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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó este lunes 31 de julio los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral (EOPIBT) los cuales señalan que la economía mexicana tuvo un primer semestre mejor a lo esperado por muchos analistas y logró un crecimiento anualizado de 3.6%, impulsado por los servicios, el comercio y la construcción.
Los datos de la institución que dirige Graciela Márquez nos muestran que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país sería el más elevado para un periodo similar desde 2012, sin incluir el rebote del 2021 que fue de 8.4%.
En el segundo trimestre de este año, el PIB oportuno avanzó en conjunto 0.9%, las actividades terciarias tuvieron un incremento del 1% mientras que el de las primarias, así como el de las secundarias fue del orden del 0.8%, en comparación con los primeros tres meses del 2023.
Para los meses de abril, mayo y junio de este 2023, a tasa anual y con series ajustadas estacionalmente, el incremento de la estimación oportuna del PIB fue del 3.6% en términos reales. Por actividad económica, las variaciones positivas fueron: 4.1% para las terciarias; 2.6% para las secundarias y 2.5% para las primarias.
Si bien es cierto el sector terciario es el que tiene más peso en PIB y que este equivale al 64% del total; el que haya un crecimiento de la construcción es muy importante ya que está actividad ha demostrado atraer una gran cantidad de inversión pública y privada, debido a que los proyectos de construcción de infraestructura son responsables de la generación de empleos y, con su demanda de insumos de otras industrias, la construcción también promueve la actividad económica de sectores conexos.
Durante el segundo trimestre de 2020, el producto interno bruto del sector de la construcción en México sufrió la peor caída en su historia debido a la emergencia sanitaria causada por la pandemia del COVID-19. De abril a junio de 2020, el PIB en dicho sector apenas superó los 833.000 millones de pesos mexicanos. Sin embargo, desde entonces la construcción empezó a recuperarse, hasta superar los 1,1 billones en el primer trimestre de este año.
En el primer trimestre de 2023, construcción registró un producto interno bruto de 2 mil 800 millones de pesos, evidenciando un alza de 2.88% con respecto al trimestre anterior y un alza de 10.2% respecto al mismo periodo del año anterior.
En México, la construcción es uno de los sectores principales de la economía, gracias a la inversión pública y privada este sector genera empleos de manera directa e indirecta y los proyectos de construcción promueven la actividad económica de sectores conexos, tal es así que en el año 2022 este ramo contribuyó con el 6.8% del producto interno bruto del país.
La construcción ha sido uno de los principales motores en la economía mexicana, ya que según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), de las 57.9 millones personas ocupadas en México, 7.9% se concentran en esta actividad.
De acuerdo con datos del Inegi, el año pasado, se generaron 87,848 nuevos empleos en la industria de la construcción, lo cual representa un crecimiento de 1.9 por ciento. En total, al cierre del 2022 la industria reportó más de 4.5 millones de trabajadores.
La construcción siempre ha estado vinculada con el desarrollo de México y ha sido palanca fundamental para lograrlo. La infraestructura carretera, las obras pesadas de irrigación, la transmisión de energía, las obras de edificación entre las que sobresale la vivienda de interés social, la construcción de obras de equipamiento urbano y muchas más son parte de los activos del país.
La industria de la construcción utiliza insumos provenientes de otras industrias, como: el acero, hierro, cemento, arena, cal, madera y aluminio; son 33 ramas de la actividad económica los que tienen que proveen a esta actividad.
La edificación de obras, por sus características, ha sido una industria orientada al mercado interno. Por esta razón cuando la demanda nacional pierde su dinamismo, las oportunidades de negocios se ven reducidas para las actividades de las empresas constructoras.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha manifestado en muchas de las conferencias de prensa de las mañanas que las grandes obras de infraestructura como son el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el Tren Transístmico, la Presa Santa María entre otros, están generando miles de empleos y estos proyectos tienen un efecto multiplicador en la economía por todos los insumos y materiales que se necesitan, así como los servicios que se requieren.
El crecimiento de la economía es una buena señal y que la actividad de la construcción se incremente nos habla de un fortalecimiento del mercado interno que es muy necesario para el desarrollo del país.