Estira y afloja

Saúl “Canelo” Álvarez dijo al perder: “es un gran campeón, en el boxeo se gana y se pierde, hoy le tocó ganar y lo acepto, pero debí ganar”; “hice una gran pelea y la gente es la que gana”. Un campeón derrotado pero ganador, no importa lo que sucedió en la T-Mobile Arena de Las Vegas porque el boxeo es el único deporte que cuando tienes cartel, cuando mueves las masas como lo hace Canelo, simplemente ganas.

Aún no conocemos los niveles de audiencia que tuvieron las televisoras mexicanas, seguramente pasarán de los 30 puntos de rating. Paralizó a México como lo viene haciendo en cada combate. Solamente por esta pelea el Canelo se embolsó 15 millones de dólares, esos fueron los que le garantizaron, porque además amanece en Las Vegas y debe hacer cuentas con la televisora estadounidense que generó el pago por evento, ya que el 70% de las ventas irán para el jalisciense, claro con un tope de 40 millones de dólares totales, es decir no pueden darle más de 25 millones de dólares por el PPV. No está mal, ¿no? Dimitir Bivol, el ahora campeón ganó 2 millones de dólares más 30% del PPV, una diferencia enorme, tanto como fue la pelea de la noche del sábado en Las Vegas.

El deportista profesional claro que busca la gloria deportiva, pero también dinero y Saúl Alvarez es una maquinaria de generación de billetes verdes. Perder no importa en lo económico porque el boxeo es el único deporte que premia trayectorias y popularidad, se paga por el “aplausometro” no por ganar.

Vendrá la nueva pelea de Canelo y será aún más alta en números. Septiembre contra Gennady Golovkin el famosos GGG, será su tercer combate y con la derrota de Saúl Alvarez ganarán más, parece incoherente e irreal, pero claro que el morbo de ese combate y la popularidad del mexicano, hará que sea una bolsa más grande y un nivel de audiencia mayor.

Ganar perdiendo, la historia del boxeo profesional.