El presidente del PRI, Alejandro Moreno, mejor conocido como “Alito”, despacha en la sede priista en Insurgentes Norte, en la oficina que alguna vez fue del excandidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio y, en la cual, tiene cuadros del difunto candidato. Es evidente que, a 27 años de su muerte, Alito lo admira. De hecho, muchos de los cargos que tuvo Luis Donaldo como líder juvenil priista, diputado, senador y presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (Copppal), también los ha tenido Alito. Incluso, quien fuera el jefe de asesores de Luis Donaldo, el gran Samuel Palma, ahora hace funciones similares para el actual presidente nacional del partido tricolor, de tal forma que Moreno está tratando de emular al desaparecido Colosio. Por eso, la presunta rispidez, que reportaron medios, con Luis Donaldo Colosio Riojas (Luis Donaldo Jr.), ahora alcalde de Monterrey por Movimiento Ciudadano (MC), debe haberle pesado mucho a Alito.
Luis Donaldo Jr. está iniciando en la política y para ello ha usado un nombre conocido y admirado por millones de mexicanos. Y para quienes no vivieron en la época de Colosio, el nombre ahora es parte de la cultura popular gracias a, cuando menos, cuatro series en Netflix que lo pintan halagadoramente. Habrá que ver cómo le va en el ejercicio del cargo público.
Ambos, Luis Donaldo Jr. y Alito, seguramente seguirán haciendo política post el 2024, fecha en que acaban sus actuales cargos. Sus caminos quizá se crucen, aunque lo más probable es que MC y el PRI sigan siendo competidores, lo que es una pena, dado la admiración y respeto que Alito tiene de Colosio y el arrastre que Colosio Jr. tendría bajo las siglas del PRI. Pero ambos liderarán a sus partidos en la contienda electoral federal del 2024.
Ambos tienen claro, y lo han hecho patente, que para que la oposición crezca en el 2024, sus candidatos y su narrativa tienen que ser de centro-izquierda. La razón es muy simple: el centro-derecha va a votar por cualquier candidato que ponga la oposición, no hay forma de que voten por Morena. Pero un candidato de centro-izquierda sí le podría “morder” votos a la 4T, haciendo las elecciones más competidas. Esto fue justo lo que sucedió apenas en Argentina y Chile.
Además, dado que el PAN está cerca de implosionar -explotar desde dentro-, la derecha pronto se verá en extremo fragmentada. Y es que, como muestra del desorden que es el PAN, su presidente, Marko Cortés, hace nombramientos y antes de que los medios puedan dar a conocer sus boletines, los recién nombrados ya le están rechazando los cargos ofrecidos. O está el extraño caso de la negociación del PAN con la 4T: Creel se va por su cuenta con una carta entregada en Palacio Nacional, pidiendo diálogo y recordando viejos “romances” con López Obrador y, una vez que se le da la cita, todo el PAN se apunta a una reunión en la que no llegarán a nada, pero que, a varios, como al propio Creel, les ayuda a que no les abran carpetas de investigación por negocios que ellos y sus familias han hecho al amparo de sus relaciones políticas.
El PAN parece no entender que el presidente no respeta a los que se le rinden. Respeta a los que saben serle oposición. Y es que él ha sabido ser oposición por más de dos décadas, pero a sus ojos, quien no está dispuesto a hacer sacrificio y a tomar riesgos en la política no es digno de respeto. Justo en el nicho que se ha posicionado el PAN. Por ello ayer el PRI y PRD anunciaron que ellos, a pesar de ser parte de la misma coalición opositora, no acompañarían al PAN en su “diálogo” con el gobierno federal.
Así que para el 2024 parece que en la contienda estarán en primerísimo lugar Morena y dando la batalla el PRI y MC, este último quizá con Colosio. Pero dé usted por hecho que el PAN no estará posicionando un candidato, en coalición alguna, por las razones arriba expuestas. Sencillamente el PAN no supo cómo ser oposición y dejó que tomaran su liderazgo personas que sólo han cosechado derrotas. Al tiempo.
Javier Tejado Dondé en Twitter: @JTejado