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México, 4 Feb. (Notimex).- Para recordar el 150 aniversario del natalicio del músico mexicano Felipe Fillanueva, ocurrido el 5 de febrero de 1862, el Instituto Mexiquense de cultura (IMC) ha organizado para mañana domingo un recital de piano en el Centro Regional de Cultura de Tecámac, lugar que lo vio nacer.

En un comunicado, el IMC explicó que la función se realizará en el recién remodelado Teatro del Pueblo de Ozumbilla, ubicado en esta municipalidad y que ahora tiene capacidad para más de 150 personas.

El concierto de piano estará a cargo de Adriana Cano, Ángel Uriel Morales, alumnos del Taller de Música de este recinto y Luis Ortega, Karina y Jessica Hernández Vilchis, estudiantes del Instituto Cultural de Artes y Ciencias de Ozumbilla.

La programación incluye lo más representativo de la obra del maestro Villanueva, como el ?Vals poético?, música con la que el compositor representó a México en el extranjero en el siglo XIX, la ?Tercera mazurca? y el ?Vals amor?.

El compositor, director de orquesta, pianista y violinista mexicano Felipe Villanueva, fue uno de los músicos mexicanos más importantes del siglo XIX, reconocido autor de música variada y exquisita.

El autor de motetes, zarzuelas, una ópera y valses nació el 5 de febrero de 1862, hijo de una familia de músicos de escasos recursos, por lo que se inclinó hacia la música a muy temprana edad.

Así, comenzó a estudiar piano con un primo suyo y violín con su hermano, quien tocaba en la orquesta del pueblo, cuyo director, Hermenegildo Pineda, le dio algunas lecciones de música, siendo aceptado muy pronto en la orquesta, a la que se integró como violinista.

A los 10 años estrenó su cantata "El retrato del cura Hidalgo" y una mazurca, "La despedida", que dedicó al maestro Pineda. Al año siguiente se mudó a la Ciudad de México, donde inició estudios en el Conservatorio Nacional.

Sin embargo, tuvo que salir de este plantel, según se dijo, "por carecer de talento", aunque dadas las evidentes dotes musicales de Villanueva es posible que haya sido por rechazo social o por alguna otra razón.

El compositor no abandonó la música y continuó el estudio de piano fuera del Conservatorio, y mediante el apoyo de Valentín Hernández fue hospedado en la casa de Luis Rodríguez, quien le consiguió trabajo en la orquesta del Teatro Hidalgo, cuyo director se convirtió en su maestro.

El artista dio lecciones de piano y pronto se convirtió en uno de los maestros de moda entre las familias de sociedad. La casa Wagner y Levien comenzó a publicarle sus obras y de vez en cuando le pedía hiciera arreglos para piano en las óperas y zarzuelas de la época.

Trabajó como violinista en las mejores orquestas del país y con las compañías de ópera extranjeras que visitaban México en aquellos años.

Pero el destacado compositor quería seguir estudiando piano, por lo cual buscó a Julio Ituarte, quien era uno de los maestros más afamados del Conservatorio y comenzó una buena amistad con Gustavo Campa y Ricardo Castro, quienes eran los alumnos más brillantes de ese grupo.

Con obras como su "Vals poético" y "Vals amor", sus mazurcas de concierto y sus danzas humorísticas, dejó una huella imborrable en la historia musical de México.

El artista tuvo predilección por la música alemana y francesa, sin dejar por eso de llevar a cabo, aunque no en grandes proporciones, el rescate de la música mexicana.

Alrededor de 1885, Villanueva, Campa y Castro se unieron a Juan Hernández Acevedo, Carlos Meneses, Ignacio Quezadas y Pablo Castellanos León y organizaron un grupo para estudiar música y cultura de Francia.

En 1887 fundó junto con los primeros tres el Instituto Musical, que revolucionó la música en México y estuvo a cargo de la composición de la ópera "Keofar", en la cual trabajo algunos meses hasta terminarla, aunque le faltó la orquestación del último número.

"Keofar" no se representó en aquel entonces, aunque algunos años después la cantante Emma Juch estrenó con gran éxito el arreglo para canto y piano de la "Romanza" de dicha ópera, en el Teatro Nacional. Una parte de esta obra está perdida.

Felipe Villanueva murió el 28 de mayo de 1893 en la Ciudad de México, dos meses antes del estreno de "Keofar", la cual tuvo gran éxito. A su partida, la familia del compositor guardó los manuscritos de muchas de sus piezas sin que fueran dados a conocer, por lo que ahora una buena parte de sus obras están perdidas.

A pesar de haber tenido una corta vida y escasa preparación musical, fue autor de obras llenas de inspiración y de finísima factura. En su música, la belleza de sus melodías y la riqueza de sus ritmos se une a sus interesantes armonías.

NTX/RML