La necesidad de visibilizar el papel de las mujeres en las distintas esferas económica, social, cultural y política del país, es siempre imperiosa; pero tal vez sea mayor en el marco de la celebración del día de la madre, pues la tradición conmemorativa mexicana, durante mucho tiempo, se asoció a encomiar aspectos como los de su resignación, abnegación, sufrimiento, paciencia, entrega, renuncia a figurar en el espacio público y, consecuentemente, a cultivar, desplegar o ejercer aptitudes habilidades, cualidades y alguna vocación llamada a destacar y a fortalecer su empoderamiento; así, una especie de inmolación civil.
A pesar de ello, siempre han existido mujeres notables tal y como lo acredita nuestra historia, con la excelsitud de una lucha que les ha permitido sobresalir en circunstancias singularmente adversas, de modo de enfrentar y vencer condiciones de hostilidad y discriminación por su condición de mujeres. Las engrandece el hecho de tratarse de personas que se abrieron paso en medio de una cultura machista y misógina; por fortuna, los casos que se pueden citar son incontables, pero en el marco de una efeméride que identifica su papel como madres, resulta destacable insistir en mostrar alguno de los ejemplos que permitieron superar el anonimato al que parecían condenadas, logrando brillar en un espacio que tiende a no tener el relumbrón del que gozan las responsabilidades del orden federal, como sucede con el municipal o local.
Es evidente que esa fue una de las intenciones de la publicación realizada por el Colegio de México en 1998, que con el trabajo de investigación de Dalia Romero Bassols y de Alejandra Massolo, fue publicado con el título de Mujeres que gobiernan municipios.
Uno de los casos que quisieron destacar las autoras se refiere a María Rosa López de Servín, quien arribó a presidir el gobierno municipal de Coatepec en 1995, después de una larga carrera de activismo social y de militancia política que iniciara en 1959 y que la condujo a la presidencia del Comité Seccional del PRI en su demarcación, a formar parte de la asociación feminista del mismo partido y a obtener el nombramiento de secretaria de Gestoría del Comité Estatal del PRI, así como lograr triunfar en procesos de elección popular, de modo de llegar a ser regidora, síndica y de encabezar el gobierno Municipal de Coatepec, dentro de una trayectoria que se caracterizó por figurar en distintos espacios como el de padres de familia y en comités vinculados a causas sociales.
De hecho, hasta la actualidad ha sido la única mujer en presidir el Municipio de Coatepec, mérito que no se reduce a ese suceso, sino también a la calidad de su campaña, a la inobjetable del triunfo alcanzado, así como al alto nivel de la gestión que encabezara. Cuentan que un miembro de otro partido en el Cabildo se convirtió en su simpatizante cuando ella misma, al conocer la necesidad de donación de sangre a un enfermo, acudió a aportarla cuando supo que era compatible con la suya.
En efecto, como candidata incrementó la votación a favor de su partido en más de un 30%, en un marco de respeto a los demás contendientes y con un trabajo constante de interlocución con las comunidades; en su gestión el cabildo promovió las más amplias facilidades para incorporar los temas que fueron del interés de sus integrantes, destacando los resultados obtenidos en salud y educación, así como en el equipamiento y capacitación a los policías.
La rememoración tiene un especial significado en el contexto actual donde este viernes 9 de mayo ocurrió una revista de supervisión al cuartel de la Policía Municipal de Coatepec escenificada por elementos de la Sedena, procedimiento mediante el cual se corrobora la documentación del personal armado, la vigencia de los permisos individuales y la licencia colectiva para la portación de armas.
Dado el carácter sorpresivo de la revista en cuestión, se asume como parte de un operativo que responde a la presunción de irregularidades, justo cuando tiene lugar el proceso de las campañas para renovar la presidencia municipal de Coatepec. La condición que tiene de pueblo mágico, su tradición de vida y el potencial del que goza como uno de los grandes centros productores de café del país, así como por su gran vocación turística llevan a demandar que la renovación de autoridades sea la plataforma para detonar el desarrollo que requiere.
El hecho de que un hijo de Rosita López de Servín se encuentre entre los candidatos a encabezar el gobierno municipal, lleva a suponer de que habrá quien enarbole el ejemplo de transparencia, honestidad y sensibilidad de quien fue su madre y que ya no vive.
Frans Servín cuenta con una trayectoria de servicio público impecable que ahora se pondrá a prueba como baluarte de su campaña. Por lo pronto, recordamos el ejemplo de congruencia, verticalidad y emoción social de Doña Rosita, en espera de que inspire a la futura gestión municipal de Coatepec para bien de todos sus habitantes.