“Las aves rapaces, también conocidas como aves de presa, son depredadoras que se alimentan de otros animales, y su nombre proviene del latín ‘rapare’, que significa apoderarse o tomar por la fuerza”.

La lucha por asegurar un lugar en los Juegos Olímpicos de París 2024 en las pruebas de pista de ciclismo fue feroz. Los ciclistas debían clasificarse entre los mejores según el ranking de la UCI en los últimos dos años (2023-2024), lo que incluía:

Las dos mejores Copas de Naciones de cada año (de tres convocadas por año, tomando los dos mejores resultados).

El Campeonato Mundial de 2023.

Los dos Campeonatos Continentales de 2023-2024.

Nuestro país aseguró la plaza en la Velocidad por Equipos Femenina, que otorga el derecho a nuestras velocistas a competir en velocidad y keirin. Además, México obtuvo plazas en el omnium masculino y femenino.

Según el Sistema de Clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024 implementado por la Unión Ciclista Internacional, corresponde a los Comités Olímpicos Nacionales designar a los ciclistas que ocuparán estas plazas. Sin embargo, no hay claridad sobre los criterios que se utilizarán para esta selección.

La falta de transparencia en este proceso genera incertidumbre. Aunque existen disposiciones que permiten la sustitución de atletas designados en caso de lesiones o bajo rendimiento, es fundamental que los criterios de selección se comuniquen de manera clara y oportuna.

Recientemente, en una entrevista vía Facebook Live desde Los Cabos, BCS, Ricardo Peña expresó su desconcierto sobre el proceso de selección de plazas olímpicas. Esto subraya la necesidad urgente de claridad en los criterios de selección para evitar que los cupos sean ocupados por ciclistas con méritos dudosos.

En resumen, mientras las reglas del juego no estén claras, la competencia por las plazas olímpicas será más feroz fuera del velódromo que dentro de él.