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* El personaje no necesita ser reivindicado, dice su nieto a través de un libro

* Desde la orfandad, llegó a ser el diseñador del proyecto de una nueva nación

Por Juan Carlos Castellanos C.

México, 28 Feb. (Notimex).- El libro ?Yo fui Plutarco Elías Calles? no pretende reivindicar a ese personaje, pues él no lo necesita, porque las obras trascienden a los hombres, aseveró esta tarde aquí Alfredo Elías Calles, autor de esa novela de amplísimo rigor histórico y respaldo documental en casa uno de sus testimonios.

?No es una historia personalista. Plutarco Elías Calles la cuenta desde su espacio y las circunstancias de su tiempo, y no solamente incluye al país, sino que habla lateralmente de los eventos que en ese tiempo y en ese espacio afectaban toda la conducta del universo?, señaló el nieto del jefe del Estado Mexicano (1924-1928), en entrevista con Notimex.

Explicó que por razones que resultan poco evidentes y convincentes, a Calles lo convirtieron en ?el malo de la película?. Sin embargo, advirtió, él enderezó la nave hacia donde debía marchar para convertir al país en una nación avanzada; sacó al país de los viejos regímenes, crear una nación de instituciones fuertes.

Alfredo Elías Calles, quien dijo sentirse bien y contento por promover su novela histórica, da nuevas luces al personaje, especialmente, en términos históricos.

?Cuando se trata de académicos o historiadores, sí hay coincidencias, pero en general, la gente lo ha colocado en el papel del personaje malo de la historia?, precisó.

Ahora, dijo, por primera vez en 70 años, Plutarco Elías Calles abre la boca para contar su propia historia. ?En 1936, él calló y no volvió a abrir la boca, ni dentro, ni fuera del país. Hoy reitera que su prioridad siempre fue la necesidad de que México abrazara sus instituciones por encima de los hombres y todas las cosas.

?En mi caso, aprovechando la intimidad y el sentimiento del personaje que es propio por razones naturales, los beneficios morales y con una investigación que fue más allá de la relación de los hechos conocidos, voy al alma del personaje y exhibo cuáles fueron sus sentimientos a través de su vida?, detalló la fuente.

De esa forma, el autor describe con puntualidad a Plutarco Elías Calles, desde su dura orfandad, hasta verlo convertido en el diseñador de un proyecto de una nueva nación. ?nació en el desamparo, fue adoptado, se desempeñó como humilde maestro y tuvo 14 oficios al tiempo que tuvo una prole numerosa?.

Cuando Calles descubrió que un hombre no puede mantener a sus cinco hijos con un sueldo miserable, la vida lo lleva a la Revolución.

?Comenzó a leer el lenguaje Magonista, luego a Madero y entonces le nace el interés por el destino de la patria, destacó el entrevistado, al hojear la vida de su abuelo.

?El destino le asigna a los hombres una misión, y en consecuencia, de pronto Calles, desde las posiciones más modestas, fue creciendo porque era hombre de excepcional talento, y congruencia, cualidades que lo llevaron a poner orden en muchas cosas que beneficiaron de inmediato a mediano y largo plazo al país?.

Vio de cerca a Francisco Villa y a Venustiano Carranza, a quien admiró con pasión. ?Y en ese recorrer, conoció a Álvaro Obregón y a Adolfo de la Huerta, para conformar con ellos lo que yo llamo ?Los tres mosqueteros de Sonora? (nacieron en ese estado).

Calles, no era un militar natural, pero la revolución lo convirtió en eso?, abundó.

Plutarco Elías Calles nunca pretendió, dijo luego el autor del libro, ser el genio militar que fue Obregón, ni el enorme guerrero que fue Emiliano Zapata. Pero sí fue el estadista e inventor de las instituciones políticas, a partir del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que en los años 20 puso a México a salvo de las tiranías?.

Desde su perspectiva, el Partido Nacional Revolucionario (PNR) libró a México de las tiranías que en esos años y hasta épocas posteriores sufrieron los pueblos hermanos latinoamericanos. ?El partido aglutinó las voluntades, encausó los propósitos, dio vida a los proyectos sociales e inició las disciplinas de Estado, de acuerdo con el autor de la obra.

Tras reconocer que ?la historia ya está escrita?, ponderó que su trabajo es una biografía novelada que en lo histórico tiene una congruencia absoluta con los hechos. ?No es sólo una impecable investigación, no especulo, ni juego con la imagen que me resulta íntima porque el honor es matera sagrada en este texto?.

Explicó que la obra contiene una segunda parte, donde se destaca al ser humano de características especiales, quien sembró cariños a cada paso. ?Fue hasta los 20 años que firmó como Plutarco Elías Calles; Plutarco Elías se llamaba, pero el Calles lo adoptó por un tío suyo que lo acogió desde pequeño?, dijo.

El autor, nacido en Sonora y registrado en la Ciudad de México, se reconoce como ?Ciudadano Chilango de la raza de Piedras Negras?, quien conoció a su abuelo por la espiritualidad que emana de esa raza y la tradición familiar oral. Calles fue modesto y a su muerte, la tribu que fue su familia vivió limitaciones.

?Soy nieto de Plutarco Elías Calles, quien no fue objeto de ninguna pensión. Por gastos de defunción, su familia recibió 3 mil ó 4 mil pesos. Las pensiones vitalicias para los presidentes vinieron después. Calles tenía una filosofía que heredo a su tribu: No somos miembros de una casta divina para seguir gobernando a la nación, ni tener privilegio alguno?.

NTX/JCC/NMN/AQF