(Material con apoyo fotográfico)

Tepic, 7 Mar. (Notimex).- Muestras de obsidiana procedentes del volcán "Las Navajas", ubicado en Nayarit, son analizadas por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a fin de identificar su composición, y así reconstruir los patrones prehispánicos de producción, distribución y uso de esta roca ígnea en el Occidente de México.

De acuerdo con Mauricio Garduño Ambriz, investigador del Centro INAH-Nayarit, la caracterización química y mineralógica de la obsidiana de este volcán, será integrada a la base de datos general de los yacimientos de este mineral del Occidente de México, proyecto a cargo del doctor Michael Glascock, de la Missouri University Research Reactor (MURR).

Lo anterior, dijo Garduño Ambriz, permitirá establecer correlaciones culturalmente significativas entre numerosas colecciones de artefactos recuperadas en diversos sitios arqueológicos de los estados de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Durango, Zacatecas y Colima, con su fuente geológica de obtención.

El arqueólogo explicó que este cúmulo de datos también servirá para "explicar la complejidad de las esferas comerciales establecidas entre estas poblaciones a través del tiempo, las cuales apreciaban la obsidiana del volcán Las Navajas, por su excelente calidad de fractura".

Por otro parte, Garduño Ambriz explicó que durante los reconocimientos de superficie efectuados previamente, también fue localizado un afloramiento de grandes bloques en el sector sureste del cráter, el cual podría formar parte de un derrame o flujo de obsidiana de mayores dimensiones, apenas visible en superficie.

"Las evidencias arqueológicas vinculadas con la explotación del yacimiento consisten en acumulaciones de desechos de talla y núcleos, percutores, lascas de reducción de bifacial y preformas de artefactos bifaciales, materiales que se distribuyen en sectores específicos dentro de la mina-taller, lo que sugiere que el trabajo realizado en este lugar era especializado", manifestó.

Asimismo, indicó que fueron localizadas depresiones de contorno circular que probablemente correspondan a bocaminas de pozos de extracción azolvados, asociadas a concentraciones de materiales residuales derivados del proceso inicial de talla de la obsidiana, que se hacía in situ".

Además, todavía es posible observar nivelaciones artificiales del terreno en forma de terrazas, aledañas a los afloramientos de obsidiana, donde probablemente se encontraban las viviendas temporales de los mineros y de los artesanos, apuntó el arqueólogo del INAH.

En este sentido, el control, la distribución y el aprovechamiento de diversos recursos estratégicos, como la tierra cultivable de alto rendimiento, la sal y la obsidiana, le confirieron a estas poblaciones la autosuficiencia necesaria para consolidarse como entidades relativamente autónomas.

Aunque, aseguró. no funcionaron como unidades político-territoriales aisladas, como lo demuestra la compleja red comercial que se consolidó en la región durante la ocupación Aztatlán (850/900-1350 d.C.), en el periodo Posclásico.

Y es que el volcán "Las Navajas" constituyó una de las fuentes de abastecimiento de obsidiana más importantes del Occidente de México y la cultura Chinesca (100 a.C.-250 d.C.), representativa de la tradición Tumbas de Tiro, que se asentó en los valles intermontanos del altiplano nayarita.

Cabe destacar que los trabajos de prospección y muestreo de esta materia prima fueron realizados en 2007 por el arqueólogo Mauricio Garduño Ambriz en colaboración con el Missouri University Research Reactor (MURR); los resultados han sido publicados recientemente en la prestigiada serie internacional del British Archaeological Reports.

NTX/MAY/NMN/NFOTO