“Vivimos en unos tiempos en que a uno le gustaría ahorcar a toda la raza humana y poner término a la farsa.”

MARK TWAIN

“Cuando la estafa es enorme, ya toma un nombre decente.”

ADELARDO LÓPEZ DE AYALA

¡Albricias! Este domingo el PRI registró a su precandidata presidencial Claudia Sheinbaum rumbo a las elecciones del 2024.

Una nueva pantomima, pues ni es precandidata ni inicia ahora sus recorridos; lleva en campaña más de dos años.

Poco o nada le importó al presidente del Revolucionario Institucional, Mario Delgado, que durante este tiempo Claudia actuara como candidata, se moviera como candidata y recorriera México como candidata.

Eso sí, el domingo con pompa y circunstancia, desde un reducto neoliberal como es el World Trade Center, la ex jefa de gobierno de la CDMX se registró como la precandidata del… PRI y del PVEM y del PT a la Presidencia de la República, si bien sabemos lleva tiempo siendo la candidata de facto.

¿Por qué será que nuestros institutos políticos cuidan las formas con eso del registro, pero se pasan por el Arco del Triunfo todas las demás normas? Sobre todo las federales. La farsa se la podrían ahorrar. ¿Qué no? Si no fuera un tema tan serio, sería de risa.

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Hacen creer que velan por la norma con esto del registro, cuando es la única contendiente por esa alianza. (Sí, ya sé, Xóchitl Gálvez también es la candidata del Frente Amplio y firma como precandidata). La diferencia es que Sheinbaum lleva más de dos años de andar en el proselitismo y la hidalguense unos cuantos meses. Ambas violando la ley; los partidos políticos que las cobijan, más.

El registro es en sí una nueva pantomima. Decir que va de precandidata a partir del día de hoy y hasta el 18 de enero de 2024, para entonces iniciar la campaña, es creer que la ciudadanía puede ser manipulada o que no se da cuenta que le llamen como le llamen (defensora de la 4t, precandidata, oradora de los éxitos de la capital, ganadora de las encuestas, etcétera) es en realidad la candidata del régimen.

Con lo cual, estos eventos son solo una muestra más de la hipocresía y el cinismo que campea en la política mexicana. Llamarles precampañas a lo que son campañas; llamarle procesos internos a lo que son actos anticipados de campaña.

¿De qué sirve entonces regularlos en la ley federal? ¿Señalar plazos para campañas y precampañas, lo que constituye la figura de candidatos, de precandidatos, lo que los hace legítimos e ilegítimos? Lo que me recuerda… al presidente “legítimo” y su show, revestido de protesta en Reforma.

Con esta campaña (más allá de cómo quieran llamarla), será la candidata que habrá invertido el mayor tiempo en estar en modo “campaña”. Solo le gana un hombre, López Obrador, quien dedicó 13 años de su vida (2005-2018) a hacer proselitismo electoral. Eso si no contamos la campaña continua que vive desde diciembre de 2018 en sus diarias mañaneras…

Todos sabemos que estamos ante una elección de Estado, como la de 1988 cuando la maquinaria priista no permitió que Cuauhtémoc Cárdenas pregonara el triunfo que obtuvo en las urnas. Como muchas antes de eso. Tan es una elección de Estado que quienes apoyan a Claudia lo saben y por lo mismo están detrás de ella; y los que no la apoyan, no votarán por ella exactamente por la misma razón: porque es una elección de Estado. Las más viejas prácticas del tricolor en acción. Harán todo por mantener el poder.

Es importante saber qué se siente “iniciar” ilegítimamente con un proceso truqueado; con la cancha tan dispareja a su favor cortesía del Estado. ¿Sostenida por estructuras y dinero? Nosotros sabemos lo que se siente de este lado: mucho coraje porque nuestro impuestos pagan esta trampa. Impuestos que comprarán los votos para que ella asegure una victoria espuria.

Oficialmente, el día de hoy, Sheinbaum inicia su precampaña en Veracruz rumbo a la Presidencia de México. Pero en el país de “los verdaderos datos”, van más de tres veces que va a Veracruz ya como candidata a la Presidencia. Señoras y señores: el PRI no dejó el poder, tan solo mudó de piel para poder continuar gobernando. Morena es el PRI más rancio; vetusto y anticuado. Ese partido que se quiso sacar de la escena política, pero que está aquí con más bríos que nunca, llamándose Morena.

Y no, poco importa que Claudia nunca haya militado en el viejo PRI (y eso solo porque antes, bastante antes, no estuvo en política) si todos los de Morena y todo lo que representan es priismo. Migraron con todas las triquiñuelas, corruptelas y ansias de asirse al poder aunque para ello rompan todas las leyes y reglamentos habidos y por haber.

Y el no respetar la ley es un acto de corrupción. Sí, de corrupción. Con la excusa de que mucho de la legislación electoral es una tontería, la violan. Eso es corrupción.

Solo que como la hace el partido en el poder, nadie osa señalar lo obvio. El proceso electoral del 2024 está viciado de origen; es ilegítimo. Ergo, ella, la coalición que ella representa y todo lo que esta hace en relación a esta campaña es ilegítimo, además de ilegal.

Estimados lectores. A estas alturas del texto se habrán dado cuenta que no me equivoqué al nombrar al Revolucionario Institucional en lugar de escribir Morena. Regeneración Nacional es el nuevo PRI; las mañas, corruptelas y agandalles continúan. Sacaron a los priistas, solo para repoblarse de otros priistas.