Existe  una lectura específica del actual desarrollo cambiante de las relaciones internacionales, los “amos del mundo” parecen querer regresar a épocas medievales conquistando tierras liberadas hace centurias con sangre, sudor y lágrimas, ¿de qué sirvió toda la sangre regada para obtener un pedazo de polvo si ahora el dinero en manos de unos cuantos nuevamente arrebata la única forma de seguir evolucionando y subsistiendo como especie?

¿Nuevamente llegó el fin de la propiedad privada y vamos de regreso al feudalismo?

El futuro nos alcanzó, lo que en grupos de metafísica fue un tema de duro debate y para algunos, irrisorio e impensable para otros hace 20 años, aparentemente se encuentra a la vuelta de la esquina, no se le permitirá poseer ninguna propiedad privada a los pobres y su única salida será vivir en un estado de dependencia permanente, las cuales serán comandadas por el pequeño número de élites ricas que lo poseerán todo.

El  FEUDALISMO, que no es otra cosa que una forma de esclavitud, re surge amenazante en pleno siglo XXI.

La noticia no es nueva, aunque  muchos no supieran de ella; Bill Gates, el multimillonario “filántropo”, —La suspicacia obliga sendas comillas— está comprando grandes cantidades de tierras agrícolas; mientras Great Reset —El Gran Reseteo, o Gran Reinicio, da nombre a la propuesta del Foro Económico Mundial (WEF por las siglas en inglés) de transformar el modelo económico tras la pandemia— les dice a los estadounidenses y al planeta, que no habrá propiedad privada en el futuro. SIC.

La revista “The Land Report”, dedicada a los inversores de tierras, reveló que tanto Bill Gates como su mujer, Melinda Gates, eran propietarios de casi 100 mil hectáreas ubicadas en Illinois, Iowa, Louisiana y California, entre otros. Estas posesiones les han convertido en unos de los mayores terratenientes de Estados Unidos.

Lo anterior y el nombre de todo lo que toca Bill Gates,  vino a poner el tema en el pedestal, lo que se cocina bajo la mesa parece ser un caldo gordo y lleno de inmundicia…

Mientras los voceros e impulsores del “Gran Restablecimiento” les dicen a los estadounidenses y al mundo en general, que el futuro es uno SIN PROPIEDAD PRIVADA, Bill Gates y otros multimillonarios han comprado grandes cantidades de tierras agrícolas. ¿Será sólo en los Estados Unidos? ¡Ja! Esas visitas “filantrópicas  al continente africano, a las tierras argentinas, llamadas algunas vez “el granero de América,  dejan mucho a la imaginación…

“The Land Report’' reveló que Bill Gates, tiene un patrimonio neto de casi $121 mil millones de dólares, con ellos ha invertido, construido una vasta cartera de tierras agrícolas que abarca 18 estados norteamericanos y continúa extendiéndose. Sus propiedades más grandes están en:

√ Louisiana:  69,071 acres.

√ Arkansas: 47,927 acres.

√ Nebraska: 20,588 acres.

Además, está involucrado en 25,750 acres de tierra de transición al oeste de Phoenix, Arizona, donde se está desarrollando como un nuevo suburbio”.

Bill Gates hasta el momento posee 242,000 acres de tierras agrícolas en los Estados Unidos, en gran parte a través de compañías externas como Cascade Investments,  inversionista personal del magnate, Gates. Para darse una idea más clara, imagine usted la superficie de Manhattan multiplicada por 7.

Se desconoce qué  está planeando Bill Gates,  Cascade Investments, apelando  a la confidencialidad se niega a comentar sobre el asunto.

Pero no sólo es Gates quien busca apropiarse de las buenas tierras, el magnate de los medios John C. Malone, quien lidera el camino con 2.2 millones de acres de ranchos y bosques, el fundador de CNN, Ted Turner, que posee 2 millones de acres de ranchos; Jeff Bezos, de Amazon, también está “invirtiendo en tierras a gran escala”, según comparte el informe de The Land Report.

Lo comentaba en la columna pasada respecto a nuestro país, México, y como las reformas constitucionales respecto al ejido; creadas por Carlos Salinas de Gortari en 1994, abrieron la puerta a este tipo de peligrosas maniobras…

Los mal llamados  filántropos, que no son más que tecnócratas multimillonarios están apropiándose palmo a palmo de la tierra fértil del planeta, a un ritmo cada vez más vertiginoso y con ello  parecen decir al mundo que prácticamente no habrá más propiedad privada, que el campesinado volverá a trabajar la tierra solo como súbditos de un imperio, el del dinero y poder.

“Bienvenidos al año 2030. Bienvenidos a mi ciudad, o debería decir “nuestra ciudad”. No tengo nada. No tengo auto. No soy dueño de una casa. No tengo equipo ni ropa”. La cita anterior pertenece a Klaus Schwab, El fundador del Foro Económico Mundial

¿Qué tiempos son esos que revivimos?

Tiempos aciagos, confusos y llenos  de calamidades... El gran agujero negro parece cerrarse;  las desventuras económicas nos ahogan,  el incierto futuro se asemeja al oscurantismo de siglos añejos,  resurgen terroríficas crisis, bombardeos por territorios ocupados. Las nuevas invasiones  silenciosas acampan en el traspatio, la grave recesión económica, la creciente corrupción política,  nuestro mundo ansioso de progreso y hermandad  está a punto de sucumbir a causa de un terrible colapso programado desde las altas esferas.

La percepción de que el planeta entero estaría volviendo a un nuevo medioevo surge latente, extraordinariamente amenazante...

Si sumamos hablar de crisis en los sistemas y la de ausencia de valores morales, tanto los actores políticos, así como los  innumerables “influencers” llenan sus plataformas  con referencias a la barbarie, a la burla, las cacerías de brujas,  las violaciones,  guerras; la violencias del momento, sin importar que sea verbal o física.

¿La historia de la humanidad se repite? ¿Permitiremos el regreso a la esclavitud y dependencia de unos cuantos? La historia parece reescribirse y los nuevos guionistas tienen el poder para  desaparecer multitudes de un plumazo…