Ya hemos señalado en esta columna, en entregas recientes, el desastre que ha resultado ser el gobierno de Joe Biden para los norteamericanos que no son de las élites: la mayor inflación en las últimas 4 décadas, los precios de combustible más altos de la historia, escasez de alimentos y otros productos y más de un millón de muertos producto del Covid.
A esto, sumemos que Joe Biden es incapaz, por designio y por sus capacidades físicas, de intentar no digamos intentar enderezar una nave que ya va en picada de forma sistémica, que es el neoliberalismo y el imperialismo estadounidense, sino de evitar una guerra nuclear que pondría a la humanidad al borde de la extinción cómo especie, junto con la mayoría de la flora y fauna del planeta.
Parece una costumbre, pero de nueva cuenta se ha difundido un video en donde Joe Biden tiene serias dificultades para mantener coherencia (curiosamente, en un ataque al presidente ruso Vladimir Putin, en donde repite y balbucea múltiples ocasiones para decir la palabra “cleptocracia”.
Para comenzar, no existe país con mayor número de cleptócratas que los Estados Unidos y pueden comenzar por apuntar a todos los congresistas y senadores de ambos partidos que se han enriquecido con su acceso a información privilegiada. Pero eso no es lo peor. Joe Biden tiene -en teoría- control del arsenal nuclear de los Estados Unidos y no me queda del todo claro que alguien haga lo correcto en caso de que decidiera emprender un ataque contra otra de las superpotencias nucleares para impedirle llevarnos a un escenario apocalíptico.
La incapacidad mental de Biden no es sólo problema de los estadounidenses. Es también un riesgo para la humanidad.