Toronto (Canadá), 12 ene (EFE).- El Gobierno canadiense dijo hoy que cambiará la ley sobre matrimonios homosexuales para permitir que las parejas extranjeras casadas en Canadá se puedan divorciar pero no aclaró si considera esas uniones legales.

El ministro de Justicia de Canadá, Rob Nicholson, aseguró hoy a través de un comunicado que el Gobierno clarificará las leyes para permitir que las parejas del mismo sexo que no son residentes en Canadá pero que se casaron en el país puedan divorciarse si así lo quieren.

Pero ni Nicholson ni ningún otro miembro del Gobierno canadiense señalaron si Ottawa considera válidos los matrimonios homosexuales celebrados en el país desde el año 2004 entre extranjeros.

El Ministerio de Justicia no contestó a las preguntas de Efe sobre la validez de los matrimonios homosexuales entre extranjeros no residentes, medida que según fuentes consultadas podría afectar a centenares de uniones entre parejas latinoamericanas del mismo sexo.

La polémica se originó hoy cuando un periódico reveló que durante un caso de divorcio entre una pareja de lesbianas, el Ministerio de Justicia de Canadá defendió ante el juez que las dos mujeres no podían divorciarse porque el matrimonio que celebraron en 2005 en Toronto no era válido.

Según el representante legal del Ministerio de Justicia, dado que las dos mujeres no son residentes ni ciudadanas canadienses (una reside en Florida y la otra en Inglaterra) y que en esas dos jurisdicciones el matrimonio homosexual no es legal, Canadá no consideraba válido su unión.

La postura del Ministerio de Justicia canadiense deja en el limbo a unas 5.000 parejas homosexuales extranjeras, muchas de ellas procedentes de países latinoamericanos, que no residen en Canadá pero que se han casado en el país desde 2005.

La decisión no afecta a los matrimonios entre parejas del mismo sexo celebrados entre personas canadienses o que residen en el país.

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, también dijo hoy durante una rueda de prensa que desconocía si los matrimonios homosexuales entre no residentes son legales.

"Por lo que creo, este es un caso en los tribunales canadienses donde abogados de Canadá han tomado una posición particular basada en la ley y les pediré a los funcionarios que me den más detalles", afirmó Harper ante las preguntas de los medios de comunicación.

En 2004, los tribunales canadienses anularon de hecho la prohibición de celebrar bodas homosexuales al declarar que la definición clásica del matrimonio, que se refiere exclusivamente a la unión entre un hombre y una mujer, era anticonstitucional.

Un año después, el entonces Gobierno liberal aprobó una ley confirmando la legalidad de los matrimonios homosexuales, lo que abrió las puertas para que miles de parejas del extranjero acudiesen a Canadá a oficializar su unión.

La ley fue aprobada con la oposición del Partido Conservador de Stephen Harper, entonces en la oposición pero que en 2006 llegó al Gobierno.

La noticia de que Canadá considera inválidos los matrimonios homosexuales celebrados en el país entre personas no residentes fue duramente criticada por políticos y organizaciones sociales.

El anterior alcalde de Toronto, David Miller, durante cuyo mandato la principal ciudad canadiense se abrió para recibir a miles de parejas homosexuales extranjeras que querían oficializar su unión declaró: "Me da pena, como canadiense que trabaja mucho en el exterior estoy muy avergonzado".

Mientras, el Partido Liberal, bajo cuyo Gobierno Canadá aprobó en 2005 la ley que legalizaba el matrimonio homosexual en todo el país, dijo que la posición del Ministerio de Justicia era "ridícula".