la combinación de ambas: (i) la más probable, que la Línea 12 se construyó con deficiencias en el periodo de Marcelo Ebrard como jefe de gobierno; (ii) la menos probable, el sucesor de Ebrard, Miguel Ángel Mancera, se equivocó al no rechazar, por deficiente, lo construido por Ebrard y autorizar su operación a pesar de las terribles fallas estructurales.

Es lo que deberán decidir los expertos de Noruega contratados por Sheinbaum. Sus resultados deberán darse a conocer tal como los redacten los peritos, sin maquillaje de ningún tipo. Es lo menos que merece la sociedad mexicana.