Vivimos tiempos en que para muchos cada vez se vuelve más complicado estar al día en las cuestiones que engloban la era digital. La tecnología ya no avanza a pasos agigantados como lo hacía en los noventa. Ahora transita a velocidades cuasi metafísicas. Esto hace que nuestro entendimiento se enfrente constantemente contra retos cada vez más difíciles de sortear para comprender los avances tecnológicos que han tenido como fruto el para mí aún incomprensible metaverso.
Decía el maestro Rus que el arte abstracto era aquél en el cual lo único inteligible era el precio.
No quisiera ni imaginarme cómo definiría a los token no fungibles (NFT por sus siglas en inglés); que son, de acuerdo a la Wikipedia, “(…) un tipo especial de token criptográfico que representa algo único. Los tókenes no fungibles no son, por tanto, mutuamente intercambiables”.
Dirían los gringos: whatever that means…
Lo interesante aquí es que el pintor Álvaro Aguilar en su última exposición FAIRYDU$T, montada hasta el próximo domingo 13 de marzo en el domicilio ubicado en Alejandro Dumas, número 304, de manera magistral yuxtapone el arte material con el digital para confrontarlo y presentárselo a la gente en sus dos vertientes. El resultado es una explosión visual englobada de axiología, pues el recorrido acaba siendo un viaje por la teoría del valor.
Como su nombre lo indica, el título de la exposición es en referencia a la línea en la que, en la película de El lobo de Wall Street, de Scorsese, McConaughey expone que lo que dota de valor a los valores en la bolsa es polvo de hadas, pues su subjetividad y comportamiento es tan imprevisible como fantasioso.
FAIRYDU$T es también una senda circular en el imaginario de quien conoce la obra pictográfica de Álvaro en una década de trayectoria como pintor. Y este círculo también se aprecia como una metáfora, pues muchas de las obras expuestas representan el ciclo del valor de los objetos: un billete y su valor pecuniario; un billete destrozado que deviene papel, basura; pedazos de billete que se utilizan para crear una obra de arte y su reapreciación económica en el avalúo de dicha obra; y de la mano, su QR para valorar la pintura en su formato digital como NFT.
En cuanto a cómo se desprende la carrera de pintor de Álvaro en cada una de sus obras exhibidas en FAIRYDU$T, la misma se nota en los aspectos realistas de algunos de los cuadros, cuya plataforma estilística fue en su momento su paso por el dibujo de retratos; asimismo, el público podrá conocer antecedentes de colecciones y estilos conceptuales que notoriamente anidaron en el subconsciente del artista durante un tiempo antes de poderlos reproducir en un cuadro.
La exposición también es reflejo y materialización de las reflexiones que ha tenido Álvaro Aguilar entorno a lo efímero de la vida, su sutileza, delicadeza y belleza; y todo esto se plasma en un símil precioso entre la existencia y las mariposas; mariposas creadas con recuerdos representados en papel—fotografías—; mariposas creadas con billetes—papel—; mariposas de colores; ¿cuánto vale un recuerdo? ¿Cuánto vale un billete falso a pesar de ser idéntico al original? ¿Cuánto vale un recuerdo?
No quisiera echar a perder la experiencia de acudir a FAIRYDU$T manoseando su explicación de voz del artista. Porque nadie puede guiar al espectador como Álvaro por el mundo del arte material y digital y su comparación. La metamorfosis de los valores en el arte es increíble y se entiende a la perfección en cada uno de sus cuadros, de sus QR, de su historia.
Incluso el artista fue más allá, pues llevó el paralelismo entre lo tangible y lo intangible a tal extremo de montar la obra de manera digital también.
FAIRYDU$T es espectáculo y cátedra a la vez. Vale la pena. No se la pierdan este fin de semana, de 12:00 a 20:00 horas.